viernes, 7 de mayo de 2010

EL TROMPO QUE NO TERMINA DE CAER



Los disturbios estallaron ayer por segundo día consecutivo frente al Parlamento, en Atenas
Foto: AP

I
Protestas e incertidumbre en Atenas
Teme Grecia terminar como la Argentina
Elisabetta Piqué
Enviada especial

Noticias de Exterior: Viernes 7 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa


ATENAS. Los ojos arden, el olor es acre y hay vidrios rotos en el piso. Ramos de flores, junto con peluches, velas y cartas, se amontonan ante la ennegrecida sucursal del Banco Marfin, que anteayer se convirtió en una trampa mortal para tres personas y hundió a esta capital en un estado de shock profundo, de inseguridad, de temor al futuro.

A pesar de que ayer, en medio de protestas, el Parlamento finalmente aprobó un durísimo plan de ajuste, tal como exigían la Unión Europea (UE) y el FMI a cambio de una ayuda de 146.000 millones de dólares?, en Grecia reina la incertidumbre. Y muchos temen terminar como la Argentina, un país que queda a muchos miles de kilómetros de distancia, pero en el cual se reflejan en este momento de apocalíptica crisis económica.

No es casual que a sólo una cuadra de la sucursal bancaria incendiada anteayer por exaltados en la avenida Stadiou, la calle de las grandes tiendas ahora marcada por paredes ennegrecidas, vidrieras rotas, graffiti que insultan al FMI y a los "políticos ladrones", también haya una inscripción que evoca la Argentina. "Solidaridad Atenas-Buenos Aires", pintó alguien con un aerosol negro. La increíble conexión está subrayada en rojo, con pintura que chorrea como si fuera sangre.

En esta Atenas deprimida y en alerta, donde parece regir el estado de sitio por la cantidad de policías con cascos y escudo que patrullan las calles del centro, no hay nadie que no responda con un "¡ah!" cuando esta cronista indica su origen.

"¿Argentina? ¡Ah, sí!, Nosotros vamos a terminar como ustedes, como los argentinos", suele enseguida responder la mayoría de los entrevistados. Y parece lógico: en estos días de anuncios de recortes draconianos, de protestas violentas y de muerte, todos los medios le recuerdan a la opinión pública que en diciembre de 2001 en el país del tango pasó algo muy parecido. Hubo protestas, saqueos, decenas de muertos, cinco presidentes en un puñado de días y la Argentina quedó aislada del mundo, como ahora teme quedar Grecia.

"¿En las protestas que hubo en la Argentina la policía dejaba que participara gente encapuchada? ¿Cómo es ahora la situación? ¿Cómo está el país? ¿Hay mucha pobreza? ¿Cómo vive la gente?", preguntan los griegos, ávidos de información y con opiniones muy cuestionables de lo que sucedió en "el país de Maradona y Messi", que hoy, para muchos aquí, es sinónimo del peor caos económico.



1 de 12 - Un hombre reemplaza los vidrios de la Prefectura de Atenas - Foto: AFP



No es fácil explicarles que, más allá de las similitudes, la diferencia primordial es que en 2001 nadie salvó del default a la Argentina, un país que cortó con el aquí odiado FMI y que jamás tuvo ese salvavidas que para Grecia representa la UE.

Aquí está el amado euro. Allá hubo corralito, devaluación, suspensión del pago de la deuda, como recuerdan los diarios locales.

Parecidos y diferentes
Ante los ojos argentinos, por otra parte, Grecia, un país de casi 11 millones de habitantes en un territorio de un tamaño parecido al de la provincia de Santa Fe, no parece estar al borde del abismo, como graficó el propio presidente Karolos Papoulias anteanoche.

El aeropuerto en el que uno aterriza es moderno y funcional; las autopistas y el parque automotor de Atenas, también. Y, en un primer pantallazo, no se ven chicos revolviendo los tachos de basura, que, ayer, por una huelga de los recolectores de residuos, apestaban las calles de esta encantadora ciudad.

