martes, 5 de abril de 2011

EL REVERSO DEL TSUNAMI | LA HISTORIA "NO OFICIAL" | Japón reforzará los controles de radiactividad sobre productos marinos · ELPAÍS.com

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Catástrofe en Japón
Japón reforzará los controles de radiactividad sobre productos marinos
Tepco se ve obligado a arrojar agua radiactiva al mar para hacer sitio a otra más contaminada.- El Gobierno fija límites de radiactividad de productos marinos al encontrar anguilas contaminadas.- Un municipio rechaza las indemnizaciones de 'consolación' de la eléctrica
JOSE REINOSO / AGENCIAS | Tokio 05/04/2011


Miembros de la Marina japonesa, con trajes para protegerse de la radiación, en un barco que lleva agua pura al muelle de la central de Fukushima.- AP



Japón se ha visto obligado a optar por el mal menor. Tokyo Electric Power (Tepco), la compañía propietaria de la central nuclear de Fukushima, comenzó ayer a verter 11.500 toneladas de agua "ligeramente" radiactiva al océano Pacífico -una cantidad aproximadamente equivalente a cinco piscinas olímpicas- para liberar espacio en el que almacenar otra mucho más contaminante. Para contrarrestar la controvertida medida, el Gobierno reforzará los controles sanitarios sobre los productos marinos (pescado, marisco y algas), componentes imprescindibles de la dieta japonesa, y ha establecido límites a las dosis de radiactividad en esos alimentos, una medida inédita.

Las inspecciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Silvicultura se llevarán a cabo en colaboración con las prefecturas afectadas, que son principalmente Fukushima (noreste), Ibaraki y Chiba (este), según la agencia de noticias japonesa Kyodo. Si bien hasta ahora no han existido límites legales para la radiactividad en este tipo de productos, por las pocas probabilidades de que acumulen una cantidad nociva, el ministerio de Salud japonés ha decidido establecer topes, tras haber detectado 4.080 becquerelios por kilo en algunos ejemplares de anguilas de arena pescados en la costa de la prefectura de Ibaraki, al norte de Tokio. El límite decidido es similiar al de las verduras: 2.000 becquerelios/kilo para yodo radiactivo, que puede provocar cáncer, y 500 becquerelios/kilo para el cesio.

John Dalli, comisario europeo de Salud y Consumo ha explicado hoy que la UE está evaluando si se deben modificar las restricciones a la importación de alimentos de Japón, aunque ha recordado que el país asiático "puede exportar a la UE solo cuatro productos de origen animal". En el caso de las verduras, en 2010 apenas supusieron un 0,1% del total de alimentos importados de los 27 estados miembro.

El jefe de Gabinete del Ejecutivo, Yukio Edano, ha asegurado que Japón está facilitando a las autoridades internacionales toda la información sobre el vertido al mar, de acuerdo con la Convención sobre Derecho del Mar de Naciones Unidas. Corea del Sur ha pedido explicaciones, sin embargo, al Gobierno japonés. "¿No es normal que estemos un poco preocupados? Como no tenemos acceso a los datos científicos, hemos pedido a Tokio que confirme los hechos", ha indicado un portavoz del ministerio de Exteriores, Cho Byung-Jae, según France Presse.

La compañía eléctrica aseguró que 10.000 de las toneladas que serán soltadas al océano se encuentran en unas instalaciones en Fukushima y otras 1.500 toneladas están en los fosos situados bajo los reactores 5 y 6. Yukio Edano, portavoz del Gobierno, confirmó los planes, que calificó de única opción posible. El agua liberada tiene una radiactividad 100 veces superior al límite legal. Se calcula que hay 60.000 toneladas de agua muy radiactiva en la planta, que dificultan las tareas de estabilización y refrigeración en la central, por lo que es necesario almacenarla en los tanques ocupados ahora por el líquido que se verterá al oceáno.

Yodo radiactivo en el mar 5 millones de veces por encima del límite

El nivel de yodo radiactivo analizado en aguas marinas próximas a la central es 5 millones de veces superior al límite legal, mientras el cesio lo supera en 1,1 millones de veces, según Tepco. Las cifras, muy preocupantes, son en todo caso inferiores a las registradas el sábado, cuando la concentración de yodo equivalía a 7,5 millones la dosis legal. El yodo-131 tiene una vida de ocho días, pero el cesio-137 tarda 30 años en semidesintegrarse.

