martes, 3 de noviembre de 2009

Houston... Houston... tenemos un problema... ¡Houston!


Opinión
¿Cuál será el papel de la Argentina en el mundo?
Por Orlando Ferreres

Especial para lanacion.com
Noticias de Economía: Martes 3 de noviembre de 2009 | 00:53 (actualizado a las 03:16)

Nos preguntamos, ¿cuál será el papel de la Argentina en el mundo? ¿Para qué estamos? ¿Qué espera el mundo de nosotros? ¿Cuál es nuestro proyecto de país? Estas preguntas se responden fijando una estrategia para la Argentina, es decir, respondiendo a dos simples cuestiones: ¿a dónde ir? ¿cómo llegar? Es necesario unificar muchas voluntades, muchos sectores, para establecer un proyecto en común, que no sea modificado completamente al primer cambio de gobierno, que siempre quiere iniciar una etapa fundacional desde su primer día, diciendo que todos los demás han fracasado y que esta vez ellos harán lo correcto y lo necesario para el progreso de los argentinos.

En estos momentos, el país parece interesado en fijar algunas políticas de Estado, quizá como respuesta al cansancio de la anarquía de reglas que estamos viviendo. Se puede hacer una lista importante de objetivos generales en los que nos podemos poner de acuerdo, como por ejemplo, crecer al 7 % anual. El problema surge cuando nos planteamos cómo hacerlo, con qué instrumentos. Es importante también que en esto de los instrumentos se llegue a un consenso mayoritario, pues sin esta condición no habría políticas de Estado. Pero, por otro lado, la pobreza que avanza no puede seguir esperando que los políticos se pongan de acuerdo algún día, pues la misma llega hoy estructuralmente al 34%, cuando al inicio de la democracia, en 1983, era solo del 7%. Esta es una gran deuda de la democracia, organizarse con eficiencia para evitar la pobreza y para esto necesitamos una estrategia segura de largo plazo.

A título ilustrativo, sugerimos algunas políticas de Estado que, de aplicarse, podrían liberar a la Argentina del atraso relativo que ya es indisimulable. Por supuesto que podríamos destacar políticas de Estado distintas o incluso opuestas, pero estas han dado buenos resultados:

1. Educación primaria y secundaria. Deben ser obligatorias y con exámenes efectuados por organismos internacionales, para llegar a un nivel igual al de los 10 primeros países del mundo. Se debe igualar la calidad entre las provincias, medida siempre por un organismo internacional, pues en este momento es muy despareja.

2. Sistema de Salud. Se debe optimizar pues el gasto es importante comparado internacionalmente y hay muchos recursos desviados del objetivo. La salud pública debe priorizarse.

3. El gasto público consolidado, Nación, provincias, municipios, fondos fiduciarios y cualquier otro gasto efectuado por el Estado, no puede pasar del nivel sustentable a largo plazo, que tentativamente se podría establecer en un valor que en el pasado fue sostenible de alrededor de US$ 70.000 millones (ajustable luego PIB + inflación del dólar), o 24 % del PIB o 250.000 millones constantes de 2009. Más gasto público de ese nivel, lleva inevitablemente a una crisis fiscal la que, si puede financiarse, solo permite postergar el problema pero no superarlo, dado la inflexibilidad del gasto público a la baja. Los impuestos deberán cubrir el gasto sustentable y un monto adicional para "desendeudamiento" ya que el patrimonio neto del Estado es negativo ( tiene más deudas que activos)

4. Sistema Electoral. Debe representar al electorado, es decir, debe ser voto por circunscripción y no una lista en función del jefe político, para controlar la democracia. La mayoría de los políticos no va a aceptar esta idea, pues pierden el control del poder. La idea es una persona, un voto, 180.000 votos un representante, pero si este representante se vende o cambia de ubicación, quedan todos esos votos sin representación, y el representante sin legitimidad.

