domingo, 24 de julio de 2011

LOS QUE NO APRENDEN, TAMPOCO COMPRENDEN || La Depresión Menor · ELPAÍS.com

La Depresión Menor · ELPAÍS.com: "TRIBUNA: La crisis del euro - La factura del sector privado PAUL KRUGMAN
La Depresión Menor

PAUL KRUGMAN 23/07/2011

Esta es una época interesante, y lo digo en el peor sentido de la palabra. Ahora mismo, estamos viendo no una sino dos crisis inminentes, cada una de las cuales podría provocar un desastre mundial. En Estados Unidos, los fanáticos de derechas del Congreso pueden bloquear un necesario aumento del tope de la deuda, lo que posiblemente haría estragos en los mercados financieros mundiales. Mientras tanto, si el plan que acaban de pactar los jefes de Estado europeos no logra calmar los mercados, podríamos ver un efecto dominó por todo el sur de Europa, lo cual también haría estragos en los mercados financieros mundiales.

* Entidades con 80.000 millones en deuda griega dan el 'sí' al rescate

Las élites políticas de ambos lados del Atlántico hacen caso omiso a las lecciones de la historia

Solamente podemos esperar que los políticos congregados en Washington y Bruselas consigan esquivar estas amenazas. Pero hay una pega: aun cuando nos las arreglemos para evitar una catástrofe inmediata, los acuerdos que se están alcanzando a ambos lados del Atlántico van a empeorar la crisis económica casi con toda seguridad.

De hecho, los responsables políticos parecen decididos a perpetuar lo que he dado en llamar la Depresión Menor, el prolongado periodo de paro elevado que empezó con la Gran Recesión de 2007-2009 y que continúa hasta el día de hoy, más de dos años después de que la recesión supuestamente terminase.

Hablemos un momento sobre por qué nuestras economías están (todavía) tan deprimidas. La gran burbuja inmobiliaria de la década pasada, que fue un fenómeno tanto estadounidense como europeo, estuvo acompañada por un enorme aumento de la deuda familiar. Cuando la burbuja estalló, la construcción de viviendas cayó en picado, al igual que el gasto de los consumidores a medida que las familias cargadas de deudas hacían recortes.

Aun así, todo podría haber ido bien si otros importantes actores económicos hubiesen incrementado su gasto y llenado el hueco dejado por el desplome de la vivienda y el retroceso del consumo. Pero ninguno lo hizo. En concreto, las empresas que disponen de capital no ven motivos para invertir ese capital en un momento en el que la demanda de los consumidores es débil.

Los Gobiernos tampoco hicieron demasiado por ayudar. Algunos de ellos -los de los países más débiles de Europa y los Gobiernos estatales y locales de EE UU- se vieron de hecho obligados a recortar drásticamente el gasto ante la caída de los ingresos. Y los comedidos esfuerzos de los Gobiernos más fuertes -incluido, sí, el plan de estímulo de Obama- apenas bastaron, en el mejor de los casos, para compensar esta austeridad forzosa.

Así que tenemos unas economías deprimidas. ¿Qué proponen hacer al respecto los responsables políticos? Menos que nada. La desaparición del paro de la retórica política de la élite y su sustitución por el pánico al déficit han sido verdaderamente llamativas. No es una respuesta a la opinión pública. En un sondeo reciente de CBS News/The New York Times, el 53% de los ciudadanos mencionaba la economía y el empleo como los problemas más importantes a los que nos enfrentamos, mientras que solo el 7% mencionaba el déficit. Tampoco es una respuesta a la presión del mercado. Los tipos de interés de la deuda de EE UU siguen cerca de sus mínimos históricos.

Pero las conversaciones en Washington y Bruselas solo tratan sobre recortes del gasto (y puede que subidas de impuestos, es decir, revisiones). Esto es claramente cierto en el caso de las diversas propuestas que se están tanteando para resolver la crisis del tope de la deuda en Estados Unidos. Pero es igual de cierto en Europa.

El jueves, los 'jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro y las instituciones de la UE' -este trabalenguas da idea, por sí solo, de lo confuso que se ha vuelto el sistema de gobierno europeo- publicaban su gran declaración. No era tranquilizadora.

Para empezar, resulta difícil creer que la compleja y estrambótica ingeniería financiera que la declaración propone pueda resolver realmente la crisis griega, por no hablar de la crisis europea en general.

Pero, aunque así fuera, ¿qué pasará después? La declaración pide unas drásticas reducciones del déficit 'en todos los países salvo en aquellos con un programa' que debe entrar en vigor 'antes de 2013 como muy tarde'. Dado que esos países 'con un programa' se ven obligados a observar una estricta austeridad fiscal, esto equivale a un plan para que toda Europa reduzca drásticamente el gasto al mismo tiempo. Y no hay nada en los datos europeos que indique que el sector privado vaya a estar dispuesto a cargar con el muerto en menos de dos años.

Para aquellos que conocen la historia de la década de 1930, esto resulta demasiado familiar. Si alguna de las actuales negociaciones sobre la deuda fracasa, podríamos estar a punto de revivir 1931, el hundimiento bancario mundial que hizo grande la Gran Depresión. Pero si las negociaciones tienen éxito, estaremos listos para repetir el gran error de 1937: la vuelta prematura a la contracción fiscal que dio al traste con la recuperación económica y garantizó que la depresión se prolongase hasta que la II Guerra Mundial finalmente proporcionó el impulso que la economía necesitaba.