El agua contaminada que está cayendo al océano se cree que procede de una grieta de 20 centímetros en un foso de contención de hormigón en el segundo reactor, que fue descubierta el sábado pasado. Los intentos de sellar la estructura -primero con hormigón y luego con polímeros absorbentes- han fracasado hasta ahora. Los técnicos inyectaron ayer un colorante en un túnel del reactor 2 para intentar identificar el origen exacto de la filtración y el camino que sigue el líquido. Hasta el momento, esta medida no ha arrojado resultados.

Los próximos intentos de Tepco para tratar de frenar cuanto antes el vertido al mar pasan por inyectar silicato de sodio en la grava por debajo del fondo del depósito, para endurecerla, porque se cree que es a través de esta grava por donde se está filtrando el agua radiactiva, según informa la cadena de televisión estatal NHK. La compañía también está planeando entablar las partes rotas de un dique en la costa para evitar que el agua contaminada que se está filtrando siga expandiéndose mar adentro. Con este mismo fin, se está estudiando la posibilidad de colocar cortinas gigantes de sedimentos submarinos en tres lugares, incluyendo uno cerca de una salida de agua del edificio del reactor número 2.

Un pueblo rechaza la ayuda a los damnificados

El Gobierno japonés incentivará con ayudas públicas la contratación de personas mayores y discapacidas afectados por el terremoto y el tsunami. Las pequeñas y medianas empresas que contraten a una persona con 60 años o más, o con alguna discapacidad, recibirán un subsidio superior a 900.000 yenes (7.500 euros), mientras que las grandes optarán a una cantidad de algo más de medio millón de yenes (4.000 euros).

Este plan forma parte de un programa más amplio para fomentar la creación de empleo en las prefecturas más afectadas. Se calcula que en Iwate, Miyagi y Fukushima trabajaban unas 840.000 personas, que habrían quedado en su mayoría desempleadas, según la agencia Jiji citada por Europa Press.

La compañía dueña de la central nuclear, Tepco, ha adelantado hoy que indemnizará a los Gobiernos provinciales y municipales afectados por los problemas derivados del accidente nuclear en Fukushima. No ha especificado sin embargo el número de municipios y prefecturas que recibirán la ayuda, ni la cuantía de las mismas. Tampoco se ha pronunciado sobre las indeminaciones a los particulares afectados por los cortes de suministro eléctrico, las medidas de evacuación y la radiactividad, sobre las que dice no haber tomado todavía ninguna decisión.

Más tarde se ha sabido que la empresa ha ofrecido indemnizaciones a diez localidades cercanas a Fukushima, cuyos vecinos han tenido que ser trasladados. Uno de ellos (Namie, de más de 20.000 habitantes) ha rechazado la oferta de 20 millones de yenes (180.000 euros), que supondría unos 9 euros por habitante. El portavoz del municipio ha comunicado que su decisión les permite "criticar a la empresa libremente" y que la cifra ofrecida "no permite salir adelante a la gente afectada". Alrededor de 80.000 personas que viven en el perímetro de 20 kilómetros alrededor de la central nuclear han tenido que abandonar la zona, y se han paralizado actividades económicas como la agricultura y la pesca.

La Comisión de Energía Atómica de Japón, establecida en 1956 para promover el desarrollo nuclear sistemático en el país, ha decidido suspender su trabajo. Como ha dicho su presidente, Shunsuke Kondo, la crisis actual contradice el argumento habitual de que la energía nuclear es segura. "Tenemos que admitir que ha habido un error de juicio en la promoción de la política de energía nuclear del país", ha declarado este profesor emérito de la Universidad de Tokio. Kondo ha añadido que será mejor retomar las tareas de la comisión cuando se haya solucionado la crisis y la investigación obtenga "respuestas", según Kyodo.

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REPORTAJE: vida&artes
El tsunami nuclear alcanza Kioto
Japón ensombrece la lucha contra el calentamiento al anunciar que revisará su objetivo de emisión - El precio de los derechos de CO 2 sube en Europa por el cierre nuclear alemán - Las renovables crecerán, pero a corto plazo también el carbón
RAFAEL MÉNDEZ 05/04/2011


Tras el terremoto y posterior tsunami y accidente nuclear del pasado 11 de marzo en Japón, la Bolsa ofreció evidentes signos de cómo interpretaban los inversores lo ocurrido. Areva, el gigante nuclear francés, cayó un 12% mientras que Vestas, fabricante danés de aerogeneradores subió aún más los primeros días. Simplificando: lo que es malo para la energía atómica es bueno para las renovables.

Sí, pero no solo eso. La realidad rara vez es tan sencilla. Aunque las renovables crezcan a medio plazo, la forma de sustituir la energía nuclear es el uso de gas natural o de carbón, combustibles fósiles que emiten dióxido de carbono, lo que lastra aún más la lucha contra el cambio climático.

En la Cumbre del Clima de Cancún, en diciembre pasado, Japón tuvo un papel estelar. Entre los 190 países reunidos, los delegados japoneses destacaron sobre el resto por la firmeza en una idea: Japón no admitiría una prórroga del Protocolo de Kioto, cuyo primer periodo de cumplimiento expira a final de 2012. Ni el hecho simbólico de ser el país en el que en 1997 se pactó el histórico tratado contra el cambio climático le haría moverse. Japón había visto ya cómo China le superaba como segunda economía del mundo, así que tomó la decisión de no ir más allá de su oferta de recortar sus emisiones un 25% en 2020 respecto a 1990.

Si Japón era el principal obstáculo de la negociación del clima -ya de por sí un mar de dificultades- el accidente en la planta nuclear de Fukushima no ha hecho más que empeorar la situación. En la negociación que se celebra esta semana en Bangkok, Hideki Minamikawa, representante de Tokio, ha declarado, según la prensa japonesa: "Es cierto que nuestro objetivo de reducción de emisiones se verá severamente afectado". Ayer le matizó el portavoz del Gobierno nipón, Yukio Edano, cuando dijo que aún es pronto para conocer el impacto que tendrá el accidente en la estrategia del país contra el cambio climático.

Aunque, en efecto, es pronto, el impacto es evidente. Japón tiene parados un tercio de sus 59 reactores nucleares y, hoy por hoy, sin perspectivas de poder abrirlos en mucho tiempo. Los seis de Fukushima I se dan por perdidos, pero siguen paradas las centrales de Fukushima II, Onagawa... La prueba de lo complicado que resulta reabrir una nuclear afectada por un seísmo de tal magnitud es que la planta de Kashiwazaki-Kariwa, de siete reactores nucleares, cerró en 2007 por un terremoto que superó las bases de diseño de la central y aún no ha reabierto del todo. Hasta ahora, un 30% de la energía de Japón procedía de la nuclear, y Tokio pretendía elevar el porcentaje al 40%. Pero, ahora mismo, los planes para construir nuevos reactores están en el aire o enterrados.

El negociador jefe de la Comisión Europea en Bangkok, el transparente Artur Runge-Metzger, ha afirmado: "Ciertamente [Fukushima] es algo que tiene un impacto en las negociaciones sobre medio ambiente. [...] Por una parte podrías decir 'no puedo usar energía nuclear porque podríamos tener desastres nucleares', pero creo que todos en la mesa también están diciendo 'no podemos tener un cambio climático porque también llevará a desastres naturales".

El economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, ha lanzado una advertencia similar: "Habrá una dificultad mayor para construir nucleares y en algunos países crecerá la presión para anticipar el cierre de las existentes. Eso aumentará el precio de la energía en todo el mundo. Y también será malo para la seguridad de suministro, porque supone menos diversificación en el mix y serán malas noticias para el cambio climático".

A menudo, se piensa en la energía nuclear como lo antagónico a la renovable. Pero en temas de cambio climático no siempre es así. Como explica Kepa Solaun, director de FactorCO2 una bolsa de CO2 , "menos nucleares implica más emisiones" de gases de efecto invernadero.

