sábado, 29 de noviembre de 2008

EL EXTRAÑO DE PODER ATAR Y DESATAR

Evangelio según San Lucas, capítulo 21, versículos del 33 al 36
29 de Noviembre de 2008

Semana XXXIV del Tiempo Ordinario


33. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
34. Mirad por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones se carguen de glotonería y embriaguez, y con cuidados de esta vida, y que ese día no caiga sobre vosotros de improviso,
35. como una red; porque vendrá sobre todos los habitantes de la tierra entera.
36. Velad, pues, y no ceséis de rogar para que podáis escapar a todas estas cosas que han de suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre".

NOTA DEL BLOG: "El que quiera ENTENDER... que lo haga". El VERBO DIVINO tiene una causa y un efecto. La PALABRA DIVINA tiene otra causa y otro efecto. Las palabras del hombre y de la mujer tienen EFECTOS, COSENCUENCIAS, pero las causas pertenecen al LIBRO DE LA VIDA que contiene los DESTINOS de cada quién. CUANDO una palabra que NO DEBE PRONUNCIARSE alcanza el aire, toma un estado que no es reversible y sus efectos serán tan beneficiosos o tan letales como el ánimo que contengan. Cuando se habla de ánimo se habla de intenciones. Jamás se pronuncian palabras nefastas con buenas, disimuladas u omitidas intenciones. Malas intenciones desembocan en palabras malas que harán daño, que quizás no se verá de forma tangible pero que seguramente lesionará el alma de la persona que las reciba... El ser humano no ha aprendido a manejar los focos del "sentido último de las cosas", y cuando la palabra contiene daño, éste efectivamente se traducirá en daño para el destinatario. De allí la importancia del SILENCIO DIVINO. La VIRGEN no necesita anunciarse con palabras, su sola presencia alcanza para derramar gracias pedidas y dones concedidos. Cuando la VIRGEN MADRE ETERNA se hace presente para HABLAR conlleva un MENSAJE DIVINO... el tan mentado VERBO que alerta para los tiempos por venir, aquello que aún no es, pero que lo será cuando se abran las ventanas. Las VENTANAS son vasos comunicantes entre lo que fue y lo que será dejando en el medio la dimensión del "momento presente", distinta del "momento contiguo", distinta del "momento distante"... Cada ser que transita un tiempo el medio respirable figura en el LIBRO DE LA VIDA. UNA VEZ MÁS, quien quiera entender... que lo haga. Aún le queda un pequeño lapso para ello.

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