viernes, 20 de mayo de 2011

CUANDO EL FUTURO ATRASA | El más grave problema del país - lanacion.com  

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El más grave problema del país
Manuel Álvarez-Tronge
Para LA NACION

Viernes 20 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa.


Más del 50% de los adolescentes argentinos no comprende lo que lee. Triste y vergonzosa realidad. El dato surge de los exámenes más prestigiosas del mundo, que se realizan cada tres años para evaluar la calidad educativa de un país (PISA, Programa Internacional de Evaluación de Alumnos, OCDE). De 75 países evaluados, la Argentina se ubica, tras la prueba 2009, en la posición 58, que focalizó especialmente la comprensión lectora (en fútbol, el Mundial nos ubicó en quinto lugar; en educación, más precisamente en lectura, 58).

La conclusión es que los alumnos argentinos referidos (de 15 años) presentan "un alto riesgo de no poder afrontar con éxito sus retos formativos, laborales y ciudadanos posteriores a la educación obligatoria" (página 63 del informe PISA 2009), y, lo que es más grave, el 11% de este grupo ha sido calificado en el nivel más bajo de toda la prueba, "1b", que es "aquel en el que se encuentran los alumnos cuyo rendimiento es tan bajo que PISA no es capaz de describir".

Si complementamos esta información con datos del Laboratorio Latinoamericano para la Evaluación de la Calidad Educativa, Unesco, surge otra evidencia impactante para la Argentina: el descenso operado desde 1997.

Nuestro país, que supo ser líder en la región, ha pasado a tener peores resultados que Cuba, Chile, México, Brasil, Uruguay y Colombia. Y si a esto le sumamos los cientos de miles de alumnos que abandonan, la repitencia, la toma de escuelas, advertimos que, pese a todos los esfuerzos que se han hecho (ej. más inversión, nuevas leyes, mejoras salariales) algo anda muy mal y que estamos frente a un problema mayúsculo: la calidad de la educación argentina no es buena. Y éste no es un problema de un gobierno, sino de nuestra sociedad civil. Que lo reconozcamos e identifiquemos como el principal desafío que debemos enfrentar juntos todos los argentinos es el objetivo de estas líneas.

Cuando caemos en la cuenta de que padecemos una enfermedad grave, toda nuestra energía se vuelca contra ella para vencerla, sea a través de cirugía o del tratamiento que fuere. Pues entendámoslo: la Argentina está enferma de mala educación. Que más del 50% de los adolescentes argentinos no sepa leer es equivalente a una enfermedad de las que pone en riesgo el futuro; en este caso, del país. Mala calidad educativa es sinónimo de ignorancia, y la ignorancia es el principal enemigo de la libertad y de la inclusión social.

Carecer de conocimientos es el mejor caldo de cultivo para que crezca la pobreza, la desnutrición y la inseguridad, y hasta es el camino para perder la democracia. ¿Hay algo entonces más urgente para los argentinos que atacar el problema de la falta de buena educación? Debemos aceptarlo. Vale para despabilarnos, que nos repitamos la famosa frase de la época de Clinton, adaptada a esta situación: "¡Es la educación, estúpidos!"

Una cosa es lo que técnicamente debe hacerse como política educativa y otra es la que cada uno de nosotros puede y debe hacer. En lo que respecta a lo público, investigaciones internacionales muy serias, como el Informe Mc Kinsey 2010 (http:educar-2050.blogspot.com/), indican cuáles son las medidas por adoptar. Se comparan allí sistemas educativos de todo el mundo confirmando que hoy los países pueden conseguir mejoras sensibles en educación en cinco o seis años. Nuestra ley nacional de educación contempla esas medidas. No es necesario "reinventar la rueda". Todos sabemos que mejor calidad educativa es esencialmente sinónimo de mejor enseñanza de los maestros. Hay muchas medidas por adoptar para ayudarlos, reforzar su formación, estimularlos y proveerlos de mejores condiciones. La discusión ya no pasa por el "qué hacer" sino por el "cómo" y es allí donde debe jugar un rol esencial aquello que cada uno de nosotros puede hacer.

En primer lugar, lo que debemos hacer como ciudadanos y padres responsables es exigir mejor aprendizaje para todos. Tenemos el deber de reclamarlo. Es llamativo que en nuestro país se reclame por infinidad de temas, pero el reclamo por la madre de todos nuestros inconvenientes, la falta de buena educación, no exista. Permanecemos callados porque creemos que nuestros hijos acceden a buenos maestros. ¿Pero sólo hasta nuestros hijos nos ocupamos?

