jueves, 7 de abril de 2016

QUIEBRE

el dispreciau dice: esto de ser despreciau habilita que nadie repare en las aseveraciones...
hubo alguna vez una promesa... no más pobres o pobreza cero... no más narcotráfico... y no más corrupción político-empresaria... a poco de andar, el doble mensaje supo ponerse de manifiesto habilitando a una contradicción superadora de peligrosas consecuencias sociales... sucedió que los precios de los productos de la canasta básica de consumo familiar, tomaron altura hacia un cielo sin nubes, alcanzando vertiginosamente la estratosfera a tal punto que la gente, la de la calle, comenzó a dejar de consumir, a comer menos, a sentirse (una vez más) traicionada y defraudada... pero junto con lo antedicho, las tarifas de los servicios públicos se dispararon hacia un cielo superior, de modo de anular cualquier iniciativa social, de modo de inmovilizar la economía matando a... justamente... esa misma gente... entonces, la pobreza creció alcanzando al 35% de una sociedad que arrastra la pobreza como una especie de rara consigna que da de comer a pocos en contra de las necesidades insatisfechas de demasiados... marginados... e indigentes... ¿duele?... mucho... duele la gente, duele el país, duele la mentira... una más...

la inseguridad se ha generalizado... está peor que hace tres meses... desaparecen chicos... y nadie hace nada... desaparecen adolescentes, y nadie hace nada... la droga se vende ya a cielo abierto y la mexicanización del ser argentino es un hecho, aún cuando nadie quiera aceptarlo ni tampoco reconocerlo... entonces la degradación social aumenta de la mano de lo que no se hace, de lo que no se quiere hacer, o de lo que es mejor que siga como está... yendo hacia peor... la cuestión es que las muertes crecen de la mano de un estado que no reacciona y que no atina a darse cuenta que la sociedad está sucumbiendo de la mano de la impericia declamativa, esa misma que no resuelve nada y que ha perdido el sentido de la oportunidad... ¿duele?... mucho... duele la gente, duele el país, duele la incapacidad para ver y oir el clamor social... 

la corrupción es un hecho mundial, no endilgable a la Argentina, ya que se trata de una conducta del poder globalizado, alentado desde el imperio nazi-sionista que necesita degradar la condición humana de los otros, para ser grande y poderoso ante la humillación de la sociedad humana... no obstante ello, mientras la sociedad argentina hace foco en la importancia de la detención de Lázaro Báez... sucede que hay cuentas en el exterior, paraísos fiscales y variantes y alternativas, donde escasas familias argentinas (patricias, no K) tienen depositados la friolera de 600 mil millones de dólares... ¿qué?... ¿seiscientos mil millones de dólares?... sí, leíste bien... pero justamente esas escasas familias son las dueñas de todo lo que se ha despojado a la sociedad argentina desde 1955 a la fecha... pero de eso no se habla ni se trata, porque está bien que esas familias tengan lo que se le ha sacado a la sociedad argentina, o al menos eso es lo que se piensa y motiva el silencio de las corporaciones periodísticas que ven lo que les conviene y nunca más allá, porque ser socio tiene sus privilegios y para todo lo demás, está Suiza... 

la corrupción está viva... mal que le pese a quien lee esto... ¿está mal?... desde luego es una cuestión de consciencia... y siendo una cuestión de consciencia, lo es de educación y de formación, y después es una cuestión del don de gente, y luego de escrúpulos y también de moral (no moralina)... y sucede que Panamá está desbordante de intereses argentinos ocultos que se disfrazan de ovejas para esconder mafias que se vienen devorando al país desde 1955... pero Panamá no es lo único que registra lavados de dineros negros... ya que hay islas favorables por todos lados, siempre dentro de la Tierra humana, con la ventaja de que hoy todo es descubrible... electrónicamente hablando... en medio de ello, no hay que pasar por alto que a la justicia le sacaron la venda de los ojos y le robaron la balanza, con lo cual nadie sabe donde está la justicia y donde la injusticia, siendo mejor los resultados de esta última... después de todo, a nadie le importa lo que la sociedad vea, piense o aprecie sobre los hechos de los poderes de un estado más ausente que nunca antes...

las verdaderas promesas deberían ser... que la inseguridad copará todos los ángulos de un país a merced de poderes que devoran valores desagregándolos de la sociedad indefensa... que la pobreza llegará cómoda al 40% este mismo 2016... y la corrupción crecerá de la mano del avasallamiento de los derechos humanos y ciudadanos de una sociedad insultada hasta el hartazgo por el poder cínico que nos caracteriza... al tiempo que la inflación continuará en ascenso... y que todo lo que se ha prometido, discursos vacíos mediante, conducirá a un "todo lo contrario" apocalíptico...

fin de fiesta... las corporaciones del imperio nazi-sionista recalaron en la Argentina hace aproximadamente cien años... pero no son americanas según la leyenda urbana, ya que el nazi-sionismo es el dueño de la Europa medieval que todo lo devora de manera dinosáurica, y desde hace mucho más de cien años... es sabido, por otra parte, que las corporaciones no tienen ni bandera ni fronteras, por consiguiente son globales y su pensamiento también lo es, entonces, creer en que las inversiones vendrán a la Argentina a salvar al soberano es una estupidez propia de los mediocres y de los ignorantes que no saben leer entrelíneas las señales de la realidad humana sirianizada y globalizada... por ahora, y sólo por ahora, será bueno estar atento al devenir... el cambio estaba endeble, flojo de papeles y demasiado cínico... pero ahora, hechos mediante, se debilitará aún más conduciendo a la sociedad argentina a una nueva y dramática frustración... la de comprobar que nada es creíble... ABRIL 07, 2016.-

PD: las palabras no salvan, nunca... sólo los hechos y el don de gente, generan puentes entre el poder y las personas... algo que el poder político local (y mundial)... no tiene/n... y algo más, para cerrar el tema... donde no hay sentido común, lo común no se corresponde con ningún sentido... algo muy peligroso dado cómo están las cosas.



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