domingo, 28 de marzo de 2010

CRÓNICA BREVE DE UNA MENTIRA: DEME DOS


El lado oculto del consumo
El modelo La Salada se multiplica
Alfredo Sainz
LA NACION

Noticias de Economía: Domingo 28 de marzo de 2010 | Publicado en edición impresa


Con las estadísticas del Indec devaluadas, empezaron a ganar relevancia otros indicadores más heterodoxos (y menos precisos) para dar cuenta de los cambios socioeconómicos. En el consumo minorista, el dato más significativo es la avanzada del modelo comercial de La Salada sobre la Capital Federal.

Después de la crisis de 2002, el comercio informal fue ganando terreno en el conurbano bonaerense hasta sumar más de 60 ferias. En el último tiempo este tipo de propuestas cruzó la General Paz, con la aparición de paseos comerciales inspirados en el megacomplejo que se levanta a orillas del Riachuelo y la consolidación de otros que ya venían operando, como los de Retiro y Constitución. "Estamos viviendo la saladización del consumo, con un crecimiento de la informalidad y una brecha cada vez mayor que separa a la Argentina de lo que pasa en países desarrollados", señala Diego Llaneza, director de la consultora Enfoque Retail.

Oferta comercial repetida
En los casos de paseos que están en funcionamiento, la oferta es similar a la que se encuentra cuando se va de shopping al Riachuelo: mayoría de artículos deportivos e indumentaria para bebés, mucha ropa sin marca, prendas de imitación, accesorios (desde anteojos de sol hasta bijou) y las copias de DVD y CD que se pueden encontrar en cualquier esquina del microcentro. Los puntos de contacto con La Salada tienen una explicación simple: la mayoría de estas ferias se abastece de mercadería en el complejo de Lomas de Zamora, que funciona como centro de compras mayorista.

Del Riachuelo a Palermo
Entre las nuevas "saladitas" se encuentran los complejos ubicados a pocas cuadras de la Plaza Miserere, como 11 Elefantes y Punto Once (este último ocupa un local que pertenecía a la holandesa C&A), y el Paseo Trocadero en Lavalle al 800. La feria que está causando revuelo, antes de su inauguración, es la que quieren abrir enfrente al Puente Pacífico, conocida como La Saladita Soho. El paseo se levanta sobre un predio ubicado en Santa Fe al 4600 y reunirá 60 locales de dos por dos metros. Los dueños del paseo están pidiendo $ 10.000 de valor de llave y un alquiler mensual de 1000. En el lugar aseguran que la inauguración está prevista para la segunda quincena de este mes, aunque la organización vecinal Defendamos Buenos Aires está recolectando firmas para impedirla.

El modelo por seguir
En La Salada sostienen que no tienen ninguna relación societaria con los nuevos proyectos -incluyendo el de Palermo- y precisan que en el único emprendimiento por fuera de Lomas de Zamora en el que participan es el Mogote Factory, ubicado sobre Bogotá al 2900, en Flores. Igualmente reconocen la relación entre su propuesta y las nuevas ferias. "La gente viene a La Salada y ve la gente que mueve las ferias y obviamente quiere repetir el modelo de negocios en otros puntos de la ciudad", explica Jorge Castillo, administrador de Punta Mogote, una de las tres grandes ferias que operan dentro de La Salada.

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Alfredo Sainz

lanacion.com | Economía | Domingo 28 de marzo de 2010


el dispreciau dice: algunos de los argentinos de la franja de los mortales solían viajar a distintos lugares del planeta para comprar diversos electrodomésticos, inmortalizando una frase "deme dos"... con la debacle económica que nos fue invadiendo en las distintas gestiones políticos, la malaria creciente limitó muchos viajes a Paraguay y Bolivia, por entonces imperios de las copias, las falsificaciones, o mejor dicho el "truchaje" (falso). Avanzando el desastre y empobrecido el país y su gente, aparecieron alternativas autóctonas falsificadoras de marcas, en ropa, electrodomésticos, calzado, y más, mucho más... y como no podía ser de otra manera, surgieron con ello los viajes de compras (tours de compras) y todo el apoyo logístico adecuado a la pobreza que pretende lucir algo que parezca de marca y que cueste mucho menos, claro. Así los argentinos hemos ido aprendiendo a comprar y a vivir falsas visiones de la realidad, acostumbrándonos a aceptar que lo "trucho" es bueno, o al menos aceptable. Hoy por hoy, las falsificaciones van hacia Paraguay y Bolicia... tanto como regresan para instalarse en negocios mejor presentados que disfrazan apropiadamente la mentira. Un estado que se apropia como mínimo del 50% del valor de cualquier cosa, en un país que no prioriza la producción y mucho menos la invención productiva, deja escaso marco para el desarrollo de las iniciativas privadas, las que al no contar (ni poder hacerlo) con apoyo financiero, se la rebuscan para sobrevivir. Así las cosas, Brasil se ha ido apropiando de nuestras incapacidades, transformándolas en negocios potencialmente significativos... todo ello al mismo tiempo que las autoridades políticas nacionales recitan el discurso eterno del "no hay presupuesto"... apoyados por los bancos que sólo prestan dinero a quien no lo necesita. En este concierto de estupideces, con una miseria creciente, el imperio de lo trucho crece amparado por un estado al que le conviene la evasión... entonces si un buen par de zapatillas cuesta al público mil o dos mil pesos, en los lugares marginales se podrá conseguir por doscientos pesos y si uno tiene la suerte miserable de poder viajar a Bolivia, podrá conseguir la misma zapatilla por menos de cien pesos. Muy extraño todo. El producto es el mismo... hasta podría decirse que está falsificado por la propia fábrica... ¿entonces?... ¿dónde está el beneficio de destruir empresas y eliminar puestos de trabajo?... evidentemente a alguien le sirve. Mientras tanto, deme dos. Marzo 28, 2010.-

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