Esto es lo que estamos obligados a cambiar: debemos ocuparnos de todos los alumnos del país. Tenemos una oportunidad próxima: la calidad educativa debería convertirse en tema central de debate electoral de octubre. Para eso, la ciudadanía lo debe demandar y premiar con su voto a quien mejores condiciones ofrezca en el ataque frontal a este mal que nos aqueja. Pasada la elección, debemos seguir ocupándonos y exigiendo la mejor educación para todos. Esta sería una respuesta madura y democrática al principal problema argentino: la mala educación de sus futuros ciudadanos. Recordémoslo, exijámoslo. De nosotros depende.

© LA NACION

El autor es presidente del Proyecto Educar 2050
( www.educar2050.org.ar )

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Tres miradas sobre el estado de la educación en la Argentina
Una universidad para el futuro
Alieto Aldo Guadagni
Para LA NACION

Viernes 20 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa.

El siglo XIX fue el siglo de la escuela primaria; el pasado, el de la escuela secundaria, y éste será el siglo de la universidad. En la nueva sociedad del conocimiento prosperarán aquellas naciones que sean capaces de asegurar un alto nivel de calificación a sus recursos humanos; el capital humano de una nación es hoy más importante que la existencia de recursos naturales agotables.

En los países que lideran el progreso económico, más del 40% de los jóvenes tienen títulos universitarios. En América latina se destaca Cuba, con 21%; Brasil, con 19, y Chile, con 15. En nuestro país, apenas el 14% de los jóvenes concluye el ciclo universitario. Son notorias las diferencias con nuestros vecinos; el último año de la escuela secundaria en Brasil y en Chile es distinto al nuestro.

La preocupación de los adolescentes chilenos y brasileños es enfrentar una valla que debe ser superada para ingresar a la universidad y tener acceso en el futuro a un título superior que les permita incorporarse capacitados al escenario laboral en este difícil mundo globalizado. Por el contrario, nuestros adolescentes están liberados de tamaño esfuerzo y muchos de ellos pueden concentrar su tiempo en otras actividades más gratificantes, como el viaje de egresados, sin olvidar la activa vida nocturna.

En diciembre pasado, 3,3 millones de jóvenes brasileños tuvieron que rendir el Exame Nacional do Ensino Medio (ENEM). Esta prueba se tomó en 1600 ciudades durante dos días (mañana y tarde, durante cinco horas diarias); los estudiantes fueron examinados en Lenguaje, Matemática, Ciencias y Ciencias Sociales. Aprobar el ENEM es un requisito para poder ingresar al ciclo universitario público o privado, pero además es un indicador de la situación educativa de cada una de las miles de escuelas secundarias (públicas y privadas), porque sus resultados, agrupados por cada escuela, son de libre acceso por Internet.

Algo similar ocurrió en diciembre en Chile. Alrededor de 300.000 adolescentes rindieron un examen en 556 localidades de todo el país. Fueron también dos días de pruebas escritas de Lengua, Matemática, Historia, Ciencias Sociales y Ciencias. Este examen, conocido como Prueba de Selección Universitaria, sirve además para otorgar becas a los estudiantes de pocos recursos que hayan obtenido buenas calificaciones. Los resultados por escuelas también son publicados, para conocimiento de toda la sociedad, especialmente de los padres, que así son informados sobre los resultados de la enseñanza en la escuela de su elección.

Todo esto no es novedad, ya que hace tiempo que estos exámenes existen en los países donde la educación es una preocupación de las autoridades y de la sociedad (mencionemos el Abitur, en Alemania, y el Baccalauréat, en Francia). La Argentina, por el contrario, ha escogido otro camino sin ningún examen de graduación secundaria como requisito para ingresar a la universidad. Al mismo tiempo, somos una curiosidad mundial, ya que el artículo 97 de la ley de educación prohíbe difundir los resultados de las evaluaciones de calidad por escuela que realiza el propio Estado.

Esto viola el derecho a la información que tiene cada ciudadano en un régimen republicano. Mientras nuestros adolescentes están liberados de este esfuerzo que se exige en Brasil y en Chile (y en todos los países con alta calidad educativa), al mismo tiempo nadie está preocupado por que se conozca y reflexione sobre el nivel de la enseñanza de cada colegio.

Uno podría pensar que esto sirve para tener más graduados universitarios, pero lamentablemente no es así; nuestros vecinos que tienen requisitos más estrictos para ingresar a la universidad pública o privada gradúan muchos más profesionales que nosotros. La explicación es que Brasil y Chile gradúan más del 60% de los ingresantes a primer año de la universidad, mientras que nuestras universidades públicas gradúan apenas el 23% (algunas, como Salta y Jujuy, gradúan menos del 7). Brasil gradúa anualmente 800.000 universitarios; nosotros, 98.000, y Chile, 60.000; esto significa que, en proporción al tamaño de la población, Brasil gradúa 75% más de universitarios y Chile nos supera en un 50%. En Brasil y en Chile hay vocación de futuro y preocupación por ayudar a los adolescentes a tener un futuro mejor, con trabajo digno y con inclusión social potenciada por mejores escuelas.

Las evaluaciones internacionales de calidad educativa ponen ahora (cosa que no ocurría antes) no sólo a Cuba, Brasil y Chile, sino también a Uruguay, México y Colombia -para no hablar de los europeos o los asiáticos- por encima de la Argentina. En Cuba, los exámenes generales de ingreso a la universidad se toman en el mes de mayo, y según informa el diario oficial Juventud Rebelde, este año el cupo de ingreso a la universidad está fijado en 46.341 plazas; y se determinó que por cada vacante en Ciencias Sociales corresponden seis vacantes en las carreras científicas y tecnológicas. "Si un joven quiere cursar una u otra carrera -anunció el Ministerio de Educación Superior de Cuba- se considera el promedio de los exámenes y también cuentan sus resultados en el bachillerato para ordenarlos mediante un escalafón."

Alguien podría argumentar que los cubanos son "elitistas", mientras que nosotros decidimos sacrificar calidad para ganar en inclusión social al facilitar un mayor acceso a los niveles superiores educativos. En el caso de la universidad, la fórmula que suele presentarse como eficaz para lograr este meritorio objetivo de la igualdad de oportunidades es la ausencia de las limitaciones de exámenes generales al finalizar el secundario. Pero nuestra receta no sirve, simplemente porque la mayoría de los pobres no concluye el ciclo secundario.

La igualdad de oportunidades no se logra suprimiendo exigencias, sino promoviendo la calidad y la inclusión. Nunca tendremos más y mejores graduados universitarios si no fortalecemos el nivel primario y secundario. Es necesario implantar un examen general al finalizar el secundario como requisito para ingresar al nivel universitario público o privado, con difusión de los resultados de este examen agrupados por escuela.

Habrá que ser prudentes con la implementación gradual de este examen como requisito para ingresar a la universidad, ya que la realidad nos indica que son muchas las escuelas secundarias donde estudian jóvenes pobres que evidencian, lamentablemente, un bajo nivel en cuanto a los rendimientos escolares. Sin embargo, la sola presencia de una prueba será un estímulo para elevar el esfuerzo y la dedicación de los alumnos secundarios que aspiran a ingresar a la universidad.

La experiencia exitosa de Cuba, Chile y Brasil debería ser tenida en cuenta ahora que se discute en el Congreso una nueva ley de educación superior. La universidad no debe discriminar según el nivel socioeconómico de los alumnos, pero el ingreso debe comprometer el esfuerzo de los aspirantes. Este es el sendero para tener más y mejores graduados universitarios en un mundo globalizado cada vez más exigente.

© LA NACION

El autor es miembro de la Academia Nacional de Educación

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Editorial II
Alumnos premiados en ciencias
Nuevamente, chicos de nuestra escuela media lograron un valioso reconocimiento en un concurso internacional

Viernes 20 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa.

Una vez más, alumnos de nuestra escuela media lograron un valioso reconocimiento en un concurso internacional. La distinción se alcanzó en la 62» edición de la Feria Internacional de Ciencia y Tecnología, convocada por la Sociedad para la Ciencia y el Público Intel-Isef, que tuvo lugar en la ciudad de Los Angeles.

La citada entidad premió este año los mejores trabajos en 17 categorías de distinto carácter, como biología molecular, computación, física o bioingeniería, entre otras. Para medir la importancia del encuentro se puede señalar que accedieron a la instancia final de la competencia 1543 representantes de las escuelas medias de 67 países, que expusieron 1207 proyectos cuya evaluación estuvo a cargo de 900 jurados de alta capacidad y diversa especialización. Los premios distribuidos incluyeron becas de estudio, experiencias en centros de investigación, asignaciones monetarias y, muy importante, invitaciones a concurrir al acto de entrega de los premios Nobel de este año.

Tal como lo expresó uno de nuestros jóvenes concurrentes: "Con sólo estar acá, entre todos estos chicos que hablan distintos idiomas y pertenecen a distintas culturas, cubrimos nuestras expectativas. Todos somos ganadores".

En efecto, eleva el ánimo llegar a la citada Feria, en medio de tanta juventud promisoria. Ya es un mérito haber sido seleccionado en el país por trabajos creativos.

En la ocasión, los jóvenes argentinos premiados en Los Angeles fueron Ruth Marante y David Varlotta, que alcanzaron la segunda distinción en la categoría de Ciencias ambientales. Ambos son alumnos de la Escuela Técnica Nº 12 de esta capital. El profesor que los asesoró y acompañó fue David Frijon. El proyecto presentado partió del conocimiento de una necesidad trasmitida por chicos de una escuela de Jujuy, cercana a la frontera con Bolivia. Allí no se puede cultivar la tierra porque el agua de las napas está contaminada. A partir de esa demanda se elaboró un proyecto original de destilación del agua para depurarla.

