miércoles, 25 de mayo de 2011

INMADUROS AL SOL | La lección de los patriotas de Mayo - La Gaceta

EDITORIAL
La lección de los patriotas de Mayo
Miércoles 25 de Mayo de 2011 |

Tal vez el bichito de la libertad merodeó por primera vez los corazones en 1806 y en 1807, cuando el pueblo de Buenos Aires se unió para expulsar al invasor inglés. Fue como probarse que se podía sacudir el yugo del conquistador y que era posible lanzarse en busca de la voz propia
.

Transcurrieron poco más de dos años, hasta llegar a aquellos siete días que cambiaron el rumbo de la historia. Aquel viernes 18 de mayo de 1810, el desacreditado virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros publicó un bando en el que le pedía al pueblo que se mantuviera fiel a España, que había sido invadida por los franceses. El 19, los criollos solicitaron a las autoridades que se les permitieran efectuar un Cabildo Abierto para analizar la situación. El domingo 20, Cisneros recibió a funcionarios del Cabildo, jefes militares y criollos, con quienes trata la convocatoria del Cabildo Abierto. El virrey tomó conciencia de que ya no contaba con el apoyo de las fuerzas militares. El 21, el Cabildo invitó a los principales vecinos a reunirse el día 22 en Cabildo Abierto. No cualquier persona podía participar del Cabildo Abierto. Los vecinos debían cumplir una serie de requisitos para ser considerados tales. Se debía poseer una casa poblada, armas y caballo y su residencia debía datar de una serie de años, sin ausencias. Contaban con franquicias y permisos comerciales y del sistema de encomiendas, pudiendo desempeñar cargos en el Cabildo. A la sesión concurrieron militares, marinos, alcaldes de barrio, clérigos, abogados, escribanos, médicos, miembros de la audiencia, del Consulado, funcionarios, comerciantes, vecinos y personas sin calificación. El martes 22, después de largas discusiones, se decidió que el virrey cesara en el mando. El 23, el Cabildo formó una Junta de Gobierno con Cisneros como presidente. El jueves 24, como consecuencia de la indignación del pueblo, renunciaron los miembros de la Junta. El viernes 25, los criollos se constituyeron en la Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo) en busca de novedades. Se eligió una nueva Junta de gobierno, conocida como el primer gobierno patrio, que no cortó amarras con la Madre Patria porque se consideró heredera y no enemiga de España. La integraban Cornelio Saavedra (como presidente); Mariano Moreno y Juan José Paso (como secretarios) y Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea (como vocales).

La Revolución de Mayo fue el puntapié inicial para lograr la libertad y del nacimiento de la Argentina, que se concretaría en la Casa Histórica de Tucumán el 9 de julio de 1816. "El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien; él debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Seremos respetables a las naciones extranjeras, no por riquezas, que excitarán su codicia; no por el número de tropas, que en muchos años no podrán igualar las de Europa; lo seremos solamente cuando renazcan en nosotros las virtudes de un pueblo sobrio y laborioso", escribió Mariano Moreno.

Desde aquel lluvioso viernes de mayo, han pasado 201 años y el país sigue en construcción envuelto aún en antinomias crónicas que generan división y traban a menudo su evolución. La falta de diálogo en la clase dirigente -gobernantes y opositores- que obra por reacción contra los sectores que tienen ideas diferentes, descalificándose y anulándose mutuamente, reflejan un preocupante estado de inmadurez.

"Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria", dijo Manuel Belgrano. Los hombres de Mayo demostraron que con convicción, compromiso, hambre de libertad, amor por esta tierra y con unión por una causa común, todo es posible. Luego de dos centenarios, se debería aprender la lección.


La lección de los patriotas de Mayo - La Gaceta


el dispreciau dice: la clase política argentina (la otra [mundial] mucho más) da pena, vergüenza ajena. Los argumentos descalificantes que utilizan hacia los otros descubre las falencias que los caracterizan. Da pena el radicalismo histórico tanto como el peronismo que declama justicia social para luego arrasar con las gentes y sus necesidades, haciendo hostentación del poder del desprecio, cultivando los amiguismos de siempre y omitiendo que detrás de cada voto hay personas con destinos propios, burlados por el estado ausente. Sucede lo propio con coalicionistas, proistas y socialistas, todos ellos embarcados en escupir al que estuvo, al que se fue, al que pasó, de modo de justificar impericias y negligencias propias. No se puede hacer política sin pensar seriamente en la sociedad y sin planificar un país de cara al futuro y otro de cara a la circunstancia que impone el mañana... No se puede ejercer el poder burlándose de las personas tal sucede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o en el resto de la Argentina, donde los políticos dicen una cosa pero sucede exactamente lo contrario... No se puede hacer política ni tampoco militancia burlándose del prójimo, con o sin razón. Construir el tan pretendido "nuevo modelo" exige pensar en otra dirección. Exige dejar atrás las miserias humanas para construir nación, agregarle valor a cada paso, no sólo en obras públicas, también en acciones para las personas que transcurren sus rutinas pendientes del hilo que conduce las incoherencias de los poderes en cualquiera de sus formas. Estamos todos de acuerdo en que este modelo económico mundial no da para más... tampoco da para más el modelo de depredación de los recursos que sostienen sistemas imperiales como el de la Provincia de San Juan, o el otro que rige en San Luis... no sirve a la democracia y mucho menos al país, aún cuando algunas personas reciban beneficios ciertos en lo inmediato. Lo mediato demostrará las falencias y las hará evidentes... Es inadmisible que la sociedad argentina no cuente aún con un sistema social de salud pública que cubra sus necesidades básicas de atención primaria, internación y cronicidades, mucho más inexplicable lo es cuando el modelo asistencial argentino bien podría contener todas esas demandas que esperan en algún rincón del alma de las personas olvidadas, sin que nadie haga nada coherente por el otro. No es cuestión que las personas asistan a un hospital a sentarse en una guardia, tamnpoco lo es que vayan a la madrugada a intentar sacar un turno... las personas merecen respeto y ello demanda asistencia genuina, coordinada, no sólo para la foto política. Detrás, es inadmisible que las personas no tengan acceso a la energía eléctrica, al pavimento, a las cloacas, a una vivienda digna, al agua corriente, al gas de red, no lo es en los años del Siglo XXI... Es inadmisible que medio país esté desconectado por falta de caminos o por el pésimo estado de los que hay, no es justo por el ciudadano, tampoco lo es por sus necesidades básicas... Es inadmisible que se hable de rutas, escuelas y hospitales que no existen y/o que estarán vacíos por falta de presupuestos ciertos al fin... no sirve al estado de derecho porque manipula las verdades a medias para transformarlas en mentira. Las gentes necesitan hechos genuinos que resuelvan sus problemas. Los discursos no lo hacen, apenas patean el problema (los problemas) hacia adelante sin resolver la coyuntura. Tampoco aporta nada el fútbol diario ya que los problemas ciertos son previos y posteriores al circo romano. La clase política argentina NO MADURA... permanece como cocodrilo al SOL a la espera de la próxima presa que trate de beber en sus orillas, sin darse cuenta que la presa no es otra que sus propios conciudadanos. Pobre imagen de la politiquería argentina peleándose por ser esto o ser aquello, sin siquiera ser votados, sin siquiera tener un plan para las necesidades de las gentes... Así como la Señora Presidente señala, no sin autoridad, que el modelo económico mundial está agotado (le doy la derecha), del mismo modo sus funcionarios deben dar el ejemplo de un programa de políticas que contengan a las personas olvidadas, las que cada vez son más. Así como la exclusión no hace condición humana, esa misma exclusión tampoco hace patria... Mayo 25, 2011.-

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