"A los griegos les gusta la buena vida, los buenos autos, divertirse... Y se endeudaron demasiado, como les pasó a los argentinos. Tanto les gusta divertirse a lo griegos, salir e ir a comer afuera que, fíjese, el viernes y el sábado todos los restaurantes aquí están llenos. Y uno se pregunta ¿dónde está la crisis?", dice Alikis, un taxista albanés que se queja porque no llega a fin de mes, ya que la austeridad de estos días agitados hizo que sus ingresos bajaran un 40%. "Mire, todos los taxis viajan vacíos, no hay trabajo", lamenta.

"No queremos salir del euro, no queremos terminar como la Argentina", dice Melita Gourtsoyanni, que no participó ayer de la manifestación de protesta que hubo ante el Parlamento contra la aprobación del inédito y rigurosísimo ajuste, sino que prefirió ir a dejar un ramo de flores al número 23 de la calle Stadiou, como muchísima otra gente.

"Las medidas aprobadas por el Parlamento son muy duras e injustas? Pero no tenemos otra alternativa", opina esta arquitecta de 60 años que trabaja en la función pública, y que cuenta que perdió un cuarto de su salario: de 2000 euros por mes, pasó a ganar 1500. "¡Ahora voy a tener menos dinero, pero si vamos a la bancarrota no voy a tener nada, va a ser mucho peor!", agrega.

En la plaza Syntagma [Constitución, en griego], el centro neurálgico de la ciudad, donde se levanta el Parlamento y donde ayer hubo una nueva multitudinaria manifestación en contra del gobierno, las opiniones eran muy distintas y los ánimos seguían caldeados.

"Ladrones, ladrones, devuelvan el botín", gritaba la gente, llevando banderas rojas con la hoz y el martillo y pancartas en contra del FMI y la UE. "Quememos el Parlamento"; "Pasok [el partido socialista, en el poder] y Neo Demokratia [el partido conservador, hoy en la oposición], son las dos caras de la misma plutocracia", coreaban, al ritmo de tambores y ante la mirada de un verdadero ejército de agentes armados de palos y escudos.

"La Argentina protestó y se deshizo de su gobierno corrupto, nosotros tenemos que hacer lo mismo, hay que resistir, hay que protestar, hasta que se terminen las injusticias y nos devuelvan el dinero", clama Nikos Anthis, de 56 años, responsable de logística de una empresa.

"Hay que hacer la revolución", grita Babai Thamasis, trabajador portuario de 50 años, que dice que vino a protestar por el futuro de su familia. "Porque si esto sigue así, vamos a terminar como ustedes, como los argentinos", agrega.

Andriana Papadoki, una estudiante de Literatura griega, que escucha el nombre del país en el que todo el mundo parece reflejarse, como en un espejo, se suma a la conversación: "¿Usted es argentina? En unos días van a estrenar por primera vez en Atenas la obra teatral «Evita», ¿sabe? Mejor momento, imposible".


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Protestas e incertidumbre en AtenasTeme Grecia terminar como la Argentina

Elisabetta Piqué

lanacion.com | Exterior | Viernes 7 de mayo de 2010





II
El Parlamento de Grecia aprobó un durísimo ajuste
Unidos, la extrema derecha y el socialismo votaron el plan de recorte del gasto fiscal
Noticias de Exterior: Viernes 7 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa
Elisabetta Piqué
enviada especial


ATENAS.- Por segundo día consecutivo, miles de griegos enfurecidos protestaron ayer contra el durísimo plan de austeridad aprobado por el Parlamento de Grecia. Auspiciado por el gobierno socialista de Giorgios Papandreu, su objetivo es reducir el déficit del país, actualmente del 13,6%, al 3% en 2014.

¿Cómo? A través de medidas drásticas e impopulares que implican la reducción de hasta un 30% de los sueldos de los funcionarios, la supresión del aguinaldo, el congelamiento de las contrataciones en el sector público, una baja de las pensiones de los jubilados, una suba de impuestos y el aumento del IVA, entre otras iniciativas.