5. Partidos políticos. Deben organizarse mediante internas, que no pueden ser postergadas o anuladas por ningún miembro del partido ni juez electoral, como ocurrió en el pasado. Si no hay internas, no hay elección general.

6. Seguridad. La policía debe volver a ser confiable para el ciudadano. Se deben estudiar instrumentos que han dado resultado en el pasado en nuestro país o en otros lugares.

7. El empleado público debe ser equiparado al del sector privado, gozando todos de los mismos derechos y obligaciones, sin diferencias.

8. Sistema económico. Tanta libertad como sea posible y tanta regulación como sea necesaria. Puede haber empresas del Estado, pero primero los recursos deben asignarse a la educación, a la salud, a la seguridad y a la justicia, y luego a los negocios del estado como empresario. La provisión de los bienes públicos puede ser brindada por el sector público o el privado, pero la responsabilidad de su provisión universal y de calidad es indelegable para el Estado.

Es hora de que los políticos dejen de lado sus intereses particulares para que predominen los intereses del país, es hora de que piensen en el interés general y que no declamen el mismo solo para disimular sus verdaderos intenciones. Sé que hay muchos políticos que desean este cambio, pero deben ser firmes en la carga contra los cazadores de puestos, contra los compradores de votos o compradores de representantes ya elegidos por el pueblo. Le democracia madura hay que construirla entre todos aunque sea un trabajo difícil.


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Por Orlando Ferreres

lanacion.com | Economía | Martes 3 de noviembre de 2009


el dispreciau dice: desde la Revolución Libertadora en adelante (1955)... ¿cómo?, ¿usted dice que desde antes?... bueno, antes... Argentina viene perdiendo espacios en todos los ámbitos, en unos más y en otros menos. Ceder un espacio implica desinterés y por lo tanto alguien ocupará dicho espacio. Podrá hacerlo mejor o peor, aunque seguramente aprendiendo lo cursado por el antecesor, rápidamente se dará cuenta de lo que no había que hacer así es que, para comenzar, establecerá pautas para reiterar viejos errores del predecesor... así las cosas, Argentina, otrora una potencia destacada, ha ido "regalando" espacios que no son del interés de la clase política, usualmente "facilista" de conceptos y habitualmente ausente de convicciones... todo se compra, todo se vende, incluyendo las dignidades de los súbditos. Así lo han entendido los políticos, los empresarios, sus socios en la Iglesia y sus otros socios militares, a veces con mejor suerte y otras veces, la mayoría, con peor... Como siempre venimos barranca abajo perdemos noción de espacio y siempre permanecemos en el convencimiento de que el borde está cerca cuando a decir verdad, el mismo está ya tan lejos que se torna imposible regresar. La clase política, mezquina por excelencia sigue sin entenderlo. Entonces en Argentina nada funciona... y qué se puede esperar de algo que no funciona?... sencillamente nada. Todos han asumido a Argentina como un sainete y esa es nuestra imagen en el mundo, aún cuando algunos políticos se llenen la boca tratando de expresar lo contrario. Pudimos haber sido una potencia industrial, pero no quisimos... Pudimos haber sido una potencia nuclear, pero no quisimos... Pudimos haber sido el granero de mundo, pero no quisimos... las justificaciones son muchas pero la única que vale, es que "no quisimos". ¿Razones?... para qué revolver m... nada sacaremos en limpio. Hoy estamos llenos de pobres, miserables, indigentes, y lo único que sabe la clase política es dar limosnas a cambio de votos, sometiendo a las personas en sus dignidades a que se arrastren para rogar. El trabajo escasea y el primer emprendedor de los trabajos ilícitos es propio estado que justifica a los obsecuentes y expulsa a los empeñados y comprometidos. Sucede en todos los ámbitos. Entonces, ¿qué esperan de la Argentina?... que despierte, de una vez por todas, que despierte. Noviembre 03, 2009.-

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