viernes, 8 de agosto de 2008

ASIGNATURAS PENDIENTES, SE SUMAN

Estimada Señora Senadora María Eugenia Estenssoro: Norma Morandini es uno de los ejemplos que representa aquello que nunca debió ocurrir, pero no sólo ocurrió sino que nos afectó a todos por igual, dañando nuestras tradiciones, destruyendo nuestros valores, pero peor aún truncando destinos.
Indudablemente ARGENTINA ha transitado conflictos que anidan en nuestros espíritus y permanecen irresueltos.
La Justicia humana no suple la vida de persona alguna cuyo destino fue truncado por antojos y caprichos del poder.
Lamentablemente estamos llenos de ejemplos, algunos pocos aparecen como trascendentes mientras que la mayoría permanece oculto a la memoria colectiva.
ARGENTINA es un ejemplo de cúmulos de cosas que nunca jamás se resolverán, siempre esgrimiendo motivos que justifican lo injustificable.
No obstante ello, el PODER POLÍTICO sigue sin “aprender” y sostiene su conducta “autista”. No hay diferencia entre este ejercicio y lo transcurrido en los setenta. Los problemas han cambiado su eje de gravedad, su sustentabilidad, pero el terrorismo de estado de entonces no difiere del actual porque la intencionalidad es equivalente mal que nos pese a todos.
No sólo se mata con las armas… también se lo hace negando la realidad y despreciando al prójimo.
No sólo se tortura mediante la picana eléctrica… también se lo hace quitando dignidad a las personas que se ven “violadas” a cambio de un mendrugo de pan.
El problema más grave que enfrentamos por estas horas es que el PODER POLÍTICO ignora la realidad, la niega, la omite, la desconoce, y con dicha conducta no hace otra cosa que construir una represa para contener las demandas irresueltas.
Usted, yo, muchos, queremos la tan mentada PAZ.
Pero no hay paz en una sociedad que no tiene fuentes productivas genuinas, que no agregan valor de procesos.
Pero no hay paz en una sociedad que no tiene garantías constitucionales ciertas ni derechos ciudadanos vigentes.
Pero no hay paz en una sociedad que no tiene pleno acceso a la SALUD PÚBLICA de manera cierta y digna.
Pero no hay paz en una sociedad que nivela hacia abajo y cuyo sistema educativo se está disgregando.
Pero no hay paz cuando la seguridad jurídica cubre las espaldas de los delincuentes antes que los de aquellos que se sacrifican para sobrevivir.
ARGENTINA permanece detenida en el tiempo, mezclando recuerdos, broncas, angustias, llantos en silencio… y esta historia se repite sin cesar de distintas formas. Una sociedad que no se reconcilia consigo misma permanece en estado de “odios guardados”, de “rencores conservados” y así estamos, sosteniendo el conflicto con el campo a cualquier precio, lo que promete perdurar por largo tiempo porque tal se lo expresé alguna vez desde este mismo FORO, el problema no concluyó con la decisión del SENADO NACIONAL, por el contrario se transformó en empecinamiento que buscará nuevos canales para alcanzar el objetivo.
La guerrilla de los 70 no contribuyó a una Argentina más grande ni más sólida. Pero esa guerrilla fue fabricada por los mismos partidos políticos que permanecen hoy asociados al poder. Las circunstancias hicieron lo demás… pero esa asignatura permanece tan pendiente como entonces y no se resolverá juzgando a los victimarios (salvo las expiaciones íntimas y personales del convencimiento de los unos y los otros) de un lado, porque también esos victimarios tuvieron socios que no dudaron en “vender” almas a cambio de “libertades” transformando una guerra, un conflicto, en un “negocio” que ha facilitado el pasar de algunos oportunistas.
Las visiones parciales de la historia cercana no contribuyen a un mejor hoy, por el contrario, cada día nos muestran que estamos peor porque el DESPRECIO está instalado en la propia CASA DE GOBIERNO.
Si aquello de los 70 estuvo horrible no está distinto a lo que hoy representa el PODER POLÍTICO.
Señora Senadora, los Argentinos no comemos de los discursos y mucho menos vivimos de ellos, apenas si podemos sobrevivir mientras algunos se llenan la boca explicando aquello que no existe y empecinados en mostrar algo que nunca tendrán: dignidad. Los títulos universitarios así como no representan sinónimo alguno de “ciencia”, no dan dignidad ni aseguran la ética y esas dos pequeñas cosas permanecen ausentes en la clase política… por ahora el reencuentro entre los argentinos, permanece en estado de entelequia.
Si hay una DEUDA POLÍTICA hacia la sociedad argentina es justamente esa: pacificación y reencuentro. Sin ellas, no habrá nada sustentable de cara al futuro y lamentablemente, estoy seguro que de este gobierno, no saldrán ni como iniciativa pro-activa, ni como entidad ejecutable, quizás sí formen parte del palabrerío diario que nos apabulla y que ya, harta.
Un cordial saludo
CERASALE Víctor Norberto

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