domingo, 20 de junio de 2010

MANUEL BELGRANO o EL SENTIDO OLVIDADO DE PATRIA


MANUEL BELGRANO.

Por Alfredo Leuco
Si me permite, Don Manuel, me gustaría decirle que usted es el espejo en el que todos los políticos argentinos deberían mirarse. Porque usted hizo el camino inverso de tantos políticos corruptos. La mayoría llega pobre a la función pública y sale rico. La mayoría se enriquece ilícitamente. Su biografía demuestra que usted hizo todo lo contrario. Nació rico. Nació en cuna de oro porque su padre era un importante comerciante. Por eso pudo acceder a la educación a la que accedió. Por eso Salamanca, Valladolid. Pero se pasó la vida repartiendo su fortuna entre la gente común. Y murió pobre. Se empobreció lícitamente. Se convirtió en una bandera de austeridad republicana. Usted, justo usted, que es el creador de la bandera convirtió su trayectoria en una bandera y su cuerpo en el abanderado de los mejores valores que debe tener un hombre público que está obligado a servir a su comunidad. Por eso creo que a 200 años del nacimiento de la patria llegó la hora de pedirle perdón. Mil disculpas, Manuel Belgrano. Ojalá nos perdone. Y si me permite, como una manera de desagravio, me gustaría decirle gracias por todo lo que hizo por nosotros. En este Bicentenario le decimos gracias por haber protegido siempre a los mas desprotegidos, a los mas humildes, a los ancianos, a las mujeres y a los indios. Por haber impulsado siempre el progreso y el bienestar de la gente. Por darle a la tierra el carácter de generadora de riquezas y haber inventado el impuesto a las tierras improductivas. Progresismo puro. Gracias por grabarnos a fuego en nuestra identidad esa frase maravillosa que dice que el sentimiento de libertad es capaz de transformar en héroes a los ciudadanos mas simples. Gracias por su combate permanente contra los monopolios y todo tipo de autoritarismo. Por haber sido miembro del primer gobierno patrio. Por defender la libertad de prensa y la modernización. Por haber traído de Europa las ideas mas avanzadas de soberanía y emancipación y las tres vigas maestras de la revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Gracias por la inmensidad de su cultura. Por hablar y leer perfectamente en inglés, francés, italiano y latín. Gracias por haber redactado junto a Mariano Moreno el Plan Revolucionario que se presentó a la Junta. Gracias por decir que la patria es educación. Por haber donado sus sueldos para construir la biblioteca pública y varias escuelas que se construyeron 170 años después. Gracias por el coraje de haber combatido en las invasiones inglesas y por convertirse en general de la Nación cuando su formación era de abogado, economista, diplomático y periodista. Pese a todo no dudó en tomar las armas y las estrategias militares para defender esta bendita tierra.Gracias por haberle salvado la vida a la esposa y a la hija del general San Martín. Ojalá alguna vez nos perdone que lo hayamos dejado morir en la mas terrible de las miserias. Vencido por las enfermedades y con el único tesoro de su reloj personal para recompensar al médico que lo asistió hasta el final. Le confieso que me produjo un desgarro en el alma cuando leí que su cuerpo estuvo ocho días sin poder ser sepultado por falta de dinero. Siento vergüenza histórica retroactiva. Por eso perdón y gracias, don Manuel Belgrano. Gracias por la escarapela y por la bandera.

Y sobre todo gracias por enseñarnos con la enseña que Belgrano nos legó que la lucha por una patria mas justa es la verdadera bandera idolatrada




