viernes, 3 de julio de 2009

Vientos de cambios... Cambios al viento...


En el campo empresario
El final de la sumisión empresarial
Por Jorge Oviedo
LA NACIÓN
Noticias de Economía: viernes 3 de julio de 2009 | Publicado en edición impresa

Los empresarios han tomado rápidamente nota del mensaje de las urnas. Ya no hay frente a ellos un gobierno fuerte que pueda permitirse prepotencias y amedrentar con decisiones arbitrarias. Ha llegado el momento de pensar en romper y actuar articuladamente y, probablemente, de manera conjunta. Las conversaciones entre las distintas entidades gremiales empresarias continúan y continuarán. Y comienzan a aparecer varias certezas. La primera es que el Coloquio de IDEA de este año tendrá más participación de empresarios de primera línea dispuestos a opinar sin mordazas. Y no habrá una suerte de "contracoloquio" favorable al oficialismo organizado casi en la misma fecha por la UIA, como ocurrió no hace mucho. Las primeras señales sobre los movimientos podrían verse con mucha claridad el próximo 28 del actual, en el precoloquio de IDEA en Rosario.

Desde la entidad aseguran que ya hubo contactos y que el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, comprometerá su presencia. En la Asociación Empresaria Argentina (AEA) tienen el mismo espíritu de conversaciones amplias entre todos los sectores y de tratar de conformar un polo empresario amplio y cohesionado.

Muchos creen que ha llegado el momento de poner freno a las arbitrariedades gubernamentales de los últimos años, pero también hay precacuciones. No quieren aparecer como un movimiento conspirativo que aparezca acosando al Gobierno y al que se pueda acusar de trastornos económicos.

"Es evidente que un vocero habitual del Gobierno salió a decir que la UIA y la Sociedad Rural se juntarán para pedir una devaluación y cercar a las autoridades; ése parece el plan de Néstor (Kirchner), que en la madrugada del lunes dijo que la responsabilidad de la gobernabilidad ahora también es de otros. Está diciendo: si hay una catástrofe, va a ser culpa de estos tipos", explicó un hombre de negocios.

El economista José Luis Espert cree que la situación fiscal es muy seria, y aunque no predice un estallido inminente, explica que, como va, el Gobierno necesitará una devaluación para licuar el gasto. Los empresarios dicen que con la apreciación del real y del euro, hoy el principal beneficiario de una depreciación del peso sería el Estado. Por eso la UIA abandonó por completo el tema. "Estos tipos quieren echarnos la culpa a nosotros", dicen. De momento no habrá, por las mismas precauciones, un lanzamiento político de una suerte de "mesa de enlace" de todas las entidades empresariales. Pero es probable que ocurra en los próximos meses.
joviedo@lanacion.com.ar

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En el campo empresarioEl final de la sumisión empresarial

Por Jorge Oviedo

lanacion.com | Economía | Viernes 3 de julio de 2009


el dispreciau dice: en un mundo globalizado donde las empresas representan poderes de mayor envergadura que las políticas de los propios países que las contienen, la clase política debería realizar lecturas cuidadosas de los movimientos corporativos. El Presidente Barak Obama es un cuidadoso lector de dichas estrategias y deja en evidencia que su pensamiento camina de la mano de planificaciones estratégicas cuidadosamente desarrolladas. Por estas tierras tenemos el efecto opuesto por el vértice. La Señora Presidente Cristina Fernández atropella las realidades para luego verse ella misma atropellada por la contra ola que generan actitudes en un recinto cerrado. Argentina ha pagado muy caro la irrazonabilidad de despreciar las actividades económicas que se sustentan mediante criterios y estrategias internacionales (multinacionales) y mucho peor ha actuado en relación a los empresarios argentinos, favoreciendo negocios raros y desalentando otros bien estructurados. Contrariamente a las carencias de gestión que ostenta la clase política y por ende sus propios funcionarios, que como se dice ahora, salen del mismo riñón (es evidente que así es porque carecen de neuronas suficientes para ordenar la cancha), los empresarios, sea por inteligencias personales (intuiciones) o por acciones de equipo (manifiestas en empresas bien organizadas donde no pesa el criterio familiar) planifican minuciosamente sus acciones, proyectándola a varios años por delante del deadline pero esencialmente nutriendo las mismas con variables propias de las carencias de la gestión política. Esto es, miden todo aquello que los políticos no quieren ver, mucho menos aceptar y ni qué hablar de planificar. Así las cosas, existen dos universos dentro del mismo país: el que transita la clase política, incapaz de entender lo que sucede de la puerta hacia afuera de sus oficinas, aunque reclamando siempre los "aportes" de las empresas para sostener sus innumerables miserias... y más allá (mucho más allá), el que transitan las empresas que a partir de dichas planificaciones se anticipan a la barbarie política. Esta situación no le hace bien al país, antes bien lo debilita. Ahora bien, a partir de los resultados eleccionarios del domingo próximo pasado (28 de junio de 2009) ha quedado en plena evidencia que la Señora Presidente de la Nación Cristina Fernández y su esposo el ex-presidente en ejercicio de la Presidencia virtual, han realizado pésimas lecturas personales de la realidad, desde luego echándoles la culpa a otros funcionarios y socios de modo de evitar asumir las propias... La cuestión es simple, las realidades se distancian una de otra (clase política de las empresas) y si ello no genera una reacción rápida y racional por parte del poder ejecutivo, las inversiones migrarán más de lo que lo vienen haciendo desde el 2006 (tapadas por las mentiras del INDEC) dejando huecos que significarán muchísimos menos puestos de trabajo, peor educación, peor salud, peor infraestructura operativa y funcional, menos políticas públicas, etc. Entonces, si hasta el día de hoy 17 millones de conciudadanos están sumidos en la pobreza, miseria o indigencia, como se quiera llamar, ¿qué pasara después?... A la Señora Presidente de la Nación le cabe reflexionar y regresar sobre sus pasos ya que aún guarda una pizca de posibilidades de recuperar su estilo, recreando el modo, y aportando valor a su gestión. De no hacerlo, los números la atropellarán hasta licuarla. Julio 03, 2009.-

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