martes, 13 de julio de 2010

¿Qué quedará para las próximas generaciones? - lanacion.com



VIENE DE LA NOTA ANTERIOR
Opinión
¿Qué quedará para las próximas generaciones?
Por Orlando Ferreres

Especial para lanacion.com
Noticias de Economía: Martes 13 de julio de 2010 | 01:04 (actualizado a las 02:59)

Los padres tratan de dejarles algo a los hijos, un patrimonio aunque sea mínimo para ayudarlos a encaminarse en la vida. La patria nos da también un patrimonio común, una continuidad, una bandera para seguir, un bagaje de historias y sobre todo, un proyecto en común para el futuro. Si no nos diera esto, el territorio en el que vivimos sería solamente un espacio de factores productivos.

La generación presente le deja un patrimonio a la generación siguiente, puentes, caminos, puertos, un lenguaje común, escuelas, teatros, hospitales; en fin, muchas cosas para que vivan una vida mejor. Cuando los padres o la Patria le dejan una herencia a sus sucesores, a la futura generación, entonces podemos decir que hay justicia intergeneracional.

Este concepto ha recibido en los últimos años mucha atención de los economistas, con cálculos bastante complicados: Por ejemplo, acerca de los sistemas impositivos, estableciendo como tendrían que ser las alícuotas en el futuro para pagar los gastos de hoy. Son cálculos complejos y, aunque están bien hechos, no dan una idea clara e inmediata de la justicia entre la presente generación y la futura.

Una manera simple de explicar este tema es considerando el Patrimonio Neto del Estado Nacional, no del país. Si los activos menos los pasivos del Estado dan negativo, hay injusticia intergeneracional, pues la futura generación heredara más deudas que bienes. Si da cero, no dejamos nada y si da positivo, poco o mucho, hay justicia intergeneracional, pues les dejamos algo a los jóvenes.

Considerando el tema con más detalle observamos que el Estado realiza muchas obras como: escuelas, hospitales, caminos, con lo cual tiene un activo que es la suma de todas esas obras. Una parte suele transferirla a la comunidad o a otras jurisdicciones, por lo cual esta parte transferida la volvemos a sumar a los activos registrados aumentando los mismos.

Pero también el Estado tiene deudas que son financiamiento de gastos de esta generación que tendrán que pagar las futuras generaciones. En estas deudas incluimos todas aquellas que aparecen en la Cuenta de Inversión que se publican anualmente por la Auditoria General de la Nación, las distintas deudas públicas. También incluimos las deudas invisibles, como por ejemplo, el pago mensual a todos los jubilados/as que lograron su cobro sin haber aportado nunca nada. Esto es como la deuda de un bono, cuyos cupones han de ser pagados mensualmente durante la vida de ese conjunto de jubilados, unos 2.000.000 que son los que están en esa situación. Ese flujo lo descontamos al 10 % anual, y nos da el valor presente neto de esa deuda contraída, en este caso es de u$s 30.000 millones de dólares. También en el caso de la prestación universal por niño no se estableció ningún nuevo recurso, por lo que es una deuda igual que la anterior por u$s 32.000 millones, que empeora la solvencia intertemporal del Estado (En este caso no la vamos a sumar, pues tanto la deuda como el pago lo recibe la futura generación)



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Como puede apreciarse, el patrimonio neto es negativo por u$s 141.827 millones, una cifra que muestra la tremenda poca importancia que le damos a la generación futura. Restando el valor presente de la prestación por niño, el mismo queda establecido en u$s 110.000 millones, que es lo que tendrán que pagar los nuevos nacidos, sin recibir nada a cambio, sólo heredan esa deuda neta. Esto es consecuencia de que los políticos piensen sólo en el corto plazo. "En el futuro alguien pagará estas deudas, pero nosotros ya no estaremos". Lo que no percibe ese político es que estará su hijo o su nieto, y ellos tendrán que pagar.

Un patrimonio neto de cero significa que la futura generación recibe los caminos, las escuelas, los hospitales, pero que los tienen que pagar. Si diera positivo, les estaríamos dejando algo. Pero si da negativo, como es la realidad, es que estamos gastando en gasto corriente, en nuestro gasto corriente y lo financiamos con deuda a largo plazo pues queremos que ellos lo paguen. Ellos están muy cansados de nuestros errores y desmesuras y, además, de que se las queramos cobrar a ellos. Hay un malestar de los jóvenes con la política, con la Argentina, contra decisiones coyunturales de los dirigentes. Y tienen razón, no podemos seguir de esta manera, tenemos que hacer un plan para que el Patrimonio Neto del Estado Nacional, la suma y resta de la Justicia Intergeneracional resulte por lo menos equilibrado, que sería igualmente nada generoso. La verdad, yo haría un plan para ir cancelando deuda o haciendo obras con superávit impositivo y no me endeudaría en nada para pagar ningún tipo de sueldo u otros gastos corrientes. A nuestros empleados los tenemos que pagar los de esta generación. Al cabo de 10 años, podríamos equilibrar la justicia intergeneracional.

Tanto que hablamos de enseñar la redistribución, de que los únicos privilegiados son los niños y otras palabras que se las lleva el viento, y en la práctica somos la generación mas egoísta que ha tenido nuestro país. Desde que se calcula el Patrimonio Neto del Estado el año 2009 ha sido uno de los más negativos. Esto significa una de las peores de las injusticias, la injusticia contra los hijos y los nietos. Es hora de ponernos a hacer las cosas bien y dejar de engañar a la gente pues no da resultado.

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