lunes, 31 de mayo de 2010

LA PEOR CATÁSTROFE...


El desastre en el Golfo de México / Intentarán un nuevo método
Advierten que tardará meses contener el derrame de petróleo
BP anunció un cuarto intento para controlar "la peor catástrofe ecológica de EE.UU."

Noticias de Exterior: Lunes 31 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa


WASHINGTON.- La petrolera British Petroleum (BP) preparaba ayer un nuevo intento para contener la fuga de crudo en el lecho marino del Golfo de México, luego del fracaso de la operación Top Kill, que no logró controlar el peor desastre ecológico de la historia de Estados Unidos.

El gobierno norteamericano, BP y los estados afectados por la marea negra admitieron abiertamente ayer que el derrame de miles de barriles diarios podría extenderse hasta agosto, cuando se completen los dos pozos alternativos que se perforan para aliviar el vertido principal y que hoy aparece como la única solución definitiva para el problema.

Después de horas de éxito relativo, en los que no hubo fugas de crudo, BP anunció anteayer el fracaso de Top Kill, una operación que no logró sellar el pozo, a 1500 metros de la superficie, con una inyección de varias toneladas de lodo pesado.

El gigante energético británico prepara ahora un nuevo método para contener el crudo. No obstante, sus directivos advirtieron que no será una solución completa, sino sólo paliativa, hasta que comiencen a funcionar los nuevos pozos.

La nueva estrategia consiste en cerrar, mediante robots submarinos, la tubería rota de la que mana el crudo y cubrir los restos con lo que es básicamente una gigantesca campana o embudo, para luego enviar el petróleo contenido hacia supertanqueros en la superficie.

Este cuarto intento tardará entre cuatro y siete días hasta que esté operativo. La petrolera precisó que no tiene garantías de que el sistema funcione, debido a que nunca se ha intentado a esa profundidad y el embudo no retendría todo el crudo derramado.

El derrame, calificado ya como el peor desastre ecológico en la historia norteamericana, comenzó el 20 de abril pasado cuando una fuerte explosión desató un voraz incendio en la plataforma Deepwater Horizon, que se hundió 48 horas después. En el accidente fallaron los sistemas de seguridad de la conexión principal, cuyas válvulas no lograron cerrarse. El diario The New York Times afirmó ayer que BP ya arrastraba desde el año pasado preocupaciones por la seguridad del pozo, en particular la válvula que debía cerrarlo en caso de accidente y la envoltura de las tuberías.

Estimaciones erróneas
El derrame se ha convertido en el peor de la historia, luego de que un panel de expertos contratados por el gobierno norteamericano considerara que la fuga alcanzaría entre 12.000 y 19.000 barriles diarios. Las cifras se encuentran muy lejos de los 5000 barriles por día que había declarado BP.

Según la Casa Blanca, entre la estimación más baja y la más alta, hasta el momento el pozo escupió entre 68 millones y 147 millones de litros de petróleo, que desde el 20 de abril alimentan una descomunal marea negra que se encuentra a la deriva en las aguas del golfo.

En declaraciones al programa Meet the Press, de la cadena NBC, la asesora de Energía y Medio Ambiente de la Casa Blanca, Carol Browner, confirmó ayer las evaluaciones de los científicos y opinó que el derrame es "posiblemente el peor desastre ecológico" que haya afectado a Estados Unidos.

"Eso quiere decir que hay más petróleo que fluye al Golfo de México que en ningún otro momento de nuestra historia. Y significa que hay más crudo vertido que en el naufragio del petrolero Exxon Valdez [en Alaska, en 1989]", agregó Browner.

La asesora de la Casa Blanca para Medio Ambiente también confirmó las peores estimaciones y pronósticos que alertan que es posible que el crudo siga manando en el lecho marino hasta agosto próximo.

La magnitud del desastre podría agravarse en las próximas semanas con la expansión de la marea negra, ya que la administración norteamericana espera la temporada de tormentas tropicales más intensa desde 2005, que prevé la formación de 8 a 14 huracanes.

Agencias AP, DPA, Reuters y ANSA

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BP anunció un cuarto intento para controlar "la peor catástrofe ecológica de EE.UU."

lanacion.com | Exterior | Lunes 31 de mayo de 2010


el dispreciau dice: se habla de indemnizaciones, culpas, irresponsabilidades, etc., pero las verdaderas culpas y sus propietarios, se preservan de la opinión pública, manipulando la información que emana de los medios, descalificando a las víctimas, a efectos de sostener la identidad del negocio por sobre todas las cosas. En este marco de carencias de vergüenzas, los pelícanos, delfines, tortugas (por solo mencionar a algunas de las especies perjudicadas) podrán reclamar indemnizaciones para entonces alimentar a sus crías con dólares, asegurando que se tornarán verdes, sin capacidades ciertas, sin alma... Es evidente que la catástrofe ecológica consecuente a un derrame imparable alcanza una envergadura tal que se torna inmedible. Sus efectos devastadores seguirán por tiempos intangibles, pero la intencionalidad demencial de seguir haciendo daño a cualquier costo permanece firme y deja en evidencia todas las mentiras que se proponen ante el cambio climático y los daños a la naturaleza. Una vez más, las víctimas son las gentes sin nombre, inocentes y apenas espectadores de su propia suerte, junto con una naturaleza cada vez más y más golpeada por la miseria humana con forma de billete. Pronto veremos lo mismo en Malvinas y los resguardados mares del sur... ¿no?. Mayo 31, 2010.-

domingo, 30 de mayo de 2010

DIVIDE Y SUCUMBIRÁS


Autor
Hugo E Grimaldi
Columnista de DyN

DE DOMINGO A DOMINGO [I]

La gente en la calle dejó un claro mensaje de diálogo e inclusión

Domingo 30 de Mayo de 2010 | Los ciudadanos salieron a buscar algo, quizás un modo diferente de hacer política, quizás a pedir por la institucionalidad perdida


BUENOS AIRES.- Desde lo académico, hay toda una corriente sicopolítica de explicación del fenómeno de la masividad de la fiesta del Bicentenario que pregona que la sorpresiva aparición de la gente en la calle durante el último fin de semana largo, sin altisonancias ni consignas y en un clima de respeto y tolerancia que hasta casi no registró episodios de inseguridad, pareció un modo silencioso de llamar la atención.

Quienes hacen este tipo de elucubraciones, sostienen que, en medio de una crisis de representatividad que abruma, los ciudadanos salieron esta vez a buscar algo, quizás un modo diferente de hacer política, quizás a pedir por la institucionalidad perdida o quizás, al estilo de Diógenes y portando cada uno su lámpara para que ilumine el camino y mirar mejor, a reclutar "hombres honestos" que sean de ahora en más sus nuevos líderes.

Otras interpretaciones más economicistas de la explosión callejera han marcado como determinante de la masividad cierta conveniencia de la gente en salir a gratificarse mediante espectáculos gratuitos, en medio de un oasis que los sacara de la crispación del día a día. También hubo quienes apuntaron a explicaciones más sociológicas, como la interacción de las masas frente a diferentes manifestaciones de la cultura, inclusive con cambios en algunos paradigmas de la historia, lo que se hizo evidente en la elección de los temas del desfile de cierre. Pero a la hora de dilucidar los por qué de un episodio tan avasallante como el vivido, habría que apuntar también que la aparición masiva de personas en la vía pública resultó algo bastante diferente a lo más conocido en materia de fervor cuasi espontáneo, ya que el mismo no se dio ni a la manera del "aluvión zoológico" de 1945 a favor del coronel Perón, ni mucho menos en defensa de los bolsillos, tal como ocurrió con los cacerolazos de 2001. Lo cierto es que, ante el fenómeno, todos los análisis previos sobre las miserias de la clase política que se manifestaron en el singular vedettismo de los faltazos, la puesta en marcha de actos cruzados o lo premeditado de las desinvitaciones, se estrellaron contra esa emocionante manifestación popular, ya que lo que no supieron hacer los dirigentes, lo hizo la gente en la calle en nombre de la unidad que inspiraba el 25 de Mayo y, lo mejor, sin preguntarle al de al lado qué pensaba o qué cosa quería en materia política, económica o social.

Este periodista cronicó el mismo martes situaciones que se vivieron en la calle, que bien podrían traducirse como mensajes hacia la clase política para que no subestime la madurez de buena parte de la sociedad que se nucleó bajo el celeste y el blanco de la escarapela común o de la banderita plástica del chico subido sobre los hombros del papá. Y especuló con que, probablemente, el desteñido desfile del sábado anterior lo hayan compartido fervorosos militantes de los derechos humanos con hijos o nietos de militares que sienten haber sido masivamente degradados o con la posibilidad de que la hija de un piquetero haya bailado en el festival del rock con algún taxista que sufre, como ninguno, los cortes diarios de las calles o bien con que un kirchnerista acérrimo se haya emocionado con Tchaicovsky frente al Teatro Colón, mientras que un miembro del PRO aplaudía a rabiar a León Gieco, algunas cuadras más allá. Un solo lunar hubo en la Capital Federal en cuanto a lo voluntario de la concurrencia (el otro se observó en Luján, en el Tedeum oficial), ya que, mientras la gran concentración estaba del Obelisco hacia el Sur, un grupo muy activo de militantes kirchneristas fue literalmente colocado en la Diagonal Norte para que la Presidenta y los mandatarios extranjeros sintieran el calor popular de las banderitas agitadas por chicos y grandes que cantaban consignas a favor del Gobierno, lo que contrastó nítidamente (y la televisión y los testigos han dado cuenta) con el fervor sólo patriótico del resto de la concentración.

La bisagra oficial
Luego de tamaña irrupción popular de varios millones de personas, la cultura cortoplacista de los políticos los llevó casi de inmediato a querer transformar linealmente esa manifestación en eventuales apoyos que podrían traducirse en votos y eso ocurrió no sólo en el kirchnerismo, que vio la oportunidad de elevar algo sus ratings en la consideración pública, sino también en la oposición, que se mostró por un rato, aunque en el día después, unida al oficialismo y caminando todos juntos, hasta ahora sólo para la foto.

Por el lado del Gobierno, la corriente de optimismo fue más que evidente ya desde la misma noche del 25, cuando la Presidenta comenzó la Cena de Gala en el Salón Blanco con tanta demora que los mandatarios extranjeros, salvo Hugo Chávez, ya habían retornado a sus países.