Luego de una enésima manifestación contra este ajuste sin precedente en el país, en los alrededores de la plaza Syntagma, a la que se asoma el Parlamento, la policía debió lanzar una vez más gases lacrimógenos contra algunos jóvenes que arrojaban piedras. Las fuerzas de seguridad también debieron intervenir para apagar algunos focos de incendio iniciados por otros grupos en calles aledañas.

Centenares de agentes controlaban el acceso a la plaza Syntagma de todos los jóvenes "sospechosos", revisando sus mochilas y pertenencias. El dispositivo policial buscaba evitar cualquier tipo de descontrol, como el que se cobró anteayer la vida de tres personas -dos mujeres, una de ellas embarazada de 4 meses, y un hombre-, víctimas del incendio que se desató en la sucursal de un banco después de que un grupo de encapuchados lanzó un cóctel molotov.

Durante la manifestación, marcada por el luto del día anterior, algunos participantes depositaron en la entrada del Parlamento griego un gran lazo negro.

"No fueron manifestantes los que provocaron las muertes de ayer, fueron fuerzas parapoliciales que ahora tienen la excusa de provocar más violencia de Estado", acusaba ante LA NACION Nikos, un joven de 21 años que participaba de las protestas.

Si bien los principales sindicatos -que ayer marcharon una vez más- condenaron la ola de violencia y llamaron a la calma, también advirtieron que seguirán "la lucha" para que se escuchen sus "justas reivindicaciones".

Presionados por una situación explosiva, 172 diputados aprobaron el plan de austeridad, 121 lo rechazaron y tres se abstuvieron. Votaron por el ajuste los socialistas, en el poder, y la extrema derecha. En contra, los conservadores, los comunistas y la izquierda radical. Antes, el premier griego había hecho un dramático llamado a la responsabilidad de los legisladores: "O votamos y aplicamos las medidas o condenamos a Grecia a la quiebra", advirtió, mientras todo el país seguía el debate en sus televisores.

Fiel reflejo de las fisuras internas, en la votación se registraron algunas fugas de sufragios. Tres diputados del oficialista Pasok se abstuvieron, lo que provocó una reacción furibunda de Papandreu, que decidió expulsarlos de su grupo parlamentario. Pero también en Nueva Democracia, el partido conservador que encabeza la oposición, hubo disidentes: la ex canciller Dora Bakoyannis decidió votar a favor del plan de austeridad. Y ella también pagó su gesto con la expulsión de su bloque.

"Lo más loco de todo esto es que el partido de la oposición, de derecha, que es el culpable de nuestra situación al borde del colapso, haya votado en contra del plan", decía a LA NACION Ilias Kyriatopoulos, un abogado que trabaja en la administración pública y que, como muchos otros, peregrinó hasta el sitio donde murieron los empleados bancarios. En este lugar, era palpable la consternación por el destino de Epaminondas, Angeliki y Paraskevi, los primeros muertos durante una protesta desde 1991.

"Vinimos a poner flores porque no podemos aceptar que gente de nuestro país haya caído tan bajo. Hay límites para todo y aquí sobrepasamos todos los límites; perdimos la humanidad -explicaba a LA NACION Nikos Milonas, un desempleado de 51 años, a los gritos-. ¡Yo creo que la vida es sagrada! Perdí mi trabajo, pero hay que mantener la humanidad, la solidaridad y no comermos los unos a los otros."

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III
Temblor financiero en la UE
Europa no logra calmar los temores y se hundió el euro
Cayó a un mínimo en 14 meses frente al dólar; reunión clave en Bruselas para analizar la crisis

Noticias de Exterior: Viernes 7 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa
Luisa Corradini
Corresponsal en Francia


PARIS.- En vísperas de una reunión crucial de la Unión Europea (UE) hoy en Bruselas, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, descartó ayer un default de Grecia y un eventual efecto dominó en la eurozona. Sin embargo, esas declaraciones no consiguieron frenar la caída del euro, que alcanzó su nivel más bajo en 14 meses frente al dólar, y el derrumbe de las bolsas: Wall Street, en su peor caída desde el crac de 1987, llegó a perder 1000 puntos, pero logró recuperarse parcialmente al final de la jornada (ver Pág. 2).

"Un default de Grecia es, para mí, imposible", dijo Trichet, después de presidir la reunión del Consejo de Gobernadores del BCE, en Lisboa. "España no es Grecia. Portugal tampoco es Grecia", insistió, por otra parte, el funcionario.

Ambos países se encuentran actualmente en el ojo de la tormenta. Después de que la agencia de calificación Standard & Poor´s degradó la calificación de sus deudas a largo plazo la semana pasada, los mercados temen un contagio de la crisis griega a toda la península ibérica.

Los propósitos de Trichet no consiguieron sostener la moneda única, que cayó a 1,25 frente al dólar. El euro fue víctima del anuncio de la calificadora Moody´s, que advirtió que los bancos en Portugal, Italia, España, Irlanda y Gran Bretaña podrían resultar muy perjudicados por la crisis griega.

Después de un prolongado silencio, los bancos europeos comenzaron ayer a develar sus exposiciones en Grecia y confirmaron que están considerablemente comprometidos en ese país con un total de 188.600 millones de dólares, según el Banco Internacional de Repago (BIR).

A nivel mundial, la exposición alcanza los 236.200 millones de dólares. En Europa, Francia es el país más comprometido, con 53.000 millones de euros; detrás están Alemania, con entre 40.000 y 45.000 millones, y Gran Bretaña, con 11.280 millones.

La advertencia de Moody´s dejó imperturbable a la canciller alemana, Angela Merkel, que acusó a los bancos de haber actuado con "perfidia" desde comienzos de la crisis financiera global.

"Primero faltaron a su deber al obligar a los Estados a lanzar operaciones de salvataje. Sumergieron al mundo en el abismo y tuvimos que lanzar planes de rescate. Por culpa de esos planes nos hemos endeudado. Y ahora especulan con esas deudas. Es realmente muy pérfido", exclamó. Para Merkel, es necesario que la política recupere su preeminencia sobre los mercados: "Necesitamos reglas globales mucho más estrictas".

Evitar la bancarrota
Los líderes europeos saben que la situación es extremadamente delicada. Los 16 países de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional otorgaron a Grecia un rescate de 110.000 millones de euros en tres años, cuyo primer tramo será desbloqueado para que Atenas pueda levantar el primer vencimiento de su deuda el 19 de mayo.

Pero ya casi nadie cree que Grecia, enfrentada a una deuda abismal de más de 300.000 millones de euros, sea capaz de evitar la bancarrota. La sospecha de que ese país es en realidad la punta visible de un gigantesco iceberg o la segunda etapa de la crisis financiera global que comenzó con la caída de Lehman Brothers, provocó el derrumbe de las bolsas e hizo evaporar la confianza de los inversores.

Todas las plazas bursátiles volvieron a hundirse ayer en Europa. Pero la caída más espectacular se produjo en Nueva York, donde el Dow Jones llegó a perder 1000 puntos (9,17%).

En ese clima eléctrico, los jefes de Estado y de gobierno de la eurozona se reunirán hoy en Bruselas en una cumbre por la crisis. El objetivo oficial es la ratificación del plan de rescate griego. Pero el principal tema de la agenda será estudiar una imprescindible reforma institucional del Eurogrupo.

Son muchos los que piden un refuerzo del Pacto de Estabilidad, creado a fin de limitar los déficits públicos. Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reiteraron ese objetivo en una columna conjunta publicada ayer en la prensa europea. Las coincidencias, sin embargo, no son muchas. Alemania, obsesionada por la buena conducta, también propone crear un severo sistema de penalización para los malos alumnos, que llegaría a retirarles el derecho a voto e, incluso, a expulsarlos de la eurozona. Esa iniciativa es resistida por la mayoría de sus socios, que consideran que el único porvenir del bloque reside en la solidaridad.