¿He mencionado que el Banco Central Europeo -aunque, afortunadamente, no la Reserva Federal- parece decidido a empeorar aún más las cosas subiendo los tipos de interés?

Hay una antigua cita, atribuida a distintas personas, que siempre me viene a la mente cuando observo la política pública: 'No sabes, hijo mío, con qué poca sabiduría se gobierna el mundo'. Ahora esa falta de sabiduría se pone plenamente de manifiesto, cuando las élites políticas de ambos lados del Atlántico malogran la respuesta al trauma económico haciendo caso omiso de las lecciones de la historia. Y la Depresión Menor continúa.

Paul Krugman es profesor de Economía en Princeton y premio Nobel 2008. © 2011. New York Times Service. Traducción de News Clips.

- Enviado mediante la barra Google"

el dispreciau dice: son muchas las voces que se alzan en el mundo contra un modelo económico perverso que además de no aportar nada a los muchos, se aprovecha de ellos hasta secarles el alma. La clase política no escucha, no atiende, tampoco entiende... su función es depredar y corromper, usar y descartar, nada más... no sabe de construir, mucho menos de fundar. ¿Cuándo llegamos a este desgraciado punto?, indudablemente las guerras mundiales hicieron mucho, y otro tanto fue producido por el sueño americano de vivir de los conflictos (Corea, Vietnam, Golfo Pérsico, etc.). La venta de armas ocupa un lugar destacado, tanto como la industria farmacéutica, ambas viven a costillas de la humanidad y no hay razón que las haga entrar en "razones", tienen la lógica quebrada. No tienen ética ni tampoco hacen ciencia, aún cuando apelen a ambos preceptos para imponer un marketing vergonzoso tanto como perezoso, donde el argumento esencial se respalda en las falsas fuentes laborales, las bolsas, e impulsar la "investigación"... ¿a qué precio?... detrás no hay substancia alguna, todo se compra y todo se vende, incluyendo en ello una novedosa generación de esclavos que van dejando sus vidas a cambio de zanahorias inalcanzables, virtuales, mentidas... luego se procede al que "pase el que sigue", sea este paciente (víctima), médico (victimario propiciatorio disfrazado a la finalidad), farmacéutico (proveedor de efímeros bienestares)... o bien, políticos corruptos que harán de la muerte su mejor negocio, por caso África y sus conflictos inducidos, son un excelente ejemplo. Pero sucede que aún con toda esta parafernalia de estupideces, el mundo sigue quebrado, la gente no tiene trabajo ni tampoco casa, no accede a resguardar su dignidad, ni puede pensar en alcanzar un decoroso plato de comida que le satisfaga el alma... y no es uno en un océano de satisfechos, NO, por el contrario, son miles de millones de excluídos que claman por una coherencia que no llega porque no existe, y eso sólo lo comprenden aquellos que no tenemos techo y vivimos con lo puesto, al día. Mientras unos pocos se regocijan, la mayoría pena sus vidas. En este contexto, nuevamente se habla de la inteligencia de Francia-Alemania unidas para y por el euro... ¿a qué precio?... si todo a su alrededor se está hundiendo, o acaso no ven que se hunde irremisiblemente, se hunde España, Italia, Grecia, Irlanda, Portugal... arrastrando gente, no sólo deuda (que sería lo de menos)... o acaso no ven que se hunde el Titanic del sueño americano devenido en ruinas disfrazadas de palacios... algo anda muy mal en los cocos de estas gentes que se dicen conductores del mundo... China está camino a un quiebre estrepitoso, un quiebre que se justifica en que 100 viven bien para que 100.000 se arrastren y la proporción matemática es justamente ésa, inequitativa, inductora de males mayores, y cualquiera que entienda de fórmulas verá cuánta verdad hay en los sistemas descompensados, más tarde o más temprano, fracasan... semejante a una casa donde uno pone la voluntad y el esfuerzo y los demás gastan y miran, para luego reclamar que quieren más y más... no puede durar, no hay eje de gravedad y por lo tanto no hay sustentación. Europa, está aprendiendo a reconocer sus fuegos, aquellos que la consumirán... Noruega es un lamentable buen ejemplo. Lo inesperado sucedió y nadie lo vió, nadie hizo nada por evitarlo, simplemente ocurrió a la vista del mundo... ejemplos semejantes vibrarán por las comarcas europeas hasta exterminar a esta clase política y empresaria de inútiles devenidos en dioses con piés de barro, esos mismos que miran al prójimo por sobre sus hombros. Nada distinto ocurrirá con el perdido sueño americano que ha vivido y se ha sustentado a costillas de las pobrezas crecientes de un mundo que está sometido a la peor de las barbaries, la desconsideración de las conveniencias... El horizonte no se muestra bueno con el mundo humano, pero este fin de fiesta recién comienza, mal que les pese a sus mentores... San Juan, el que recibió la revelación lo apreció claramente, pero claro era profeta y sabio... calidades y cualidades que no se ven por estos días. Julio 24, 2011.-

No hay comentarios: