martes, 21 de junio de 2011

MALVINAS o CUANDO LA HISTORIA SE QUIEBRA

el dispreciau dice: los imperios tienen la singularidad de no prever sus finales, aparecen como esencialmente soberbios, negados de tanta soberbia, con poderes que se la "creen", generalmente insultando a la inteligencia de los ciudadanos de sus propias colonias, de ajenas colonias, y de aquellos otros que pretenden no serlo (por ejemplo nosotros). Roma fue incapaz de anticipar la cercanía de su final y algo que había demorado dos mil años en ser elaborado y construido, se evaporó en escasas 48 horas... los ejemplos que nos ofrece la historia son muchos, todos tediosos, todos "pobres" por el contenido de aquellos que no hicieron nada por nadie por estar envueltos en aquella mentada soberbia, esa que te nubla la mente y mucho más el alma. ARGENTINA, se ha equivocado muchas veces, incluso durante el conflicto de MALVINAS, y ni qué hablar antes, cuando estuvo a punto de fabricar otro conflicto innecesario con la hermana Chile, sólo para satisfacer a militares trasnochados y alcoholizados de esos que nunca faltan. La gesta militar de los setenta/ochenta (1976|1983) tuvo el privilegio de arrasar con el futuro de la patria que decían defender, siempre por incapacidades manifiestas que llevaron al país a consumir una generación de iluminados que hoy estarían descollando en sus talentos... indudablemente a alguien le servía el genocidio, entonces la barbarie ocupó el poder y lo demás ya es demasiado conocido... y penado. En el mundo han ocurrido muchas cosas desde los años noventa hacia adelante, cayeron las fronteras y globalizaron el mundo humano, señalando que el problema de allá afecta al de acá y hasta puede sumársele... detrás cayeron las banderas porque las gentes, los anónimos, los desconocidos, Usted, yo, cualquier otro, entendieron que el mundo humano no pertenece a nadie y aquellos que se creen poderosos, no son más que dioses de barro. Tengo una peculiar admiración por Gran Bretaña y su Reino Unido, primero porque he visto que su gente es semejante, equivalente, diríamos igual a cualquiera de nosotros, sucediendo que tras bambalinas, estamos más unidos por la historia que enfrentados por las manipulaciones políticas, reinales y virreinales... Es más, amistades por medio, las afinidades son muchas, incluso se ha producido la curiosa paradoja de unirse vibraciones de nacidos bajo la bandera del imperio con otros nacidos bajo la celeste y blanca, almas que han cultivado una amistad aún habiendo estado en bandos enfrentados... los primeros (británicos) con una tecnología militar que espanta, y los segundos con el coraje que nos caracteriza, sin balas, sin bombas y sin otra cosa que la voluntad de "ser" antes que "parecer". Durante los ochenta (década del ochenta) la historia del mundo se quebró, no por la guerra de MALVINAS, sí por la caída del estúpido MURO de BERLÍN (1989) y dado que estaba allí en el preciso momento que cayó, tengo algunas reservas para considerar. Con la caída del MURO el MUNDO se transformó, dejando en claro que no hay muros en las concepciones de las gentes cotidianas, sí en la mente de las incapacidades de la diplomacia y la política... pero allí quedó en claro que los sacrificados tratando de saltar el muro, habían sido víctimas de las negligencias soviéticas y de las impericias de los "aliados"... Volvamos a MALVINAS. Gran Bretaña está acostumbrada al igual que muchos reinos europeos a llegar a algún lugar de la Tierra y decir, así simplemente, esto es mío... De hecho Europa hoy, está siendo vapuleada por la contradicción de pretender ser una "unidad" y no ser otra cosa que un despojo de reinos que han perdido su brújula, su horizonte, y sus contenidos, empecinándose en decir que esto es mío cuando ya no tienen siquiera capacidad para hacer honor a aquello que aseguran, posiblemente con la fuerza militar para resguardarlo, pero sin la capacidad ciudadana para justificarlo... Aún cuando las Islas MALVINAS tengan bandera británica, muertos argentinos flamean sus almas en las gélidas estepas y por ende, algo de la bandera argentina flamea de modo invisible sobre ellas, sosteniendo aquella dicha paradoja. Insisto, el mundo humano de hoy, globalización mediante, indica que nada es de nadie y que aquella pretendida "irrealidad" de erigirse como