Otra idea que prospera es la creación de una agencia de calificación europea. Merkel y otros líderes consideran que Moody´s, Standard & Poor´s y Fitch tuvieron una gran responsabilidad en la crisis global y en la tormenta griega. "Una mayor competencia entre agencias de notación sería benéfica para todos", dijo ayer Trichet.

Hoy, en Bruselas, el presidente del BCE debería también exhortar a los gobiernos a ejercer un mayor control presupuestario. "Los países que comparten una moneda común también comparten un destino común", suele decir Trichet. A 11 años del nacimiento del euro, esa idea, simple y generosa, sigue encontrando dificultades para arraigarse.

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Temblor financiero en la UEEuropa no logra calmar los temores y se hundió el euro

Cayó a un mínimo en 14 meses frente al dólar; reunión clave en Bruselas para analizar la crisis

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IV
Opinión
Un mundo con menos viento de cola
Miguel Kiguel
Para LA NACION

Viernes 7 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa

El pánico nuevamente se apoderó de los mercados. Los inversores volvieron a refugiarse en activos seguros como el oro, el dólar y bonos del Tesoro americano y a vender acciones y bonos de alto riesgo. ¿Cuán seria es la amenaza de la tragedia griega y cómo puede seguir impactando en la economía y las finanzas?

Esta vez la crisis empezó en Grecia. Como en las mejores tragedias, la trama es compleja, pero el final está cantado: no termina bien.

La economía griega enfrenta una crisis económico-financiera con una deuda pública del orden del 130% del PBI, un déficit fiscal de 13% del PBI, un fuerte déficit en la cuenta corriente del balance de pagos, una moneda sobrevaluada. No falta ningún ingrediente en esta mezcla explosiva, y como si esto fuera poco, la economía está en recesión.

La experiencia indica que en situaciones de este tipo la solución se logra de una de tres maneras.

La primera opción es un ajuste fiscal de unos ocho puntos del PBI que restablezca la solvencia fiscal. La experiencia muestra que este tipo de ajustes se logran creciendo a tasas altas (como Irlanda en los años 90) o con una mezcla de devaluación e inflación (como México en 1983 y en el "tequila" o Brasil en 1999). La verdad es que ninguna de estas opciones parece posible hoy, en la medida en que Grecia siga en el área del euro (que es lo más probable) y la economía siga en recesión.

La devaluación tendría costos adicionales, ya que la relación deuda sobre PBI llegaría a niveles estratosféricos, y entonces aparecería la tentación de "dragmatizar" la deuda (la versión helénica de la pesificación).

La segunda alternativa es una reestructuración de la deuda pública con una quita que restablezca la solvencia fiscal. Para ello, la quita debería estar en el orden del 50%, lo que por ahora no parece estar entre las opciones potables por miedo al efecto contagio. La tercera opción, que es la que se está intentando, es simplemente tirar el problema para adelante.

Los gobiernos europeos y el FMI dan financiamiento con la esperanza de que algún dios mitológico genere crecimiento, reduzca el déficit y ayude a restablecer la solvencia fiscal. Pero esta opción no da soluciones de largo plazo, sino que sólo aplaza el momento de enfrentar la realidad.

Con otro régimen cambiario, Grecia seguramente ya habría devaluado y comenzado un proceso de reestructuración de su deuda. Pero al estar en la zona del euro tiene las manos atadas.

A pesar de la fragilidad de la situación griega, los países europeos tienen interés en evitar un default, ya que temen que contagie a países como Portugal, España e Italia y genere un efecto dominó que sea difícil de contener. Es un castillo de naipes que todos tratan de defender con uñas y dientes y mientras tanto sube el riesgo país en los países del Mediterráneo.

Las víctimas
Una de las víctimas de Grecia es el euro, que viene en caída libre y que seguramente va a seguir débil por bastante tiempo. El segundo riesgo es que Europa sufra la tan temida W, que enfrente una segunda recesión.

¿Cómo puede impactar esta crisis en la Argentina? El principal efecto hasta ahora ha sido una caída en los precios de los activos financieros y una fuerte suba en el riesgo país. El canje de la deuda seguramente se va a poder completar con éxito, pero en estas condiciones no va a haber dinero fresco.

Además, el fortalecimiento del dólar en el mundo, que ya llevó a una depreciación del real, seguramente pondrá presión aquí sobre el tipo de cambio, que se podría depreciar algunos centavos.

Por último, también puede observarse alguna baja en el precio de la soja, clave para el sector fiscal y externo. O sea problemas, pero sin llegar a niveles de crisis.

No hay duda de que Europa enfrenta el mayor desafío desde la creación del euro y parece difícil que lo pueda superar en forma indolora.

El euro seguirá bajo presión, las economías de la región en recesión o con muy bajo crecimiento, y no se puede descartar que la crisis se profundice y se expanda. Habrá que estar atentos y adaptarnos a un mundo que nos brindará menos viento de cola.

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OpiniónUn mundo con menos viento de cola

Miguel Kiguel

lanacion.com | Exterior | Viernes 7 de mayo de 2010





V
Temen que el contagio llegue por la vía cambiaria
Caen el euro y el real, dos sostenes del peso

Noticias de Exterior: Viernes 7 de mayo de 2010 | Publicado en edición impresa
Javier Blanco
LA NACION


La crisis del euro amenaza provocar un brusco reacomodamiento en las expectativas cambiarias en la Argentina. Después de todo, no hay empresario o agente económico que desconozca que buena parte de la competitividad que conserva el peso deriva del alto nivel de cambio que mantenía la moneda europea respecto de buena parte de las divisas del resto del mundo.

Pero esto cambió: de fin de año a la fecha el peso acumula una apreciación real (descontada la inflación) del 16% contra el euro. "Incluso ya está por debajo de la paridad real que existía entre ambas monedas en febrero de 2002. Es un llamado de atención, porque Europa es nuestro segundo mercado de exportación después de Brasil", alerta Gabriel Caamaño Gómez, de Ledesma & Asociados.

Si ese escenario se consolida, recrudecerán las presiones en favor de un dólar más alto, aunque se descuenta que el Gobierno podrá manejar el proceso por el poder de fuego que mantiene el Banco Central.

Las advertencias respecto de las probables vías de contagio que esta crisis puede tener en el país son coincidentes. Comenzaron a ser remitidas en las últimas horas por los consultores top a las empresas que los contratan para tratar de leer adecuadamente los cambios que se dispararán por la actual convulsión de mercados. Y se replicaron ayer en despachos oficiales. Esos temores se acrecentaron anoche, al desplomarse el euro a US$ 1,252, su nivel más bajo desde el 5 de marzo de 2009.

El mismo diagnóstico suscribieron los economistas consultados por LA NACION. "Si Europa ataca la crisis adecuadamente en breve, algo en lo que confío, el impacto sobre la Argentina será mínimo. Pero es evidente que el derrumbe del euro golpeará el valor de las commodities y a las monedas del resto de la región (más propensas a fluctuar), lo que presionará al peso", indicó Daniel Artana, de FIEL.

¿Una muestra? Ayer aquí el dólar se deslizó levemente al alza (cerró a $ 3,9150, el minorista), pero trepó 2,9% en Brasil, su mayor depreciación diaria desde el 2 de marzo de 2009. Así pierde casi 6% en la semana. Si esto hubiera pasado aquí el precio del dólar habría saltado de $ 3,91 a 4,15.

"Si la crisis impacta en las expectativas de los argentinos podría reactivarse la fuga de capitales. Otro canal de contagio sería el comercial: Europa va a demandar menos porque caerá su nivel de actividad y perderá poder de compra por la baja del euro", dice Leonardo Chialva, de la consultora Delphos. "Hay que seguir de cerca a las commodities . Esta semana la soja ya cayó casi 5% por la baja del euro o la suba del dólar, según se quiera ver. Y saber que el 20% de nuestras ventas va a Europa: su crisis puede desacelerar el ritmo que tiene la recuperación argentina", opina Fausto Spotorno, del Estudio Ferreres.