La prueba es que, tras el anuncio de la canciller alemana Angela Merkel del cierre temporal de las siete nucleares anteriores a 1980, el precio de la tonelada de CO2 en Europa subió inmediatamente. "El impacto sobre la continuidad de las centrales nucleares en Alemania, reforzado por el resultado electoral, provocó subidas de un 11% en la primera quincena de marzo", explica Solaun.

Alemania, que cuenta con una potencia nuclear instalada de 21.497 megavatios, tiene actualmente en funcionamiento solo la mitad (además de las paradas por orden de Angela Merkel hay centrales en recarga). El resto ha sido sustituido por generación por carbón e importaciones de electricidad desde Francia y la República Checa. Si en un día típico de marzo el país exportaba entre 70 y 150 gigavatioshora cada día, desde que el pasado 17 Merkel anunció el cierre temporal de las centrales más antiguas, la importación diaria ha sido de unos 50 gigavatioshora, según Reuters.

Así que las eléctricas tienen que comprar más CO2 para producir electricidad y sube el precio de la tonelada. Si Alemania sigue cerrando plantas nucleares -los partidos han entrado en una carrera por ver quién es más antinuclear- el objetivo europeo para 2020 de reducir en un 20% las emisiones sobre los niveles de 1990 será aún más difícil de cumplir.

Porque, aunque a largo plazo Japón apueste por la energía geotérmica o la solar -que no emiten dióxido de carbono-, a corto plazo y con el país destrozado, las centrales nucleares serán sustituidas por centrales de gas. Jeffrey Immelt, consejero delegado de General Electric, fabricante del primer reactor de la planta Fukushima I no solo defendió ayer en Tokio la seguridad de sus diseños nucleares sino que anunció su ayuda para ese país: "Ya tenemos turbinas de gas embarcadas rumbo a Japón".

Marcel Coderch, uno de los referentes del movimiento antinuclear español, admite que el efecto del rebote en las emisiones de CO2 es inevitable: "Ese es un efecto colateral de la crisis nuclear. Lo lógico es que Japón construya centrales de gas, que es lo más rápido. A largo plazo veremos, pero a corto, Fukushima aumentará las emisiones".

Coderch explica que "el sistema energético no lo puede cambiar de la noche a la mañana. Tenemos que ver qué queremos hacer dentro de 20 o 30 años, porque cómo será el año que viene lo decidimos hace décadas".

El responsable de Energía de Greenpeace en España, José Luis García Ortega, admite que esa situación se puede dar en algunos países, pero que no en todos: "En algún caso pueden aumentar las emisiones, pero en otros las renovables pueden sustituir rápidamente esa potencia. España ha demostrado que se puede instalar una gran potencia fotovoltaica en meses".

Ortega opina, además, que la nuclear supone un freno para la energía limpia. Al no poder regularse -las nucleares funcionan siempre, no conviene estar subiendo y bajando su potencia- en noches muy ventosas en España han obligado a desconectar aerogeneradores porque no había demanda eléctrica suficiente. "Si esas nucleares fueran sustituidas por potencia térmica no sería necesario frenar las renovables, porque las centrales de gas se pueden regular".

La paradoja de la central nuclear de Fukushima demuestra que la forma perfecta de energía -una renovable, barata, sin emisiones de CO2 ni de contaminantes atmosféricos- no existe. No de momento. Así que, hasta que los costes de las energías renovables bajen o hasta que la fusión demuestre ser viable, la vida es elegir.
El tsunami nuclear alcanza Kioto · ELPAÍS.com


el dispreciau dice: alguien habrá pensado ¿qué será de nuestros hijos?... el planeta está ingresando a una crisis global donde el clima es apenas un aspecto del problema. Creer que lanzar desechos radiactivos al mar, no perjudicará a las aguas, al aire, a las especies marinas (incluyendo aves), al propio ser humano, a los suelos, a los alimentos, es una estupidez propias de las miserias humanas que caracterizan a la raza y sus poderes, y además a sus ciencias vendidas a las conveniencias. El tsunami crece sin que nadie lo vea y lo atienda, prometiendo consumir a las miserias humanas que se anteponen a la razón. Abril 05, 2011.-

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