Los alumnos concurrentes han demostrado con sus propuestas cuánto se incentiva la inteligencia y la imaginación ante la posibilidad de resolver problemas reales, que mueven a investigar y a crear. Con mucha razón, la directora ejecutiva del programa cumplido Wendy Hawkins instó a los chicos a que aprendan a investigar y a desarrollar la ciencia, y no sólo a memorizar.

Por supuesto que esta distinción al talento y al esfuerzo personal de un pequeño número de alumnos y de sus tutores no alcanza para dejar atrás el evidente retroceso de la calidad educativa que vive la Argentina, evidenciado entre otros ejemplos en las conocidas evaluaciones de Pisa.

No obstante, puede constituir un estímulo para revertir nuestro estado de decadencia, por un lado, y para reconocer por el otro, el esfuerzo hecho por alumnos y docentes argentinos que han sabido una vez más representar con orgullo su país.

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el dispreciau dice: cuando la educación no es política de estado, el futuro de las sociedades comienza a atrasar, se revierte y se anula... la pobreza y la marginación hacen el resto. Es así que Usted dice algo con la seguridad que el "otro" no entenderá aquello que Usted dijo, aquello que lo motivó a expresar un sentimiento o una necesidad. Algo hay en el aire que hace que las personas digan una cosa y luego hagan otra distinta, algo está alterando las conductas, algo que está haciendo que la capacidad de razonamiento disminuya sensiblemente en gran parte de los muchos, algo está modificando la calidad y el contenido de los mensajes... algo no anda bien, pero es evidente que lo que se pronuncia no es lo que se escucha ni tampoco lo que se hace o se hará. La obsecuencia es capaz de matar al ciudadano, lo mismo sucede con el silencio inducido por sometimiento, por esclavitud, por burla o por desprecio. Avanzan las mentiras y en la medida que estas se aceptan toman entidad de verdades, verdades que serán dadas por buenas aún siendo y produciendo todo lo contrario... las sociedades que no se educan, que no se forman, que se deforman, atrasan... y eso está sucediendo en el mundo humano, ya que no es patrimonio de Argentina ni tampoco de la geografía latinoamericana. Va mucho más allá. En este contexto algunos aprovechan para tomar distancia... universidades caras, universidades caras con semejantes contenidos a las públicas, esgrimiendo un prestigio que se traduce en cuota pero es semejante en los resultados... y el futuro atrasa, atrasa porque los niños desconocen el sentido de la letra, del número... atrasa porque los adolescentes tienen una visión deformada del esfuerzo y otra distinta de la voluntad... las nuevas generaciones desconocen el sentido de la palabra, la forma en que se da forma a una oración y qué la diferencia de una frase... todo se ve como el molde de un teclado que deforma las mentes porque las neuronas se vuelven ociosas porque ya han perdido el significado de la palabra compromiso... y la rutina es tediosa, porque aquellos que estudian lo hacen a sabiendas que su mañana es más incierto que nunca. No se puede transitar la vida sin motivaciones, propias, sociales, grupales... pero el ahora muestra una realidad donde la persona no es tal, es apenas una variable de ajuste de estados ausentes... estados que creen que la educación se resuelve entregando computadoras lap-top por alumno, y ya está, ya zafamos del mañana necesario. La tecla no reemplaza a la escritura, mucho menos al pensamiento. Wikipedia es quizás uno de las mejores herramientas que existen, pero cortar-pegar no hacen al razonamiento humano... las gentes ya casi no saben leer y si leen no saben qué es lo que dice aquello que leen. Nada de esto es un tema menor... tampoco es cuestión de salir a ejercer una caza de brujas buscando culpables oportunistas o víctimas propiciatorias. El ser humano demanda la reconstrucción de la educación, del sentido del esfuerzo a partir de la exigencia genuina... estamos llenos de títulos universitarios de gentes que lo ostentan pero no les hacen honor porque nadie les enseñó el sentido filosófico de la ciencias y sus disciplinas... se habla de ética y es la primera en ser transgredida. No es bueno promover un espacio para pocos, no contribuye a construir sociedad, sí enseña a excluir, algo que es exponencial en este modelo humano que transitamos... excluir, aislar, someter, usar, burlar, para luego despreciar, discriminar, negar, y nuevamente usar, manipular e inducir. El hombre no entiende que por este camino se dirige hacia su extinción vertiginosamente... no es buena una sociedad con educadores condicionados, mucho menos lo es con contenidos depreciados... Se están acumulando generaciones de gentes sin mañana, con futuros muertos, y cuando el futuro atrasa, la vida se torna una carga imposible de ser soportada. Mayo 20, 2011.-

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