El cansancio había hecho mella en muchos, aunque otros parece que tuvieron cuerda como para brindar con champán del mejor por todo lo que consideraban que habían logrado en esos días. Ya sin la Presidenta, y en medio de la euforia por lo que se consideraba como una bisagra de mejores augurios hacia el trampolín kirchnerista rumbo a 2011, sólo faltó que la historia se repitiese y que un ministro bastante eufórico entronizara a Kirchner como "el primer Rey y Emperador de América", tal como el capitán Atanasio Duarte hiciera en 1810 con Cornelio Saavedra. Por entonces, cuando Mariano Moreno se enteró del episodio desterró a Duarte y dictó el célebre Decreto de Honores en el que se prohibieron los brindis de ese tenor, ya que ningún "habitante de Buenos Aires ni ebrio ni dormido debe tener expresiones contra la libertad de su país".

Al día siguiente, en Tucumán, en medio de encuestas de opinión pública que contienen mejoras de imagen y de intención de voto hacia él mismo, Néstor Kirchner intentó corregir cualquier actitud de triunfalismo, quizás para evitar que se lo catalogue de oportunista y, pese a que los miembros del PJ se llenaron la boca con la candidatura a Presidente del actual diputado, éste los desautorizó en público cuando pidió desde el palco que "se saquen la urnas de la cabeza". No obstante, el ex mandatario no pudo con su genio y cuando habló de los actos por el Bicentenario dijo que eran "del Pueblo", aunque en seguida reivindicó para el Gobierno su organización. Este cambio en la actitud del ex presidente marca cómo ha interpretado la presencia ciudadana en la calle. En ocasiones anteriores, cuando la gente salió en clima de protesta, él se paralizó y hasta se fue de Buenos Aires, como la noche de la primera marcha de Juan Carlos Blumberg. El síndrome del helicóptero que se llevó a Fernando de la Rúa de la Casa Rosada lo acompañó siempre y por eso buscó controlar la calle con fuerzas amigas. Así, ocurrió en los días de las peleas por la Resolución 125, cuando Luis D'Elía retomó la Plaza de Mayo cubierta por la gente del campo, aunque nada pudo hacer contra la manifestación multitudinaria de Palermo el día en que Julio Cobos pasó a ser un traidor. Desde un costado más de estrategia política, en otro tramo de su discurso tucumano, Kirchner siguió con su idea de los dos modelos, a la usanza de otros países que dirimen por derecha y por izquierda sus preferencias electorales y volvió a decir que lo interesante sería que, "ante las dos distintas visiones de país, las debatamos y que la gente decida". Si bien podría pensarse que el otro gran beneficiario de los actos de la semana pasada fue Mauricio Macri, ya que fue victimizado por la propia presidenta de la Nación al no concurrir al Colón, y que el Jefe de Gobierno porteño sería el contendiente natural de Kirchner, esta estrategia es la que menos le conviene al kirchnerismo porque la diferencia podría hacerla en la medida que los contrincantes se dividan, ya que él aspira a llegar a 40 por ciento y a sacar más de 10 puntos al inmediato perseguidor, lo que eliminaría el tan temido balotaje.

El chivo expiatorio
Pero está demostrado que el Gobierno no tiene paz y que la mayor parte de los problemas que le suceden están adentro, porque a las 48 horas del reacomodamiento pos festejos saltó en Santa Cruz la cuestión de los fondos de las regalías que el propio ministro de Economía provincial dio por esfumadas, aplicadas peso a peso a cubrir gasto corriente. Una aberración que se intentó corregir con la explicación que al 31 de diciembre último todavía había dinero en caja, de aquellos originales casi 600 millones de dólares que nunca se supo hacia dónde fueron y vinieron y a nombre de quién estaban, qué intereses ganaron y cómo se usaron.

Igual le sucedió a la Administración nacional con las apretadas de Guillermo Moreno para cerrar de palabra las importaciones, actitud que avaló el mismísimo ministro Amado Boudou, situación que no obstante no le impidió a la Presidenta, tras un sinnúmero de duras advertencias brasileñas sobre represalias, jurarle al presidente Lula que "ni hubo ni habrá" freno a las importaciones de ese país.

Por supuesto que en ambos casos, y una vez más, el chivo expiatorio ha sido el periodismo, que según los lenguaraces oficiales tergiversó con maldad las declaraciones grabadas del santacruceño o difundió las quejas de importadores y camioneros parados en la frontera, o las amenazas de los diplomáticos de la Unión Europea o el cierre ya consumado de las ventas de aceite y porotos de soja a China o el conflicto con la India por insumos de telecomunicaciones.

De ninguna de estas cosas quiso saber nada durante cuatro días la gente en las calles, pese a la lluvia o a la incomodidad. Con sus vítores o con sus silencios ha dicho cosas de cara a la clase dirigente y habría que esperar que alguien comience, no por especulación de seguir a la gente sino para liderarlos, a interpretar ese mensaje tan claro de unidad, diálogo e inclusión social. Casi como lo que propugnó la Iglesia en todas sus homilías. Parafraseando a Eva Perón: "quien quiera oír que oiga". Copyright 1998-2010 - La Gaceta - Todos los derechos reservados. [TUCUMÁN]
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380964/Opinion/gente_calle_dejo_un_claro_mensaje_dialogo_e_inclusion.html




| EN ADEPA. González Fraga compartió una cena con líderes periodísticos.

POLITICA ECONOMICA [II]

"Tenemos el enorme desafío de ser como Canadá porque Brasil será como EEUU"

Domingo 30 de Mayo de 2010 | González Fraga dijo que el Gobierno pierde la oportunidad de frenar la pobreza en el país


A partir del concepto de que la oposición no existe y que el Gobierno no pasa del 2011, el economista y empresario Javier González Fraga habló ante los editores de diarios de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), acerca de la realidad económica, la situación internacional y el futuro de la Argentina.

El presidente de la entidad, Gustavo Víttori, presentó al orador invitado en la cena mensual de camaradería celebrada en Buenos Aires, junto a un nutrido grupo de editores y con la presencia de la senadora por Córdoba, del Frente Cívico y Social, Norma Morandini.

"La Argentina enfrenta una buena oportunidad, pero obnubilada por la neblina", dijo González Fraga y aclaró que se refería a que "no lo queremos ver y creemos que estamos mal". "El mundo está complicado pero Argentina está bien ubicada porque sus principales clientes, Brasil y China, están bien. Tenemos el enorme desafío de ser como Canadá porque Brasil será como Estados Unidos en poco tiempo, ya que están dadas las condiciones y tiene vocación imperial", pronosticó González Fraga.

El disertante explicó que "Canadá le vende autos y productos con valor agregado a Estados Unidos y nosotros tendremos que hacer lo mismo con Brasil. Ustedes no verían nunca a Estados Unidos exportando soja en bruto, sólo una vez lo hizo Cargill y le declararon un boicot durante seis meses".

El invitado de Adepa recordó que durante una conversación que mantuvo con el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, le dijo: "usted no tiene que estar orgulloso de los camiones de soja que salen hacia el puerto. Usted tiene que procurar que salgan pollos, lácteos y carnes". El economista criticó "la oposición absurda que hicieron frente a la decisión del Gobierno de pagar la deuda con reservas", porque consideró que eso es lo más normal en todo el mundo.

También recordó que cuando era presidente del Banco Central en 1989 "compramos U$S 400 millones y usé U$S 170 millones para pagar deudas con el FMI, pero de eso no salió ni una línea".

Cuando se refirió a los enfrentamientos políticos, opinó que el "Gobierno agrede permanentemente e inventa enemigos donde no los hay y que la oposición hace los mismo". "Los grandes errores cometidos en la historia de nuestra economía fueron la convertibilidad, el corralito y la intervención del Indec", dijo González Fraga. Además, consideró un "pretexto absurdo" el ocultamiento de los verdaderos índices para que no repercutan en la indexación de la deuda externa porque "el descrédito significa un costo mayor y el Gobierno puede conducir las expectativas creándose metas inflacionarias adecuadas, por ejemplo del 20%".

El orador se refirió a los niveles de pobreza y cuestionó que "si bien las expectativas económicas son buenas, la relación entre riqueza y pobreza es de 32 veces, mientras que en los años 50 era de ocho veces". "El 30% de la población -agregó- está excluida por los embarazos adolescentes, la droga, la desnutrición infantil y las tres millones de familias que no tienen una vivienda adecuada. Los reclamos de la sociedad pasan no sólo por más seguridad, sino por esa pacificación de integrarnos y de parecernos más".

"Yo estoy convencido de que este Gobierno no dura más del 2011. Si miramos bien las encuestas, no pasan de la segunda vuelta. Pero la oposición no existe, es dispersa. Deberían estar pensando en políticas concretas", reflexionó González Fraga.
Copyright 1998-2010 - La Gaceta - Todos los derechos reservados. [TUCUMÁN]
http://www.lagaceta.com.ar/nota/380981/Argentina/Tenemos_enorme_desafio_ser_como_Canada_porque_Brasil_sera_como_EEUU.html



Historia de cinismos y persecuciones [III]
Por Joaquín Morales Solá

Noticias de Opinión: Domingo 30 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa

Néstor Kirchner suele mostrar a sus oyentes privados encuestas que le dan a él un 31 por ciento de intención de votos para presidente. Son mediciones de dos agencias que han hecho tantos trabajos para el Gobierno como la cantidad de errores que han cometido. Ninguna empresa seria de mediciones de opinión pública llegó a semejantes cálculos. Kirchner suele juntar esas cifras y la monumental repercusión popular del Bicentenario para asegurar que está en condiciones de retener el poder. Exultante, describió un ministro el estado de ánimo en Olivos por las fiestas de Mayo.

Los Kirchner tienen, sin embargo, dos problemas. Uno consiste en que ni la historia ni la política son estáticas, sino dinámicas y cambiantes. El otro problema es insalvable porque reside en la comprobación simple de que la Argentina no está en Marte, sino en medio de un mundo acosado por crisis económicas y financieras implacables. Cualquier crisis de esas características se convierte en una pandemia con amplias secuelas en todos los recovecos del mundo. La Argentina está incluida.
La inestabilidad financiera que asedia esta vez a Europa ya ha hecho estragos en la economía y la política de muchos de sus países, cuando no en todos. La propia recuperación norteamericana es la convalecencia de un enfermo muy débil; el mismo Barack Obama influyó personalmente para que se concretaran los ajustes fiscales del español Rodríguez Zapatero. Una deducción es inevitable: la poderosa economía norteamericana podría trastabillar otra vez ante una crisis mayor de la economía de España. Así de interconectado está el mundo de hoy. Los Estados Unidos y Europa son receptores importantes de las exportaciones argentinas.

Rezagada por los estertores de una crisis inacabada, es probable que la economía mundial tenga el año próximo un crecimiento económico menor al previsto. Las exportaciones argentinas tendrán, por lo tanto, mercados más restringidos y los precios de las materias primas bajarán, aunque nada indica que se derrumbarán. Los mercados financieros están muy cautelosos; la Argentina no recibirá ningún crédito. En tiempos de oscilaciones, el dinero se vuelve conservador y sólo se detiene en la calidad de los deudores, que el país de los Kirchner no puede ofrecer. Ya tuvo una primera prueba: desaparecieron los 1000 millones de dólares frescos prometidos junto con el canje de la deuda en default, que tuvo un resultado magro.

La conclusión de todo eso es que la Argentina crecerá en 2011 a un ritmo menor al de este año, según el análisis de economistas privados y de organismos internacionales. Deben incluirse los propios desmadres locales. La impronta de los sindicatos está atizando el fuego de la inflación, pero también la desesperación del Gobierno por usar fondos del Estado, las reservas nacionales entre ellos.

Menor crecimiento, mayor inflación y la inseguridad jurídica que pulverizó las inversiones nacionales y extranjeras no construirán nunca una buena oferta electoral para ningún gobierno. ¿Creen los gobernantes que los argentinos votarán dentro de un año y medio influidos por la resaca del Bicentenario y no por los problemas cotidianos de entonces? Si esa fuera la ilusión del oficialismo, entonces no ha hecho ningún esfuerzo para comprender las históricas reacciones sociales.

Aquellos problemas podrían agravarse por dos razones. Nadie descarta, por un lado, un giro más dramático aún de la crisis internacional. Y, por el otro, la Argentina no ha resuelto, más que con palabras cargadas de hipocresía, su último diferendo comercial con el mundo. Las señales que llegan de Europa por las trabas argentinas a las importaciones de alimentos son alarmantes: Quieren sangre, exageró un funcionario argentino que escuchó esos mensajes. Brasil podría empezar por cerrarles las puertas a las exportaciones argentinas de aceitunas en conserva, que van casi totalmente al país vecino y que benefician a gran parte de la economía del norte argentino. Los europeos prometieron enfurecerse aún más si hubiera sólo una solución para Brasil y no para el resto de los países.

Lo que ofende es el cinismo. La frase corresponde a un importante funcionario de Brasilia. Se refería al discurso de la Presidenta que ratificó que no existen ni existieron trabas para la importación de alimentos. Las compras argentinas de alimentos se redujeron a cero en las últimas semanas. Esa es la realidad, aunque no exista ningún papel firmado por nadie en Buenos Aires, argumentaron en Brasil. Los europeos padecen los mismos efectos de la clandestinidad del Estado argentino: no pueden hacer denuncias ante la Organización Mundial del Comercio porque no cuentan con la prueba de ningún papel oficial argentino.

La hipocresía tuvo anécdotas memorables. El gobierno argentino está frenando un envío de duraznos en almíbar de Grecia. Las exportaciones argentinas de alimentos a Grecia duplican las importaciones de ese país, castigado por una durísima crisis económica y social. La Presidenta viene de una cumbre en Madrid donde lloró por la crisis griega y culpó al capitalismo de esos estragos en la tierra de Aristóteles. Ya en Buenos Aires, despachó con increíble frialdad a los griegos y a su comercio.

Los frenos colocados clandestinamente por Guillermo Moreno deberían comenzar a funcionar pasado mañana. Fueron aprietes verbales a los supermercados y órdenes, también verbales, a los organismos sanitarios que deben autorizar las importaciones. Ningún decreto, ninguna resolución, ningún informe al Congreso sobre los cambios producidos de hecho en la política de comercio exterior del país. ¿Acaso el otrora prestigioso Indec no cayó también abatido por esas formas nuevas de la vieja clandestinidad?

Dicen que el Gobierno podría devolver a Moreno a su casa para reconciliarse con la clase media después de la algarabía del Bicentenario. Difícil. Moreno no es una reciente decisión errónea de la administración. Lleva siete años con los Kirchner y sólo ejecuta, ciego y sordo, las instrucciones del matrimonio presidencial. Cuando se vaya Moreno, ¿se quedará Kirchner?, preguntó irónico un legislador oficialista. Dicho de otro modo: ¿qué sentido tendría sacar a Moreno si Kirchner, jefe e inspirador de aquel, continuara como jefe político del Gobierno?

Amado Boudou podría ser reemplazado por Débora Giorgi cuando el actual ministro de Economía haya demostrado lo que ya es evidente: su absoluto fracaso. Giorgi, sumisa y disciplinada ante los humores de Cristina Kirchner, viene trabajando desde hace rato en una reunificación de toda el área económica de la administración. Cristina nunca se empalaga ante esas pruebas de lealtad incondicional de la ministra y le devuelve los gestos a Giorgi con referencias a ella hasta cuando no necesita hablar de ella.
Los Kirchner no hablan del futuro. No existió el porvenir en ninguna expresión del Bicentenario. Su pelea permanente es con la historia en un incesante combate cultural. Luchan por instalar una visión ideológica de las luchas armadas de los años 70, por el predominio de políticas económicas de los años 50 y, ahora, por ganarle la batalla al Centenario de 1910.

En ese contexto de un pasado omnipresente debe incluirse el proceso judicial de ultraje y vejación que sufrieron los jóvenes Herrera Noble, hijos de la directora de Clarín. Aun cuando fueran víctimas de las violaciones de los derechos humanos en los 70 (lo que no está probado), ¿por qué los sometieron a un proceso de acoso y persecución propio de victimarios? ¿Por qué la humillación humana a personas que no hicieron nada?

El derecho a la verdad del pasado, que existe, no es más importante que el derecho a la intimidad de las personas en el presente, que también existe. La Justicia no está habilitada, además, para ordenar la cacería y el maltrato de ningún argentino inocente.

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Historia de cinismos y persecuciones

Por Joaquín Morales Solá

lanacion.com | Opinión | Domingo 30 de mayo de 2010


el dispreciau dice: dentro de los extraños criterios que exhibe el poder está aquel que reza: "cualquier triunfo es mío, las derrotas son de todos (o bien de los otros)"... y se aplica a rajatabla. Tanto es así, que ahora el bicentenario es patrimonio del poder y sólo de él, cuando en verdad el mensaje ciudadano fue bien otro (como siempre). Indudablemente el ruido que hay en el poder no permite escuchar al otro (cualquiera sea éste) y desvela la intencionalidad de apoderarse del éxito, si que hay algo de que apoderarse (queda poco). Sordos ante el prójimo, no sintonizan el mensaje, el que se produjo por simple consonancia social, convergencia de intenciones de contar con un país que sea vivible, con identidad propia, parecida a nada de lo conocido (todo malo), donde el científico sea reconocido como tal, al tiempo que el trabajador sea reconocido por su esfuerzo, pero como los roles están alterados, los trabajadores son esclavos y los científicos son pensadores sin tiempo a los que hay que tener guardados en algún altillo. Para ello, el poder debe desconocer y despreciar, y se hace culto del modo, como si se tratase de una ley universal, aplicable aquí y allá, factor común que caracteriza a los poderes políticos de este desquicio llamado planeta Tierra... Junto con ellos, perduran los criterios económicos que como ya sabemos están viciados conceptualmente y vacíos de moral, a tal punto que en la peor catástrofe petrolera-minera de la historia, queda revelado la incapacidad tecnológica para lidiar con un error que más allá de su costo económico, está produciendo el mayor daño ecológico de la historia humana, esto es fabricado por la impericia y la negligencia del hombre, con el sólo afán de juntar un barril más... (¿pretenderán hacer lo mismo en Malvinas?). Y aunque las evidencias se suceden, la barbarie no acaba. Error tras error, no habilita a mejores reflexiones... por el contrario, revela una vez más cinismo y empecinamiento (¿habrá algo en el poder que nubla las neuronas y oscurece las almas?). El poder mundial (en cualquiera de sus formas y expresiones) está decidido a sostener el concepto "divide y reinarás", porque no atina a comprender que todas sus jugadas han conducido a los humildes mortales (90% del conjunto humano) a ser descartables, esclavos, despreciados, y esencialmente excluyendo al 70% de la humanidad de cualquier posibilidad de vida digna. Pero en esas mismas jugadas huecas, compitiendo consigo mismo, ese mismo poder se ha ido ahogando al romper fronteras, banderas, y aislamientos... la electrónica ha hecho el resto y hoy, los dispreciaus como yo, andan más rápido que los noticieros, sus agencias nutrientes, los periodistas de opiniones compradas y las otras vendidas, entonces la opinión que se forma es legítima, genuina a los sentimientos, obviando las manipulaciones inducidas de los unos (poderes) y los otros (medios). Los economistas andan perdidos en un océano de contradicciones y burradas, pretendiendo como siempre que les cierren los números de los libros mientras dos tercios de la humanidad se muere de hambre, e insisten en el modelo porque es el único que aprendieron en los claustros... no se les cae una idea, porque no la tienen (nunca la tuvieron y los hechos están a la vista de quien los quiera ver). El Fondo Monetario Internacional es una mentira internacional no distinta al circo de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, Davos, o tantos otros que hacen de la estadística un culto, pero se olvidan que el hombre no es un número... Y en este contexto aparecen mensajeros divinos que proclaman la necesidad de parecerse a éste o aquel, restándole a las sociedades posibilidad de distinguirse por sus cualidades... Argentina sólo debe parecerse a Argentina, los canadienses ya tienen suficiente con intentar ser lo que son y sustentar el modelo que se han impuesto. Por su parte, el día que Brasil se parezca a Estados Unidos de Norteamérica sucumbirá definitivamente y se transformará en una sociedad enferma, despreciando su actual "alegría por la vida" que la caracteriza. Empeñarse en ser como el otro, implica dejar de ser lo que uno potencialmente puede alcanzar per se, y ello contribuye a destruir sociedades por el mero hecho de sintonizarse con algo que no les propio, inherente o afín. El mundo de las guerras se ha exterminado a sí mismo, pero los poderes no lo entienden... El mundo de las economías de mercado se ha exterminado a sí mismo, pero los poderes no lo entienden... El mundo de las estadísticas se ha exterminado a sí mismo, pero los poderes no lo entienden... El mundo de las ciencias por las conveniencias se ha exterminado a sí mismo, pero los poderes no lo entienden... El mundo de la depredación de los recursos naturales se ha exterminado a sí mismo, pero los poderes no lo entienden... pero los poderes no lo entienden... pero los poderes no lo entienden... sin alma, sin neuronas, y con segundas intenciones, no se conduce. Con discursos vacíos, tampoco. Mayo 30, 2010.-

sábado, 29 de mayo de 2010

MUERTE SOCIAL


La muerte de una sociedad
Julio César Moreno
Para LA NACION

Noticias de Opinión: Sábado 29 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa

John Gray, de la Universidad de Oxford, escribió en 1997 un ensayo sobre los cambios de época, cuyo primer capítulo se llamaba "La extraña muerte de la Inglaterra tory ". Hablaba de la destrucción del conservadurismo británico por la ideología y las políticas de la nueva derecha. Y decía que la radical liberalización de los mercados iniciada en 1979 "ha supuesto, entre otras cosas, la destrucción de los grupos de interés económico y de las jerarquías sociales sobre el que se asentaba el conservadurismo anterior a la era Thatcher".

Gray, además, profetizaba que ese colapso del Partido Conservador había creado las condiciones necesarias para un prolongado período de hegemonía laborista, cosa que se confirmó con el retorno al poder del Partido Laborista y el liderazgo de Tony Blair, que duró más de una década.

Pues bien, los tories han ganado las recientes elecciones parlamentarias en Gran Bretaña y se preparan para formar un nuevo gobierno en alianza con el Partido Liberal Demócrata, que tuvo un excelente desempeño en las urnas y llegó tercero, detrás de los laboristas. Y lo interesante de destacar es la estabilidad y regularidad del sistema político británico, en el que los partidos tradicionales que tienen más de un siglo de existencia (conservadores y laboristas) se alternan en el gobierno, con el concurso de una tercera fuerza, la liberal-demócrata, que, de algún modo, también puede considerarse un partido tradicional, ya que tiene varias décadas de vida. Ello contrasta con los grandes cambios políticos y la alta movilidad del voto que se observa en otros países, como Italia, Francia o Austria.

Pero estas elecciones británicas, como antes las regionales francesas e italianas, se dan en el marco de una grave crisis económica internacional, que ha hecho eclosión en Grecia, pero afecta a toda Europa. Esto parece dar la razón a John Gray en cuanto a los efectos destructivos de la "radical liberalización de los mercados", que comenzó en 1979, y el proceso de globalización económica que le siguió.

Pero Gray fue más escéptico en su ensayo de 1997, cuando dijo: "El neoliberalismo no es, como muchos han creído desde la izquierda, un simple episodio histórico, sino que, por el contrario, ha transformado de manera irreversible el paisaje social e institucional de Gran Bretaña". Y la pregunta de rigor es esta: ¿sólo en Gran Bretaña? Porque parece ser que es el mundo entero el que está sufriendo las consecuencias de esa transformación regresiva.

De todos modos, hay una segunda pregunta: ¿se trata de una regresión irreversible? Porque lo que hoy discuten los países desarrollados es si es posible restablecer el equilibrio entre Estado y mercado, y frenar los flujos financieros desbocados y las burbujas inmobiliarias y de otro tipo. Y las miradas se dirigen ante todo a Estados Unidos, que es el país que puede impulsar ese cambio.

El rescate de Grecia, el cambio de política del FMI y la reforma del sistema financiero y bancario en que está empeñado el presidente Barack Obama apuntan en esa dirección, pero todavía es prematuro decir si ese cambio es posible, ya que "la extraña muerte de la Inglaterra tory " descripta por John Gray" se ha extendido al resto del mundo.
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La muerte de una sociedad

Julio César Moreno

lanacion.com | Opinión | S�bado 29 de mayo de 2010


el dispreciau dice: las confusiones conceptuales son evidentes, curiosamente bajan en forma de mensajes en discursos de funcionarios y poderes políticos, dejando en claro, que el asunto se focaliza en hablar, desmereciendo los contenidos, despreciando las promesas (eventuales), y manipulando los sentimientos ajenos. En este contexto muchas son las sociedades que están en curso de "muerte", sin saberlo, sin aceptarlo, inconscientemente... la colisión de sensaciones humanas, enfrentada con los sueños que le dieron origen y las realidades que las han sometido, esclavizándolas, parecen ser una determinante angular de cara al futuro, un futuro casi imperceptible cuando se consideran la evolución de variables que prescinden totalmente de las intencionalidades humanas de los pocos, y también de los muchos. El cambio climático se declama, se estudia, se guitarrea (diríamos aquí), pero las iniciativas para modificar la conducta humana que daña al medio ambiente, no pasa del estado de utopía... El control del armamento nuclear (y otros equivalentes, como el bioterrorismo desarrollado en los últimos diez años hasta límites insospechados) se declama, se discute, se guitarrea (diríamos aquí, al modo de una payada plena de estupideces), pero las iniciativas reales para terminar con el anacronismo de sociedades armadas para defender ¿qué?, ¿fronteras?, ¿banderas?, ¿gentes empobrecidas?, ¿marginados?, ¿excluidos?, o intereses de unos pocos oportunistas que se han apoderado de los esfuerzos ajenos para luego pavonearse como dueños del mundo... todo enseña que las iniciativas son mentirosas intrínsecamente, y mientras se habla de terminar con las armas, los mismos que dicen terminar con ellas, son quienes las fabrican, las venden y las imponen a culturas diezmadas, con el sólo objeto de acrecentar bolsillos soberbios y exterminar a esas mismas culturas que no saben qué defienden, ni para qué lo hacen. Así las cosas, todo se ha tornado descartable a ultranza, comenzando por el propio ser humano. De este modo, los organismos financieros internacionales, viciados de nulidad en sus propias esencias, y luego de haber demostrado plenamente su incapacidad e inutilidad operativas, reviven a manos de estados de crisis inducidas, por caso Grecia, España, Portugal, Irlanda, etc., se convierten en víctimas que ocultan el verdadero problema, que el sistema económico-financiero mundial no da para más. Las víctimas de estas circunstancias prefabricadas intencionalmente para disimular las historias de los verdaderos culpables (Reino Unido de Gran Bretaña y Estados Unidos de Norteamérica) condenan a sus sociedades a vivir limitadas, mientras los responsables siguen lapidando fondos en nombre de los valores, la moral y la democracia (todo mentira). Consecuentemente, los poderes políticos mundiales hablan de democracia pero ocultan un temible despotismo, dictaduras que contienen conductas propias de un terrorismo de estado para nada distinto a lo cursado allá por los sesenta y setenta... Detrás viene la búsqueda de culpables, caza de brujas bien conocida, Irán, Irak, y todo aquello que los anglosajones no comprenden bien (a conveniencia), desprecian, pero usan a discreción (históricamente ha sido así). En este paisaje de contradicciones, muchas sociedades están muriendo a manos de ellas (contradicciones) y como víctimas propiciatorias inducidas para sacrificios que salven las impericias y negligencias de los que hablan de democracia pero esconden conductas imperiales terribles, despóticas y esencialmente piratas de sentimientos, valores y sueños, ni qué hablar de esfuerzos. Así la sociedad humana es mayormente esclava de mentiras aceptadas como prudentes y apropiadas, al tiempo que dos tercios de la humanidad está excluida de todo y sin alternativa alguna para salir de dicha situación. Cabría preguntarse, ¿quién es el verdadero muerto?... indudablemente las sociedades enfermas, consumidoras de drogas hasta el hartazgo, impulsoras de la violencia como método de vida, obesas en sus cuerpos y en sus neuronas, no están aportando otra cosa que no sea zozobra. Las sociedades que pretendan sobrevivir a esta penuria que no es propia del sentido último de la vida, deberán tomar inmediatamente distancia, recreando un nuevo sistema y un mejor modelo, cierto y equitativo. Seguramente, como es costumbre, se ofrecerán premios a ídolos de barro y se descalificará a los detractores (los que se atrevan, pocos por cierto) de este apocalipsis pleno de vergüenzas no asumidas. Hablando de evidencias, todo indica que la humanidad que está en proceso de muerte, será la que finalmente sobrevivirá, herida, pero lo hará... mientras que los mentores de toda esta debacle terrestre, perecerán a manos de sus propias medicinas, ahogados en sus propias mentiras y justificaciones. Mayo 29, 2010.-

viernes, 28 de mayo de 2010

PIRATAS CIBERNÉTICOS: LA PRIVACIDAD EXTERMINADA


Testimonio
Piratas en la Red
Alicia Dujovne Ortiz
Para LA NACION

Noticias de Opinión: Viernes 28 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa

Todo empezó con un mensaje enviado a mi dirección de correo electrónico y escrito en el colorido idioma al que los franceses llaman petit nègre : una lengua francesa robusta, imaginativa y plena de sabores picantes. La remitente contaba que, a punto de morir, había decidido legarle su fortuna a algún feliz desconocido elegido al azar.

Hallados mis datos por intercesión divina, me nombraba su heredera. Naturalmente, era necesario completar un cuestionario con mi dirección, teléfono, número de documento y número de cuenta, para que un banco de un país africano hiciera la transferencia a mi nombre. No contesté.

El segundo mensaje era muy similar, incluido el estilo. Una mujer a punto de morir, etcétera. La única diferencia estaba en el país de Africa cuyo banco me enviaría una suma en euros bastante jugosa. Tampoco contesté.

La tercera me convenció de la inocencia (verbal) de sus autores: esta vez la agonizante altruista continuaba con sus ayes y con su fervor religioso, pero aunque su banco seguía siendo africano, ella se presentaba como belga.

Fue una gran decepción: yo había pensado que los dos primeros mensajes eran el fruto de una sabia reconstrucción idiomática y hasta me había imaginado a dos tramposos parisienses matándose de risa mientras redactaban el mensaje en un francés no por básico menos suculento. Ahora comprendía mi equivocación: si los redactores le atribuían el engendro a una belga, era porque creían sinceramente estar escribiendo en francés de veras; por inculta que la tal belga fuera, nunca habría logrado reunir semejante amasijo de faltas de ortografía, a menos que fuera flamenca y no valona. Sin embargo, costaba concebir que ninguna belga, valona o flamenca, hiciera gala de una fantasía tan tropical.

Quizá debido a esta desilusión de orden estilístico, respondí rogando con cierta bronca que me dejaran en paz. Al día siguiente recibí un mensaje entusiasta. Mi tercera donante se mostraba "encantada de mi decisión" y volvía a pedirme mis datos personales.

Acababa de cometer un primer error, causado por uno de los pecados capitales: la ira. Pronto cometería uno más grave, causado por el miedo, que no es pecado capital pero debería serlo y que, en todo caso, figura en buen lugar entre las emociones negativas más desechables.

Este mensaje no venía del Congo ni de Senegal sino del propio servidor que maneja mi cuenta: Gmail. Estaba redactado con seriedad y utilizando los términos oficinescos de rigor. "Durante los últimos días usted ha recibido archivos pesados -me decían-. Si no tenemos su dirección de correo electrónico alternativa y su contraseña, deberemos eliminar su Google Bzzz (o Brrzzz, o algo parecido a un zumbido de abeja mezclado con chuchos de frío) dentro de las 24 horas y sin otro preaviso."

Yo había recibido archivos pesados, es cierto. Pero les contesté que no entendía su pedido (por orgullo no agregué que no tenía la menor idea de lo que significaba la onomatopeya bzzz o brrzz). En cambio, lo de las 24 horas sin preaviso me recordaba centenares de amenazas similares, en general bancarias, y el estilo me traía nefastos recuerdos.

Un detalle no concordaba en el mensaje: el infinitivo en lugar del participio. Los remitentes ponían " vérifier ", verificar, donde habría correspondido " vérifié ", verificado. ¡Pero tantos franceses escriben con errores en su propia lengua! "Esta es una falta muy difundida", me dije, no sin recordar una historia que tuvo lugar en Francia hace unos años, donde un infinitivo salvó a un hombre de enmohecerse entre rejas.

Una mujer culta y adinerada fue asesinada ferozmente en el garaje de su casa. En la pared, escrito con su sangre, se leía: " Omar m´a tuer " (Omar me matar). Lo correcto habría sido " Omar m´a tué " (Omar me mató). La falta es común porque al oído tué y tuer suenan igual. Omar era el jardinero árabe, que respondía, por eso mismo, al estereotipo del culpable y fue a parar a la cárcel. Pero el argumento del tiempo verbal sirvió para dejarlo en libertad: la mujer asesinada no pudo haber escrito eso ni en punto de muerte, sostuvo el abogado defensor del jardinero. El asesino debió ser alguien que aprovechó la ocasión para encajarle la culpa al desdichado Omar, estampando su acusación con la sangre de su víctima.

Acordarme de tuer y de tué y compararlos con vérifier y vérifié no me sirvió de mucho. Horas después, recibí un segundo mensaje, también supuestamente de Gmail y concebido en términos aún más convincentes. Fue entonces cuando el cuasi pecado capital del miedo me empujó a cometer otro, quizá venial, al que llamaré pecado de zoncera. Les di la contraseña, nomás, y me olvidé del asunto.

No pasó mucho tiempo antes de que la primera amiga me llamara con ese tono compungido y suavecito con que solemos dirigirnos a los enfermos, preguntándome: "¿Estás bien?". Como no recordaba estar mal le contesté con indisimulable irritación: "Sí, claro, ¿por qué?". "Porque acabo de recibir un mensaje tuyo donde pedís ayuda." Me acordé de los piratas electrónicos, esos personajes misteriosos de los que tanto se habla, y atiné a responderle conservando, todavía, la calma: "Es trucho, yo no fui".

A partir de ese momento, el teléfono no paró de sonar. Aparte de que me llamaban de Buenos Aires, pero también de París y de varias otras ciudades francesas, o de Madrid, o de México, o de Belgrado, cada llamada aportaba su granito de arena. Todos mis amigos y conocidos del mundo entero, 700 en total, habían recibido el mensaje.
Dado que obviamente yo misma no fui la destinataria, lo conozco de oídas, que no de vistas. Primero venía un primer texto inconexo y como balbuceante que decía, en dos pseudoidiomas (un castellano de traducción informática y un francés de ultramar): "Pedido de ayuda. Necesito hablar usted. No contesta mail".

Los audaces que contestaron lo mismo por su cuenta y riesgo se encontraron con una larga novela, igualmente pseudo-bilingüe, en la que yo presuntamente me lamentaba de haberme dejado embaucar por unos africanos con el cuento de una herencia; que al llegar a Abidjean, Costa de Marfil, esos sinvergüenzas me habían alojado, para mi gran felicidad, en un hotel cinco estrellas; pero que ahora, para cobrar la herencia, me exigían el pago de 12.000 euros (con el correr de los días me fui cotizando y devaluando, lo mismo que el euro: subí a 50.000 y bajé a 300), y que me encontraba presa en un hotel de esa ciudad africana, rogando a mis amigos que mandaran la plata para liberarme. Como conozco Abidjean, me dejé acunar unos instantes por el grato recuerdo. Duró poco: cuando intenté abrir mi cuenta de Gmail, mi contraseña no era válida.

Los que hemos creído en la relativa seguridad del ciberespacio solemos no anotar las direcciones de correo electrónico en una simple libretita, sino guardarlas en la lista de contactos. Por otra parte, nuestros amables servidores las guardan sin molestarnos con tales nimiedades y uno se siente protegido por una corte de hombres sabios que velan por nuestro bienestar.

Todo se derrumbó en un instante: no poder acceder a mis mensajes significaba también haber perdido mi lista de contactos, vale decir, cierta cantidad de personas cuyos datos recuperaré con el tiempo y otros más alejados a las que nunca más lograré pescar en el océano virtual donde ahora nadan. A la consiguiente sensación de soledad se sumó un pánico de naturaleza práctica: ¿cómo transmitir mensajes a quienes trabajan conmigo, cómo enviar mis textos a un editor o mis artículos a un diario?
Estas incertidumbres todavía revelaban mi ignorancia. Rescatar esas direcciones era el menor de mis problemas y, me atrevería a sugerirlo, el de las 700 personas implicadas en este asunto sin comerla ni beberla.

Cuando cierta mañana un amigo que me llamaba desde París me contó que el ladrón chateaba diariamente a mi nombre pidiendo sumas cada vez más modestas, el pobre, y cuando mi hija me avisó, también desde París, que mi nieta le había mandado un mensaje firmado por mí, comprendí la magnitud del desastre.

Mi doble, el ciberchorro, no puede haber entrado en la cuenta de mi nieta como lo hizo con la mía, porque no tiene la contraseña, pero sí en sus mensajes. De modo que se sumó, cariñoso, al diálogo familiar. Dadas sus tendencias novelescas, nada tendría de raro que este mellizo informático que me ha salido empezara a enviar mensajes de un integrante de mi lista al otro, mezclándolos en un infernal batiburrillo, parecido al de mi cabeza en este momento y que abarcaría gran parte del planeta.

Mi hija decidió jugar el juego y contestarle ofreciéndole enviar unos euros a la dirección que le indicara. El Sandokán de los espacios virtuales respondió dando su nombre y el de su hotel, en Abidjean, es claro. Con esos datos mi hija fue a la ciberpolicía parisiense, que prometió ocuparse. Por mi parte, cambié de dirección. Es todo lo que por ahora se puede hacer, aparte de golpearse el pecho. Lo otro es meditar.

Temas de meditación no nos faltan. En primer lugar, la ya mencionada zoncera. Si mi irritación fue creciendo, hasta rozar una violencia, por la que pido disculpas a quienes me llamaron inquietos, fue porque la ingenuidad que demostraban al suponerme realmente en peligro reflejaba la mía al entregar la contraseña.

Es que frente a las agresiones de un nuevo tipo no tenemos defensa. No en mi generación, al menos: la única que me llamó a decirme las palabras justas con el tono justo fue mi nieta menor, que declaró, con gran poder de síntesis: "Abu, son hackers", y agregó: "Los vi en un programa de la televisión francesa, son pibes desocupados de varias ciudades de Africa que se pasan el día en el locutorio tratando de agarrar a alguien".

Los demás preocupados oscilaron entre dos extremos que me hicieron de espejo: ellos se habían avivado de todo, qué duda cabe, pero por si acaso se lo creían.

Y como segundo tema de meditación mencionaré, sin engolar la voz, o tratando de no hacerlo, el sentimiento de pérdida derivado de una auténtica violación de identidad y la ingravidez que proporciona el hecho de saberse, literalmente, al aire.

Curiosamente, lo más indignante del caso me ha resultado que alguno de mis conocidos pudiera atribuirme la autoría de textos tan bochornosos. Estoy segura de que tampoco yo, ni derramando sangre a raudales, habría sido capaz de escribir Omar m´a tuer .

A propósito de muertes gramaticalmente correctas, el ejemplo que me viene a la mente es el del gramático jesuita Dominique Bouhours, que se murió pronunciando su célebre frase " je m´en vais ou je m´en vas, car l´un et l´autre se dit ou se disent ". No hay traducción exacta, pero una versión aproximativa podría ser: "Me voy o me estoy yendo, ya que lo uno y lo otro se dice, o se dicen".

Dudo de que cuando me muera me asalten cavilaciones lingüísticas tan sutiles, pero, conociéndome hasta donde es posible, confío en no morirme cometiendo errores de lenguaje, así la muerte me halle en Abidjean.
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Alicia Dujovne Ortiz

lanacion.com | Opinión | Viernes 28 de mayo de 2010


el dispreciau dice: alcanza con opinar contrariamente a algo, que inmediatamente aparecen sutiles bloqueos que van creciendo, haciéndose más complejos, hasta que finalmente dejan evidencias plenas de que estás siendo observado, permanentemente... Me sucedió luego de un curioso desencuentro con un Gobernador, allá por el 2003. Pero nunca terminó allí, ya que me invadieron los celulares dándome pruebas que accedían a ellos desde cierta unidad carcelaria, apropiándose no sólo de mis conversaciones sino además de mis créditos. En 2008, cuando pretendí renovar mis dominios electrónicos, el trámite se hizo recurrente e imposible, y finalmente me dieron de baja los contenidos (de los cuales tengo registros de propiedad intelectual). No obstante he asumido que la estrategia es sólo destruir, no importa cómo, tampoco el por qué. Junto con ello me invadieron miles de mensajes provenientes de distribuidores chinos de productos electrónicos (tema al que no le he prestado atención alguna), mensajes todos idénticos, pésimamente escritos en idioma inglés y peor en idioma chino, o alguna otra forma dialectal del lejano oriente. Más tarde comenzaron a lloverme cientos de mails procedentes de distintos lugares del mundo, imponiéndome la compra de medicamentos de dudosa (sísima) procedencia, fabricados por Pfizer (mayoría) u otros de los grandes conocidos con quiénes he trabajado y conozco en profundidad de toda la vida. Hace escasamente algunos seis meses (quizás más) invadieron una casilla de yahoo y desde allí invadieron a amigos y conocidos con pedidos de dinero... Desde luego saben que recibo diariamente cientos de mails procedentes desde Estados Unidos de Norteamérica y sus instituciones gubernamentales de salud, así como de Europa y las propias. Soy bien conocido en Estados Unidos como en Europa por haber transitado posiciones como funcionario de la Industria Farmacéutica... pero es evidente que la organización de piratas cibernéticos es altamente compleja y sigue a aquellos que considera "vinculantes", no importa con qué, tiene vínculos y es suficiente para investigarlo, observarlo, seguirlo, y molestarlo, todo lo que se pueda. Seguramente, estos invasores de las privacidades han aprendido o contribuido con técnicas propias de los servicios de inteligencia, que todo lo ven, todo lo pueden, salvo aquello que ellos desean que suceda, para lo cual no ven, no escuchan, no entienden. Dentro de las curiosidades de la vida electrónica y sus interesantes propuestas, tengo amigos que reciben toneladas de información pornográfica, ofreciéndoles señoritas (como si se tratase de caramelos), niños y niñas, animales, y otras fuentes de extraños placeres... Todo ello no me produce temor alguno ya que soy un inconsciente por naturaleza, y si nada me detuvo cuando era joven, mucho menos ahora que soy un veterano. El haber estado cerca de gobiernos y estructuras políticas europeas me permite conocer ciertos vericuetos del espionaje que ha convertido a este mundo, en una máquina de exterminar privacidades. Por mi parte, dado que no tengo nada (ando con lo puesto) y tampoco soy otra cosa que lo que expresa mi historia ya escrita, no tengo herencia y ni tampoco suculentas comodidades virreinales, cualquier espionaje a mi persona me tiene sin cuidado... sin embargo, es evidente que esta actividad electrónica, sea de correo o de edición de contenidos, amerita una regulación contundente por parte de los mecanismos de seguridad, pero también otro hacia ellos (los mecanismos que dicen ser seguros y no lo son). Por ello no quiero saber nada con las redes sociales, donde todo se observa cuidadosamente, y llamativamente, toda esa información se vende a "alguien" que la compra. Este extraño mundo de desquicios, conductas desquiciadas y mentes desordenadas, enseña que así como hay sicarios que cumplen cometidos despreciables, hay también piratas observadores que invaden las privacidades con fines para nada altruistas, y entonces me pregunto: ¿por qué esa misma gente no se dedicará a hacer el bien por el otro?, ya que habría muchas menos víctimas del consumismo que propone el modelo económico de este mundo loco, sentirían quizás algo de satisfacción personal, y podrían desvelar lo que significa tener esa extraña sensación de hacer el bien por el bien mismo, esto es ocuparse de algo que valga la pena... Mayo 28, 2010.-


Editorial I
Auge de los sicarios
Combatir el delito en todas sus gamas es el mejor método para acabar con los cada vez más numerosos asesinatos por encargo

Noticias de Opinión: Viernes 28 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa

La contundencia de ciertos hechos permite afirmar que en nuestro país no sólo existen asesinos a sueldo y que su actividad se ha incrementado y perfeccionado, sino que en los últimos tiempos se ha llegado al extremo de contratar a sicarios extranjeros.
En el negocio del tráfico y la venta de droga, aunque no solamente en este rubro, se suele contratar a esos profesionales de la muerte. Hay asesinatos cuyas modalidades de ejecución producen una calculada y voluntaria difusión del hecho para que el ajusticiamiento opere también como un mensaje mafioso que los instigadores o autores intelectuales quieren transmitir a otras personas.

Hay, además, ejecuciones realizadas de tal manera que a los más avezados investigadores les queda la duda de si se trató de un homicidio a secas o, por ejemplo, de un homicidio en ocasión de robo. La ambigüedad de la interpretación ha sido calculada por los homicidas.

En julio de 2008 dos narcotraficantes colombianos fueron fusilados en el supermercado Unicenter. Una de las hipótesis en danza es que habrían participado integrantes de la barra brava de Boca. En febrero de 2009 fue asesinado el colombiano Juan Galvis Ramírez en el marco de enfrentamientos internos dentro de las Autodefensas Unidas de Colombia, grupo paramilitar vinculado con el narcotráfico.

En cuanto al crimen del neurocirujano Claudio Urbina, asesinado cuando llegaba a su casa en Boulogne, también habría sido ejecutado por profesionales, pero los policías sospechan que la intención de los sicarios fue ocasionarle un susto y luego algo salió mal. Parten de la base de que le dispararon con un fusil automático liviano (FAL), un arma de guerra que no suelen emplear los sicarios.

La desgraciada profesionalización del crimen y la contratación de sicarios seguramente obedece, entre otros factores, al incremento del delito en general -y de sus ganancias- y a la paralela ineficiencia policial. Por otra parte, la gran desventaja que entrañan los asesinatos por encargo realizados por profesionales es que, si han sido bien ejecutados, se encuentran entre los delitos más difíciles de probar y de castigar.

Como, afortunadamente, la Argentina no cuenta todavía con muchos sicarios capacitados, los delincuentes suelen buscarlos en el exterior. Por lo tanto, una vez que estos asesinos llevan a cabo su cometido, regresan a sus países de origen tornando aún más difícil el esclarecimiento del hecho.

En Colombia, México y Perú el crimen organizado ha formado desde hace tiempo a estos matones profesionales. Y, aunque es ilegal, en Internet suelen aparecer páginas que promocionan los servicios de esos asesinos.

Lo cierto es que en la Argentina el crimen organizado recurre cada vez con mayor frecuencia a esos servicios que, como ya dijimos, prácticamente conllevan una garantía de impunidad.

Sin embargo, esta peligrosa característica no debe ser argumento para que los investigadores policiales se resignen. Lamentablemente, el combate contra el delito en general muestra el fracaso no tanto de la policía sino de las políticas de seguridad. Delitos mucho menos complejos que los cometidos por sicarios quedan impunes.

Por lo tanto, es preciso trazar políticas serias y coherentes de lucha contra el delito en todas sus gamas, porque de esa manera se estaría combatiendo a quienes, para continuar con sus acciones ilegales, echan mano de los sicarios.

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Combatir el delito en todas sus gamas es el mejor método para acabar con los cada vez más numerosos asesinatos por encargo

lanacion.com | Opinión | Viernes 28 de mayo de 2010

jueves, 27 de mayo de 2010

Doscientos años de soledad


América latina y la idea de un congreso federal de repúblicas
Doscientos años de soledad
Carlos Franz
Para LA NACION

Noticias de Opinión: Jueves 27 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa

En la sexta cumbre de jefes de Estado de Europa y América latina, celebrada en Madrid, no se aclaró mucho. Salvo confirmar una cosa: Europa se reunió con un fantasma. La Unión Europea, que, con tropiezos y caídas, avanza hacia un gobierno conjunto, enfrentó a casi una treintena de mandatarios de América latina y el Caribe, incapaces de admitir que los represente uno solo. Si Zapatero hubiera estirado el brazo para saludar a su contraparte latinoamericana, se habría quedado con la mano tendida, estrechando el aire. En doscientos años no hemos sido capaces de acordar un delegado de todos, aunque fuera rotativo. (Nuestra última broma es la Unasur, que prescinde nada menos que de México.)

América latina nació el 22 de junio de 1856, durante una "cumbre" similar, en París. Nació, pero no ha llegado a existir, todavía. En esa fecha, Francisco Bilbao, el liberal y revolucionario chileno, proscripto, excomulgado, pronunció su discurso "Iniciativa de la América. Idea de un congreso federal de las repúblicas". Ante treinta y tantos prominentes exiliados latinoamericanos en Europa, Bilbao registró por primera vez la expresión "América latina". Lanzando esa utopía los animaba a ensanchar sus mentes con una idea más grande que sus patrias: nuestra unidad federal.

Un siglo y medio después, y en el bicentenario de nuestras independencias, apena reconocer que la idea de América latina ha fracasado. Que se quedó en utopía (un no lugar). América latina entra en su tercer siglo más invocada que vista, más virtual que real, más literaria que literal. No en balde la narrativa es uno de los pocos sitios en los que América latina llegó a existir como imagen conjunta. Nuestros bicentenarios conmemoran, sobre todo, doscientos años de soledad.

¿Cómo salir de esta historia de soledad y fantasmas? Si queremos que América latina deje de ser un espectro en el mundo, tendrá que ser nuestra gente quien les quite el miedo a los políticos (no sería la primera vez). Tendremos que hacernos ciudadanos latinoamericanos nosotros mismos, sin esperar más a que los Estados nos otorguen esa ciudadanía. Pero ¿dónde se convierten en latinoamericanos los latinoamericanos? La respuesta es bien sabida: viviendo fuera de nuestros países.

Aquella treintena triste de latinoamericanos expatriados en París hoy se ha transformado en decenas de millones repartidos por el mundo. Por ejemplo, en España. Donde ya hay un millón y medio de iberoamericanos descubriendo lo parecidos que somos. Mexicanos, colombianos, argentinos, ecuatorianos o chilenos se alivian de sus diferencias y se unen en sus necesidades, cuando se encuentran y se reconocen, más similares que distintos, en los rigores del destierro. En la fila de la inmigración, o la del paro. En el bar de hombres solos, rabiando celos. En las plazas donde las empleadas domésticas vigilan con un ojo a niños ajenos, mientras añoran a los suyos que quedaron lejos. Sobre todo, los latinoamericanos se encuentran y reconocen como tales en los locutorios.

En los locutorios, sobre las celdillas de los teléfonos y las computadoras, se escuchan y mezclan los acentos de media América latina. Desde allí, esas voces nuestras susurran o gritan enviando euros, noticias y besitos a casa. En los locutorios se aprende que los problemas de uno no son tan distintos de los del vecino, aunque él esté llamando a Colombia y yo, a Chile.

La emigración suele contarse como una tragedia de nuestras políticas fallidas. Los latinoamericanos, entre quienes tantos descendemos de extranjeros, sabemos que la emigración también es un apasionante relato de aventuras, ingenio y descubrimientos. Los que emigran no son, necesariamente, los que "sobran", sino esos a quienes les sobra energía, valor y curiosidad. Esta gente, en muchos sentidos la mejor, es la que está reconociéndose como latinoamericana en España.

Añádanse los miles de estudiantes que acuden cada año a perfeccionarse. El programa Erasmus tiene como verdadero objetivo enseñar a ser europeos a los jóvenes de este continente. Por su parte, los estudiantes nuestros que vienen a España aprenden una materia secreta, de la que sus gobiernos ni se enteran: cómo ser latinoamericanos.
Hay una nueva oportunidad, en estas migraciones del siglo XXI, para el viejo sueño fallido de una América latina unida. No sólo porque nunca antes hubo tantos latinoamericanos reales, en lugar de fantasmales. También porque jamás una comunidad de emigrantes mantuvo tanto contacto con sus patrias lejanas.

Desde sus bulliciosos locutorios, estos latinoamericanos distantes influyen a diario en la vida de sus países de origen. Constituyen, de hecho, una quinta columna que socava las rigideces ancestrales de nuestras sociedades con un potencial de cambio incalculable. El inmigrante de hace un siglo, que enviaba una carta desde Nueva York o Buenos Aires a sus parientes de Sicilia o Galicia, inoculaba una energía irresistible en los jóvenes de su pueblo. Los inmigrantes latinoamericanos de hoy ejercen esa influencia, de viva voz, todos los días. Por teléfono o chats, mediante videollamadas o correos electrónicos. Un aluvión de terabytes de información personalizada fluye hacia la base social de nuestras naciones. El "efecto llamada", que tanto aterra a los xenofóbicos, es lo menos importante en ese flujo. Unos pocos vendrán; la mayor parte no. Lo importante les ocurre a los que se quedan. Porque el mensaje encriptado en esas comunicaciones ya está cambiando nuestras sociedades. Testimoniando lo que es vivir con los valores que nos escasean: la cultura de la libertad y de la responsabilidad individual.

No vamos a idealizar a España. Un país a medio camino del civismo en varios terrenos. Pero no es indiferente el ambiente de mejor democracia, más Estado de Derecho y mayor libertad individual, donde estos nuevos latinoamericanos están probando su valor. Cada inmigrante que "chatea" estas experiencias a sus paisanos confirma implícitamente que, con todas sus imperfecciones, una sociedad más abierta es preferible a los populismos y las demagogias que algunos venden en nuestros pagos. El inmigrante en una sociedad más libre y democrática, hasta cuando le va mal puede decir que, al menos, es dueño de su destino. Con sus desalientos y esperanzas, ese mensaje se trasmite a una audiencia innumerable en nuestro continente, todos los días.

Los jefes de Estado latinoamericanos que vinieron a Madrid por estos días, rigurosamente desunidos, como manda nuestra tradición, harían bien en tomar nota. Puede que esta quinta columna latinoamericana esté cambiando nuestros países, con sus llamadas desde estos humildes locutorios, mucho más que ellos con sus discursos, desde sus altos podios.

La treintena de latinoamericanos expatriados a los que arengaba Francisco Bilbao en París se ha transformado en millones. Su ejemplo gesta la unión iberoamericana del futuro. No será pronto ni fácil. Pero no está prohibido soñar que lo veremos: una futura cumbre donde la Unión Europea no tenga que mirar el rostro fragmentado de un fantasma. Sino el de esta América latina que unió a su propia gente.
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El autor, chileno, es escritor.


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Carlos Franz

lanacion.com | Opinión | Jueves 27 de mayo de 2010




Editorial I
Avance del crimen organizado
La corrupción, la falta de controles y la inoperancia judicial tornan a nuestro país territorio fértil para este flagelo

Noticias de Opinión: Jueves 27 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa

El crimen organizado es una realidad concreta que despliega sus garras en distintas latitudes a lo largo y ancho del mundo. La peor actitud que se puede asumir es negar su existencia, dado que eso le permite abrir más fácilmente las puertas para su instalación, actuación y consolidación.

El crimen organizado se vale para sus propósitos de conductas ilícitas de neto corte transnacional, como son la trata de personas; el tráfico de estupefacientes y de armas; el lavado de activos, y la corrupción, entre muchas otras.

Sus objetivos son la concentración de divisas, la legitimación en el mercado y la puja de poder con el Estado, poniendo en crisis el ejercicio monopólico de la fuerza que a él le reconoce la sociedad, carcomiendo así las bases mismas de la institucionalidad y de la vida en sociedad.

Para ello, el crimen organizado elige los países en los que le resulta más atractivo y rentable llevar a cabo sus siniestros objetivos. De tal manera, priman en su elección aquellos donde existan mayores índices de corrupción, pobreza, exclusión y carencia de controles fiscales, jurídicos e institucionales.

El crimen organizado no escatima esfuerzos, y así como erradica con la más variada gama de hechos violentos a todo aquel que se oponga o estorbe en su camino también sabe allanarlo comprando voluntades y, lo que es más peligroso aún, colocando funcionarios leales a su causa.

A su vez, con el volumen impresionante de dinero que obtiene de sus acciones ilícitas, el crimen organizado desarrolla su ingeniería para proceder a legitimar tales activos, con lo cual despliega otra de sus peligrosas facetas sobre la sociedad, destruyendo el mercado, el valor de la moneda, la justicia y la competencia leal.

De esa forma, una actividad ilícita organizada que se nutre de la pobreza, la exclusión, la ausencia de controles y que provoca muerte, corrupción, competencia desleal y destrucción de la institucionalidad de un Estado resulta un enemigo invisible, pero concreto de cualquier sociedad.

La gravedad de la existencia del crimen organizado ha movilizado la conciencia del concierto de las naciones a través de la suscripción de tratados regionales e internacionales para enfrentar sus acciones e investigar y castigar sus conductas.

Sin embargo, no se puede negar que muchas veces el crimen organizado logra la impunidad a través de la resolución rápida de las causas en contra de sus integrantes a partir de jueces, fiscales, policías, inspectores o funcionarios corruptos que actúan en su favor movilizados por las enormes ganancias espurias que les son otorgadas.

A partir de la experiencia internacional, el contexto descripto permite concluir que nuestro país no está lejos de la influencia de este flagelo y de su instalación entre nosotros.

La extendida corrupción, la destrucción de la mayoría de los organismos de control o el entorpecimiento intencional de su normal funcionamiento, el incremento de la pobreza y la inseguridad reinante son variables más que tentadoras para que hayamos sido elegidos como destino de actuación de la criminalidad organizada.

La falta de una legislación precisa en la materia, la carencia de recursos adecuados para la investigación de este tipo de organizaciones, la descoordinación de las agencias del Estado en la prevención, persecución y represión de sus conductas y la connivencia de distintos estamentos, que deberían estar comprometidos en su lucha, crean un terreno fértil para que este cáncer esté creciendo en nuestro país.

Los hechos de terrorismo internacional sufridos, el incremento del tráfico de estupefacientes y de armas, la aceleración de casos de posibles víctimas de tráfico de personas, los asesinatos por encargo y los escándalos de corrupción son claros botones de muestra de ello.

La ausencia de condenas por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos o corrupción es otra demostración más de la existencia de una legislación meramente simbólica y de agencias del Estado atrofiadas, cómplices o inútiles.

Resulta imperioso que esta realidad sea atendida con la gravedad que conlleva para detener el avance del crimen organizado, porque una vez que logre instalarse y consolidarse en las entrañas mismas del Estado y la sociedad y extienda sus ten-táculos en la actividad económica del país, no sólo se pondrá en jaque la vigencia de las instituciones, de la economía y de su moneda, sino que la vida misma perderá todo valor absoluto.

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Editorial IAvance del crimen organizado

La corrupción, la falta de controles y la inoperancia judicial tornan a nuestro país territorio fértil para este flagelo

lanacion.com | Opinión | Jueves 27 de mayo de 2010


el dispreciau dice: los pueblos de América padecen la llegada del hombre blanco, un hombre que conteniendo más corrupción que hambre de cultura, más codicia que misericordia, más miserias humanas que compasión, más avaricia que sentido común, transplantó los males de Europa en este mal llamado nuevo mundo, consumiendo culturas genuinas y sabidurías ancestrales. Su primera contribución a la América fue la sífilis, detrás de ella la violencia y la violación como métodos de vida. Traducido, sus aportes han sido francamente pobres, porque detrás de ello implantó la inquisición que produjo uno de los mayores genocidios de la historia humana en la Tierra, reconocido por la Iglesia, pero jamás asumido tal se caracteriza todo lo que emana del "has lo que yo digo, no lo que yo hago"... América lleva en su mochila la carga de la conquista con todos sus males. Curiosamente la corrupción se ha enquistado y forma parte del sistema de vida que propone al mundo, una sociedad europea deteriorada, disgregada y consumida por atropellos y vejaciones que han encontrado tierra fértil en los Estados Unidos de Norteamérica. Ambos nodos se rasgan las vestiduras hablando de moral, civismo, derechos humanos, democracia y otras tantas yerbas, siendo los primeros en violar cualquier norma escrita, a la que luego premian, distinguiéndola por su capacidad de burla antes que por su calidad de aportar valor... Así, han invadido el mundo con teorías falaces de economías sustentables, modelos que sólo sirven para sostener la depredación como método de vida y la exclusión como modelo de expansión de sus finanzas. Exterminados los esclavos negros del África y arrasadas sus culturas, los nichos de robo se están terminando a manos de las miopías del poder de reinos fracasados en sus capacidades de brindar bienestar a sus sociedades. El mundo se ha vuelto pequeño y las pretensiones imperiales han renacido con fuerza extrema, pretendiendo apoderarse de lo que queda a cualquier precio, bajo cualquier justificación, pretextos de la desesperación... pero la realidad de los viejos imperios consumidos por sus miserias es bien otra, han fabricado un mundo de pobres, y sus economías están quebradas por la impericia y negligencia manifiestas para construir un mundo equitativo. América tiene entonces mucho más de doscientos años de soledad, ya que conlleva gratuitamente la condición de nutrir al mundo de las falacias por más quinientos años, sin solución de continuidad, asistiendo a cómo la vida no vale nada desde entonces. Podrán las limitadas visiones de los norteamericanos mal informados, deformar la historia Maya y exponerla como vidas desalmadas, tanto como lo propio se hizo a lo largo de la conquista, mintiendo lo que finalmente se estudia como historia. Si embargo, así como existe un reverso de la conquista, también lo hace uno semejante de la historia actual, la que transitamos. Los imperios suelen no tener vergüenzas, y así se expresan con códigos fabricados para verse favorecidos, nunca favorecer, y esos mismos códigos están rotos y atravesados por una corrupción que se expone como humana pero es patrimonio de las culturas de occidente. Para ello, se han inventado todo tipo de patrañas que dieron lugar a la Segura Guerra Mundial, a Corea, a Vietman, a Irak, a Afganistán, a Irán, Pakistán, acciones que justifican gastos y mantener a sociedades enfermas ocupadas, lo suficiente como para que no anden sueltos y tampoco piensen demasiado. Para ello las drogas son un significativo aporte, que alguien fabrica, alguien vende, alguien compra. América se está viendo consumida a manos de democracias bárbaras que dicen una cosa y hacen otra. América parece no darse cuenta que el Proyecto Cóndor ha tomado vuelo y ya no sólo extermina ideologías, también intenta apropiarse de la dignidad humana, despreciando la condición y exterminando la calidad. En realidad, el problema no es nuestro, antes bien es de ellos... Mayo 27, 2010.-