el dispreciau dice: el ideario de mayo fue producto de hombres de espíritu noble, ese mismo que se ha perdido a manos de políticos, militares, y sacerdotes infames que a lo largo de un siglo se han apoderado de esfuerzos ajenos, apropiándose de historias y descalificando a las víctimas, destruyendo el sentido de patria, pero peor aún, licuando el sentido social y aniquilando sus nodos culturales distintivos. Esos hombres de espíritu noble fueron consumidos por el lado oscuro de los intereses que sustentaban el contrabando que por siempre caracterizó a estas tierras, apéndice de reyes en caída. Nada pudo evitar que la patria se fuera formando en una lucha mezquina de soberbias y necedades, de cinismos y disimulos... sin embargo, entre luchas intestinas fue tomando entidad por sobre una historia nutrida por confusiones intencionales que favorecieron modelos que no lo eran, desmereciendo a los que genuinamente habían hecho algo, mucho o poco, para que Argentina tomara forma de nación. Ejemplos como el de Manuel Belgrano han pasado a ser parte de esta entelequia llamada Argentina, hombres que dieron en vez de quitar... Hoy, clase política y poderes mediante, nos hemos transformado en parias de miserias inducidas por las frivolidades de personas que se creen con más derechos que los nuestros, los de los simples "mortales". Veo a nuestras gentes apenadas y consumidas por el miedo, el miedo de saber que los derechos humanos son únicamente de los malos y que la justicia está sólo para proteger las bajezas del poder, dejando a la sociedad toda en un temible estado de indefensión, donde se habla de lealtades cursando traiciones y donde se habla de traiciones burlando a las tradiciones, los valores y hasta inventando una historia a medida de las conveniencias de las circunstancias del poder en cualquiera de sus formas. Este bicentenario será recordado, sí... lo será por aquella célula social que logre superar esta barbarie que transitamos, donde los muertos como víctimas de los atropellos diarios, aparecen como culpables de la inoportunidad, esto es estar en el lugar inoportuno en el momento inadecuado, con el sólo objetivo de resguardar la "caja" y sus respectivos recolectores. Argentina está dominada por la ausencia del estado de derecho, lo que da lugar a que los barras bravas de las tribunas tengan el suficiente poder como para manipular a los políticos con sus "saberes" de trapos sucios y mentiras transformadas por los medios en verdades. Medios masivos de comunicación que venden al mejor postor sus opiniones para fabricar propicias circunstancias a sus intereses, defendiendo lo indefendible, burlando al soberano, para luego darle clases de moral y civismo sobre aquello que ellos mismos suelen atropellar. Esta sinfonía de instrumentos de la burla, ha arrasado con los valores de una nación que pretendió ser noble, pero hoy está sumida y consumida por discusiones estúpidas focalizadas en la necesidad del aborto, el matrimonio del mismo sexo, la adopción de hijos por parte de dicha aberrantes uniones legales, mientras otros diecisiete millones de habitantes se mueren hambre o viven como pueden, sobreviviendo a los atropellos del poder que va destruyendo fuentes de trabajo, hogares, vidas. Alcanzamos el bicentenario de 2010 transitando una mentira insoslayable y alcanzamos esta fecha patria, bandera y Manuel Belgrano mediante, tratando de descubrir cómo no sucumbir a esta guerra vernácula de un peronismo lleno de gentes sin vergüenza, sin otro valor que no sea su interés en apoderarse de más esfuerzos ajenos y prometiendo más zozobra y más mentiras... nada diferente a lo que enseña un pobre radicalismo que usa nombres pero tapar incapacidades... nada diferente a lo que hacen el resto de la fuerzas políticas que construyen sobre la pobreza, el oportunismo de sus cajas. Como ciudadano consumido, estoy seguro que tanto Belgrano como Moreno, San Martín y tantos otros anónimos héroes de la historia argentina, miran por alguna ventana, con vergüenza y pudor, cómo aquellos que se dicen "patriotas" y "argentinos" usan a sus conciudadanos para empujarlos hacia el abismo, hablándoles de indicadores sanos, de trabajo y de futuro, cuando el horizonte enseña claramente cómo nos estamos licuando en un mundo donde a nadie le importa nada del otro. Indudablemente estamos transitando el fin de una era, el fin de un sistema y el fin de un modelo, construido por gentes que dicen una cosa pero hacen exactamente lo contrario, burlando los sentimientos de los muchos. De cara al mañana, sepan nuestros hijos que sólo las "fuentes genuinas" nutren el futuro que se mentaliza para construir y sostener a las sociedades. Ello significa, regresar al pensamiento "belgraniano"... ya que los victimarios, esos conocidos por todos, morirán igual que el resto de los mortales, sin llevarse más que sus miserias, las sembradas. Junio 20, 2010.-

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