dueños de los recursos de los otros, sencillamente no da para más, porque no dan para más los conflictos prefabricados. No los militares, NO los económicos, NO los empresarios, NO los corporativos, ni siquiera los políticos siempre cultores de la estupidez humana. MALVINAS aparece como un gran pedazo de roca en el Atlántico Sur, un pedazo de piedra que contiene gente nacida allí bajo bandera británica... MALVINAS ya no es un lugar estratégico para Gran Bretaña, sí para la OTAN y su acceso estratégico a la Antártida, facilitando un corredor electrónico del que poco se sabe, pero que existe y es usualmente utilizado por un mecanismo que se desconoce en Argentina y en la mayoría de los suelos Latinoamericanos. Seguramente el que más emplea dicho corredor es nada más ni nada menos que Estados Unidos de Norteamérica, y hasta es posible y aceptable que es bueno que lo haga, lo cual no impide que las islas MALVINAS compartan un destino común donde confluyen los intereses reinales y los otros, los virreinales. El puente existe aún cuando no se lo vea... y de allí que ARGENTINA, ante una nueva y distinta realidad política, bien podría concederle la ciudadanía "argentina"
a aquellos nacidos en MALVINAS interesados en "sentirse cerca del continente". Nadie puede impedir lo antedicho que es un acto de voluntad individual, pública, y de reconocimiento universal del derecho humano. Seguramente algo así producirá urticaria en el mundo del Reino Unido de Gran Bretaña, sin embargo no se puede ni se debe impedir la empatía porque es un derecho humano elemental, aquí en las pampas como allá en el reino. Esto, comenzaría a justificar el puente necesario que viene exigiendo la historia de los ciudadanos. Las realidades del mundo exigen a los estados una modificación del foco de sus miradas... Argentina ya no está para locuras ni demencialismos militares. Gran Bretaña tiene poder suficiente como para borrar del mapa cualquier iniciativa militar argentina como de cualquier otra índole... de allí que pensar en ello se vea como utópico. Hoy, además de compartir encuentros y desencuentros de la historia cercana y no tan lejana, Argentina y Gran Bretaña comparten los muertos, sus muertos (del mismo modo que Gran Bretaña los comparte con Alemania)... y ellos reclaman el puente que la historia está señalando como necesario, imprescindible, no por las significancias del poder, sí por las voluntades de sus gentes, anónimos, desconocidos, que merecen el respeto y reconocimiento de sus gobiernos, porque así debe ser. Sí, la historia del mundo se quebró en los noventa, y lo hizo para no regresar jamás a lo antes visto. Todo queda cerca, incluso los sentimientos y las sensaciones, y hay evidencia científica que el dolor de los japoneses no es distinto al de los norteamericanos que les echaron la bomba que produjo el peor holocausto de la historia humana... hay evidencia científica que me duele la devastación que padece Chile cada vez que se le mueve el piso, nada diferente de lo que sucede con los japoneses cuando los arrasa el agua... entonces, ¿para qué seguir con la historia de los enfretamientos cuando todos somos uno?. ¿Para qué insistir en los conflictos cuando todos necesitamos de todos?. Para comenzar dando el primer paso, sí un simple primer paso, Argentina estaría en condiciones de brindar "salud" a los malvinenses que tienen bandera pero que necesitan una mano cercana, tendida, abierta, dispuesta a ayudar a pares ciudadanos, tan anónimos como los de aquí. Dejo en claro que aquí tanto como allá hay idiotas que se creen que las banderas separan a las gentes... tremenda mentira, las almas se iluminan bajo un mismo SOL, duermen bajo el mismo cosmos, cultivan sus afanes con la misma dedicación, sean bilingües, hablen inglés o lo hagan en español. Ése es el mundo que se nos legó por gracia divina, y esta vez, con la historia quebrada, el puente es más que necesario, es imprescindible, porque los muertos (los ingleses y los argentinos) lo reclaman y los vivos deben enseñar un gesto de sapiencia, de grandeza ante un mundo humano que se consume en desidias. Amen por los muertos de las partes... Que la oración por sus almas en descanso enterno, ilumine a los responsables de las comuniones necesarias. Junio 21, 2011.-

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