miércoles, 26 de mayo de 2010

EL DÍA DESPUÉS


EDITORIAL
LA GACETA / TUCUMÁN
Hacen falta actitudes de grandeza
Miércoles 26 de Mayo de 2010
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Finalmente, llegó el día tan esperado. Esta vez no amaneció con llovizna intermitente. Fue martes y no un viernes 25 de mayo de hace 200 años cuando la gente se congregó en la Plaza Mayor de Buenos Aires, frente al Cabildo. Los patriotas se unieron y obligaron al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros a renunciar. Se produjo así el primer grito de libertad y los españoles no volverían a gobernar el país naciente.

Transcurrieron dos siglos desde entonces y la realidad nos ha encontrado a los argentinos divididos. Los festejos conmemorativos mostraron que ni siquiera en un acto trascendental para todos los argentinos, la dirigencia política pudo ponerse de acuerdo y formalizar una tregua. La reinauguración del Teatro Colón, a la que no asistieron la presidenta Cristina Fernández de Kirchner -por considerarse agraviada por el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires-, así como los gobernadores fieles al Poder Ejecutivo, puso en evidencia una vez más una intransigencia y una confrontación incomprensible en una celebración de esta envergadura. Como viene sucediendo en las fechas patrias, hubo dos tedeum: uno que se realiza históricamente en la Catedral metropolitana y el otro, en la Basílica de Luján, por decisión de la mandataria y de su antecesor.

El mensaje religioso tuvo coherencia en ambos casos. El cardenal Jorge Bergoglio trató, por un lado, de acercar posiciones entre el oficialismo y la oposición y leyó el documento de la Conferencia Episcopal difundido en marzo pasado. El religioso le pidió a la dirigencia a una actitud de grandeza que permita superar el estado de confrontación permanente y afirmó que no es momento para victimizarse ni para procurar ventajas sectoriales. "La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males", dijo.

Por su parte, el arzobispo de Mercedes-Luján dijo que el Bicentenario es una ocasión única para promover una mayor fidelidad a la democracia, ya que es la única que puede garantizar la igualdad y los derechos de todos y abogó por una justicia más efectiva, una mejor y más equitativa distribución de la riqueza, y una mayor independencia de los poderes republicanos. "Nos debemos un diálogo magnánimo y sereno, que significa abrirnos camino a través de la palabra y para eso debemos escucharnos con respeto y fortalecer el consenso sobre referencias comunes y constantes, más allá de partidismos e intereses personales", señaló.

Varios de los diarios más importantes de mundo se ocuparon más de la ausencia de la Presidenta a la reapertura del coliseo que a la gala. Por ejemplo, el diario El Mundo (España) tituló: "El mítico Teatro Colón de Buenos Aires reabre hoy sus puertas en medio de polémicas", y acotó que "la nota de la noche estuvo a cargo de la presidenta Cristina Fernández y su marido y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007) que no asistieron a este hecho histórico por enemistad con Cobos y Macri".

Los patriotas de Mayo y seis años después, los del 9 de Julio, en Tucumán, se unieron para conseguir la libertad. Transcurrieron 37 años de guerras intestinas hasta que el 1º de mayo de 1853 los diputados de las provincias sancionaron la Constitución nacional. La única que no la firmó fue Buenos Aires. Lo hizo en 1860 cuando logró imponer sus propuestas de modificaciones.

Creemos que es imposible construir una nación sobre la base de la división, del enfrentamiento permanente, de la falta de respeto por la opinión del otro, de las acusaciones y descalificaciones que han convertido al país en una telenovela de poca monta, donde parecieran estar todos contra todos.
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http://www.lagaceta.com.ar/nota/380326/Opinion/Hacen_falta_actitudes_grandeza.html

el dispreciau dice: bendecidos los que hemos transitado este bicentenario... y así como todo tiene un momento previo, también, una vez transcurrida la circunstancia, se da lugar al día después de... el bicentenario de la Revolución de Mayo. Más allá de los grises humanos, todo fue un espectáculo de luz, sorprendente y agradable a los ojos tanto como a los sentimientos. Muchas miradas captadas por distintas cámaras, pasarán a la historia de la galería de las percepciones patrióticas, esas que se expresan en silencio, sin emitir una sola palabra. Argentina, vestida de azul celeste y blanco dio su nota, y ésta sonó bien, sostenida, armónica, visiblemente convocante y participativa. Es bueno. Y así como el Ex-Presidente dijo que él había entendido por la expresión desde las urnas que se debía profundizar el modelo, también se hace evidente que la sociedad reclama un gesto de equidad y grandeza de parte de la conducción política. Esto no significa que no lo pretendan, por el contrario, la sociedad pide, clama, por un giro que convoque a la diversidad para sumar criterios que abran un nuevo horizonte nacional. Para ello, muchos deberán dejar sus soberbias en el desván y quizás otros tantos no estén dispuestos a hacerlo. Como ciudadano, el acto del bicentenario en sí mismo debe ser aplaudido hasta el cansancio. Andando un paso más, este bicentenario le señala a las actuales autoridades políticas la necesidad de concertar, seguramente dando la oportunidad a las nuevas generaciones, para que puedan construir un modelo de pensamiento social y nacional distinto, diferenciador, integrador. Lo necesita el país que quiere hallar un nuevo espacio en el mundo, diciendo las cosas como son, construyendo perfil e identidad bien definidas. Indudablemente, muchos son los actores de este espectáculo, que al no poder abstraerse de sus miserias pierden su potencial lugar que será inapelablemente ocupado por otro con mente más amplia. Muchos oportunismos, contenedores de desprecios y atropellos, vistos en los rostros de ayer, pasarán a la historia como expresiones pobres de un final anunciado, esto es la imposibilidad de hablar de futuro atado al pasado. La gente volcada en las calles para asistir a la fiesta patria, ha dejado en claro que la diversidad debe ser participativa tanto como reconocedora del estilo de quien conduce, pero, quien conduce debe estar vestida de grandeza para saber interpretar los mensajes genuinos de esa misma sociedad que la colocó allí con su voto... La Señora Presidente, salvo por una reacción intempestiva (Teatro Colón) demostró estar a la altura de las circunstancias del día, pero los eventos pasan y las realidades quedan, y ahora deberá agregar valor. Si ella, con sus capacidades, logra entenderlo y asumirlo, el bicentenario habrá sido la oportunidad del quiebre y el ascenso de varios escalones que conducen a una nueva Argentina... de no hacerlo, la fiesta quedará en la historia por lo que fue, un simple encuentro de intencionalidades patrióticas, con un sentido para unos, con otro para otros. La sociedad reclama dirigentes de calidad... no los hay en el sindicalismo, no los hay en el campo, no los hay en las empresas, y desde luego no los hay en la política... no los hay, no porque no tengan habilidades, dones y talentos, sino porque no saben escuchar, no quieren atender las razones que no son propias, y se acuestan en la conveniencia de lo efímero que pretenden como inmortal. ARGENTINA nos brinda hoy, la oportunidad de construir un modelo de país distintivo en la región, no por los integrantes de su clase política, sino por la necesidad de las nuevas generaciones que pretenden participar activamente de un ideario proyectivo, integrador, inclusivo. Si la Señora Presidente deja pasar este tren, los próximos cien años nos verán agobiados por desencuentros, conflictos, contradicciones, disgregados y peleados entre hermanos. Así como el Cabildo enseñó la imagen de los choques de intereses cívico-militares que caracterizaron todo el siglo pasado (con sus precios aún no resueltos), el tricentenario deberá mostrar una Argentina comunitaria, productiva, distintiva en sus valores sociales... ¿podremos?... El gesto de grandeza está en manos del gobierno, la oposición tradicional (coalición cívica, radicalismo, macrismo, y otros menores) está mayormente fuera de capacidad para integrar la circunstancias convocantes... al tiempo que existe una potencial oposición con capacidad de construir la pretendida nueva Argentina, y ella reside en Santa Fé, en su socialismo proactivo (el único que ha provisto acciones moderadas y diferenciadoras a favor de su sociedad). ¿Comulgarán?... Mayo 26, 2010.-

martes, 25 de mayo de 2010

GRACIAS, ARGENTINA





el dispreciau dice: no hay mucho que agregar, nada para decir, doscientos años no son nada en el universo, pero son muchos en la estirpe... Gracias Argentina. Gracias, por acunar tantos sentires y anidar tantos sentimientos. Mayo 25, 2010.-





DEDICADO A: todos los que hicieron grande a esta nación, conocidos y desconocidos, hallados y perdidos, apagados y encendidos, sabios, inteligentes y mentidos, olvidados y reconocidos, aplaudidos y odiados, masones, ciudadanos, artistas, cantores y sobre todo, a aquellos que lucharon por una idea sin saber que esa misma, se llamaría un día: ARGENTINA, y a todos los que hicieron algo, poco o mucho, para sostener en alto este estandarte, azul celeste, blanco, con el Sol que nos guía al centro. Mayo 25, 2010.-