viernes, 25 de julio de 2008

REFLEXIONES BÍBLICAS 2

La realidad ARGENTINA es equivalente al INFIERNO del Dante. ¿Por qué no un purgatorio podría uno preguntarse?... bien, sencillamente porque ninguno de nosotros puede escalar la cuesta para poder salir. En este infierno la barbarie se repite sin cesar y se recrea de diferentes formas, extrañas muchas de ellas pero siempre regresando al mismo punto. Así nacionalizamos para luego privatizar y consecuentemente nacionalizar para volver a privatizar, y en ese ciclo eterno, algunos dinerillos van quedando por el camino de los funcionarios al tiempo que todo será cada vez peor, esto es, menos servicios, más obstáculos, menos capacidades, menos estructura, más obsecuentes, menos dignidades, más colapso. Ya no nos quedan ferrocarriles, tampoco conexiones aéreas, no tenemos flota de transporte marítimo, nos hemos quedado sin... bue, ya no importa. Lo único importante es la realidad y ésta nos enseña una pobreza creciente, una exclusión espantosa, una marginalidad apabullante, un futuro temible.
Alguien podrá decir (de hecho me lo han repetido hasta el hartazgo durante décadas) que esta visión (la mía) es apocalíptica... y seguramente lo es, porque está en armonía con las vergüenzas sociales no asumidas. Hay quienes transitan la vida por un mundo ideal donde las responsabilidades y los compromisos siempre son del "otro", nunca "propios". Así se va desvirtuando la vida porque mientras unos pocos asumen cargas propias y ajenas, los muchos aligeran sus mochilas para luego ingresar a un estadio kármico tipo "nirvana" donde nada los alcanza, adquiriendo la capacidad de culpar de sus negligencias a cualesquiera que pase por su puerta. Nadie puede negar entonces que este modelo cultural es bien autóctono.
Descalificar a la víctima es el primer paso que habilita luego a pasarle cuantas facturas se le antoje al victimario de modo de abatirlo una y otra vez, restándole voluntad, chupándose su dignidad, despreciando sus esfuerzos, minimizando el caracter de sus luchas...
Este "burn out" social en expansión es patrimonio del maligno y ha hecho carne en muchas personas, hombres y mujeres que disfrutan viendo como el "otro" se degrada, para luego endilgarle nuevas "culpas". Traducido: un verdadero infierno que uno (el individuo) va comprando en la creencia que alguna vez lo superará... ERROR.
Bíblicamente, María llevaba la mejor parte, mientras que Martha debía hacer las tareas en silencio... lo cual demuestra que el árbol de la vida contiene nuestros destinos y estos reflejan dones y gracias del Señor que muchas veces se traducen en "aceptar" lo inaceptable.
Nuestra clase política es quien representa mejor esta actitud semejante a la del "verdugo" medieval. Define que el sacrificio es "impersonal" y ello lo exime de culpa... aunque la realidad es que la sangre que se derrama, la de la víctima, genera una cascada invisible de destinos truncados, de capacidades no reveladas y de oportunidades vacías que jamás se llenarán. Se escucha reiterademente una frase temible: "esto no tiene nada que ver contigo, no es personal, es por el bien de la estructura y porque el objetivo está por sobre nosotros los individuos"... MENTIRA. Así, se ha construido en poco años un mundo virtual pleno de vergüenzas disimuladas tras las soberbias expresadas en el desprecio permanente hacia el otro.
Este modelo no construye, compite simplemente para destruir al más débil, al que menos tiene, al que se encuentra limitado por las circunstancias. La clase política justifica lo injustificable y se justifica a sí misma colocándose por fuera de la condición de los mortales. Ello, en vez de engrandecerla la empequeñece, pero claro está, dicha circunstancia jamás será asumida.
Quien pueda endilgar/me que esta visión (la mía) es apocalíptica me habilita a explicar que apocalipsis es sinónimo de "revelación", por lo tanto vale por estas horas incorporar nuevas reflexiones bíblicas ya que las horas transcurren y el abismo está cada vez más cerca.
1. "...De cierto, de cierto os digo: de aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre". Evangelio según San Juan, I:43-51.
2. "...el que de arriba viene, es sobre todos: el que es de la Tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él". Evangelio según San Juan, 3:31-36.
3. "...De cierto, de cierto os digo: que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará". Evangelio según San Juan, 12:20-26.
4. "...He aquí que León de la Tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos". El Libro de la Revelación 5:1-14.
Todo se encadena.
Se encadenan las mentiras así como las palabras.
Las personas creen que las palabras son llevadas por el viento sin embargo, lo pronunciado se escribe en el éter de alguna parte no visible. Las palabras curan espíritus, recomponen almas, tanto como pueden destruirlas, por ello hay palabras que nunca deben pronunciarse porque el solo hecho de decirlas implicará el daño para "alguien" conocido o no.
Lo mismo sucede con los pensamientos, el mundo de las ideas es tan implacable como el de las palabras.
CRS347

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