jueves, 1 de septiembre de 2011

INDIGNADOS ► Hessel: "Hay que inventar una nueva democracia" · ELPAÍS.com

Hessel: "Hay que inventar una nueva democracia"

En su visita a Madrid, el autor de '¡Indignaos!' anima a votar en las elecciones y a desobedecer las decisiones de los Gobiernos que no sean legítimas

TEREIXA CONSTENLA - Madrid - 01/09/2011
 
 
 
Este señor que está a punto de cumplir 94 años, que ha pasado por campos de concentración, que ha sido torturado y que ha combatido clandestinamente contra los nazis, cree en el futuro. Por la larga vida de Stéphane Hessel ha pasado la apisonadora de la historia del XX. Y ya sabemos que fue un siglo pródigo en espantos totalitarios. Quizá para compensarlo fue asimismo un siglo memorable por sus conquistas. Hessel, también aquí en primera fila, asistió a la gestación de algo extremadamente vital: la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
    Este señor al que le sobran razones para odiar o llorar ha decidio sonreir todo el rato. "Lo que caracteriza mi vida es la suerte. He sido sumamente afortunado. He pasado por cosas que han salido mal y he logrado salir indemne". He aquí a un optimista irredento, que decidió abrazar la esperanza y no dejarse arrastrar por la oscuridad que acabó con un gran amigo de su padre y gran pensador europeo, Walter Benjamín, el filósofo que acabó suicidándose en 1940 y que creía que el progreso era un huracán destructor.

    Este señor que escribió un panfleto (¡Indignaos!), al que luego siguió otro (Comprometeos) y al que sucederá un tercero en breve, al alimón con el filósofo Edgar Morin -publicados en España por Destino-, ha dado cauce teórico a un descontento que ya ha vivido alguna crecida. Le toman en serio porque antes de la teoría se dedicó a dar lecciones prácticas.

    Este señor está hoy en Madrid para dar respuestas. No tiene todas las respuestas, claro. Hessel, doblemente sabio por diplomático y mayor, avisa que desconoce realidades con la concreción que se necesita para posicionarse. Pero en la expectante rueda de prensa que ha dado esta mañana en Círculo de Lectores no elude ninguna pregunta. Desgrana sus recetas universales: hay que despedirse de la era Reagan y Thatcher en la que vivimos, hay que apoyar nuevos movimientos democráticos y votar por los partidos que más se acerquen a la defensa de la democracia y la igualdad social. "Hay que empezar por usar las fuerzas que ya existen en las próximas elecciones en Francia, España y Alemania, no vale decir que todos son iguales y me abstengo", apeló antes de explicar que, en su país, apoya al partido socialista.

    Al 15-M, el movimiento español que enarboló su manifiesto como un estandarte, le augura larga vida. Dos de sus representantes, Óscar Rivas y Fabio Gándara, se sentaron en primera fila para escucharle y preguntarle. Le veían por primera vez. Gándara leyó el texto recomendado en las redes sociales cuando ya se preparaba el 15-M: "Me sirvió para saber que había gente con un bagaje vital enorme, que ha vivido el siglo XX, y que defiende lo mismo que nosotros". Rivas lo hizo unos meses antes, asaltado por el panfleto en una librería: "No fue un libro de descubrimiento, pero sí de confirmación".

    Este señor que ha pertenecido al status quo (fue diplomático) se atreve a decir cosas contra el sistema: "Hay que inventar una nueva democracia", "No podemos aceptar este FMI incapaz de resolver el problema de la deuda", "Cuando la legalidad democrática choca contra la legitimidad democrática es válido recurrir a la desobediencia civil".

    Este señor de manos grandes y ojos diminutos no cree que merezca ser candidato al premio Nobel de la Paz, por mucho que le halague la propuesta. Probablemente se compare con Franklin D. Rooselvet, a quien le agradece cada vez que puede la Declaración de los Derechos Humanos, y piense que sus opúsculos son poca cosa.
    Hessel: "Hay que inventar una nueva democracia" · ELPAÍS.com

    el dispreciau dice: a esta altura de la civilización [¿civilización?] los reinos atrasan, los principados atrasan, los... también... y las democracias se han tornado tan perversas y corruptas que ya no sólo atrasan... también son facilitadoras de la peor de las plagas: el desprecio como forma de vida.
    Hoy, los excluidos [caídos del sistema o si se quiere el "falso" modelo que nos imponen] somo tantos, tantos, que la indignación embarga nuestros espíritus... ya que además de habernos colocado en la condición de "descartables", nos usan a antojo y discreción robándonos las respectivas historias y sus consiguientes vidas, siempre haciendo referencia a un "derecho humano" que siempre es del ámbito ajeno... nunca nuestro. El mundo se ha quedado sin derechos humanos... y éste no es un tema menor. Las democracias han violado, vejado, e insultado la consciencia pública y sus derechos ciudadanos. Sus funcionarios han manipulado las realidades para ajustarlas a sus fines, arrasando según los intereses que les acosan o de aquellos otros que les vienen en ganas. Y todo se ha vuelto espantoso. Observas los rostros de los líderes de cualquier país democrático y ya descubres las mentiras en sus ojos, mentiras que se corroboran en sus palabras vacías y establecen como verdades falsas ante la historia inapelable... luego se habla de sistema y de que eso está bien... La realidad del mundo humano indica que está mal, pésimo... que las recetas impuestas no sirven y que las víctimas coyunturales somos cada vez más, al simple efecto de salvar a los "ricos" y sus "riquezas" de las macanas que ellos mismos inventan y cometen. Occidente está quebrado. Lo está de valores y de entidades genuinas... y aún cuando mientan alternativas para ahuyentar las miradas curiosas, todo indica que la calamidad que se ha creado no es reversible. Oriente está pulverizado, destruído por nichos de conveniencias, políticas y de las otras... los supuestos valores se compran y venden al mejor postor y todo lo que fue distinción, hoy es atropello y negación... en dicho contexto los miserables por inducción de conveniencias son cada día más, tantos que su número apabulla. Léase, este mundo humano no les sirve a los humanos sino a un puñado de gentes que tienen forma humana pero carecen de alma, que no los mueve el espíritu, y que viven en las hogueras que les fabrican a los prójimos para esclavizarlos, sus colas relucen emitiendo destellos de maldad, al tiempo que sus ojos delatan los desiertos de sus corazones... hoy el poder, en cualquiera de sus formas, es sinónimo de inquisición medieval... hoy el poder, en cualquiera de sus formas, es sinónimo de soberbia y de desprecio... hoy el poder, se ha consumido a sí mismo y ya no es ni sustentable ni tampoco sostenible... aún cuando las circunstancias "inventadas" intenten indicar lo contrario. Un mundo humano sin derechos genuinos, no es más que el infierno que transitamos cada día a manos de explicaciones inexplicables... Septiembre 01, 2011.-  

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