La vía de contagio financiero ya está a la vista: en 3 días la Bolsa cayó 10,4% y los bonos más representativos de la deuda se desmoronaron más de 12%.

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Temen que el contagio llegue por la vía cambiaria

Caen el euro y el real, dos sostenes del peso

lanacion.com | Exterior | Viernes 7 de mayo de 2010


el dispreciau dice: dos mil años se demoró en construir el imperio romano, sin embargo cayó en escasas horas... podría decirse algo semejante del Muro de Berlín... y así sucede y se repite sin solución de continuidad, enseñando a los unos y a los otros que el poder no es eterno y que los equilibrios, de no ser prolijamente acompañados, terminan fagocitando a todo aquello que le produce daño o simple inestabilidad. En este paisaje mundial de desquicios y omisiones, de atropellos y corrupciones, de mentiras y abusos, donde la tierra se mueve anunciando catástrofes nunca antes vistas por los seres humanos de esta era de soberbias y necedades. El sistema financiero mundial tanto como su socio económico no dan para más y existe un claro empecinamiento de los poderes respectivos en no preocuparse ni tampoco ocuparse, pateando el problema hacia adelante (un adelante que no existe) y tirando las consecuencias sobre miles de millones de seres humanos que se encaminan hacia una exclusión universal consecuente a la impericia y la negligencia de quienes nos gobiernan (todos). Este modelo de empresas y estados deficitarios con mercados virtuales y donde los supuestos clientes apenas si tienen para comer y donde apenas unos pocos viven de lujos quitados a los otros, no da para más. El problema de Grecia no es distinto al de México, al de China, o al de Estados Unidos de Norteamérica, o al de Japón. Las gentes están sometidas a los voluntarismos políticos de poderes que no guardan sentido esencial alguno y desprecian al conjunto porque en el fondo no tienen capacidad para distinguir la importancia del mañana, entonces se concentran en la depredación del hoy, sin medir consecuencias, y asumiendo que siempre habrá víctimas suficientes para echarles cualquier culpa de sus propias incapacidades. En este planeta donde un ciudadano de la India padece al igual que otro semejante de la Argentina, no hay banderas ni tampoco fronteras. El precio de globalizar el mundo es justamente éste... los pesares de unos son penas de otros, pero todos en conjunto padecemos las mismas consecuencias, en mayor o menor medida. Partiendo de la base que Estados Unidos de Norteamérica tiene una deuda monumental consigo mismo, deuda que jamás será resuelta por la propia incapacidad de sus funcionarios políticos y empresarios, cabe suponer que el resto del mundo seguirá la misma suerte de desajustes, quiebres, desplazamientos, sumado a ello los padecimientos que sufrirán los ciudadanos utilizados como víctimas propiciatorias de personas sin escrúpulos, sin alma, sin ojos, sin oídos, pero fundamentalmente sin neuronas. Lamentable lo de Grecia, tanto como cualquier otro hecho semejante y equivalente de los que se ocultan tras la puerta de los bancos y entidades financieras, definitivamente quebradas pero dibujadas en la esperanza (loca) de hallar una salida ficticia. Destruir el suelo para que cuatro gatos locos se llenen de comodidades a costa de miles de millones que no tienen acceso a nada, no aparece como sensato y las consecuencias están a la vista... nada alcanza, nada es suficiente, nada es prudente, nada... recuerdo que cuando cayo el Muro (estaba allí) tuve la sensación que se había quebrado una represa y que las aguas se desataban con violencia hacia un nuevo equilibrio... todo indica que estamos encaminándonos hacia un fenómeno semejante, siempre y cuando la tierra como ente espacial no nos recuerde antes que aquí, la única que manda, es la naturaleza que Dios nos ha prodigado. Veremos qué llega primero... Mayo 07, 2010.-

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