miércoles, 14 de diciembre de 2011

TERRORISMO DE ESTADO || "En China no hay ley" | Internacional | EL PAÍS

ENTREVISTA: AI WEIWEI

"En China no hay ley"

El artista chino, represaliado por el régimen de Pekín, cuenta su detención -que califica de “secuestro”-, denuncia la falta de legalidad y lamenta el escaso apoyo de la comunidad artística en su país



El artista chino, Ai Weiwei. / DAVID GRAY (REUTERS)
Ai Weiwei, uno de los artistas chinos más renombrados -por su obra conceptual y su diseño del Estadio Olímpico de Pekín-, se ha convertido en una molesta espina para el Gobierno, debido a sus aceradas críticas al sistema y su defensa de la democracia. Hasta el punto que, el pasado 3 de abril, fue detenido por la policía en el aeropuerto de Pekín cuando se dirigía a Taipei, vía Hong Kong, para organizar una exposición, y estuvo en paradero desconocido durante 81 días, al cabo de los cuales fue liberado en medio de la presión de la comunidad internacional.

Las autoridades le han acusado de evasión de impuestos y le han ordenado pagar 15 millones de yuanes (1,76 millones euros). Para poder apelar la decisión, ha tenido que entregar una garantía de 8,45 millones de yuanes (un millón de euros); dinero que reunió gracias a los envíos -que él considera préstamos- de casi 30.000 seguidores. Le llegaron por transferencias bancarias, giros postales e incluso en forma de aviones hechos con billetes, lanzados por encima del muro del jardín de su casa, en las afueras de la capital.

Ai Weiwei, pequinés, de 54 años, recibe a EL PAÍS en su vivienda-estudio. En la calle, dos cámaras instaladas por la policía vigilan quién entra y sale. Cinco vehículos con agentes montan guardia. Ai tiene prohibido salir de Pekín. Habla despacio, con tono grave, junto a un cartel impreso con los nombres de más de 5.000 niños fallecidos en el terremoto que sufrió la provincia de Sichuan en 2008, y que, según activistas y críticos, afectó particularmente a las escuelas porque estaban construidas con materiales de baja calidad, debido a la corrupción. Su campaña para reunir los nombres de los estudiantes muertos provocó la ira de las autoridades, temerosas de que generase protestas e inestabilidad social.

Pregunta: ¿Por qué le han acusado de evasión de impuestos?
Respuesta: Cuando me detuvieron el 3 de abril en el aeropuerto, me vendaron los ojos y me llevaron a un lugar secreto. Era un búnker. Me ataron con las esposas a una silla, y comenzaron los interrogatorios. Me arrestaron por mis críticas al Gobierno. Solo puedo utilizar sus palabras, me dijeron que querían hacerme parecer malo ante la gente. Me acusaron de colocar pornografía en Internet, de bigamia, de copiar el trabajo de otros artistas. Me puse furioso. Era un juego infantil y no ético. Pero la cosa era seria, era un secuestro. Les pregunté si podía llamar a un abogado. Me dijeron que no, y que no podría contactar a mi familia al menos durante seis meses. Luego, la mayoría de las preguntas fueron sobre derrocamiento del Gobierno, subversión del poder del Estado.

P. ¿Durante estos casi dos meses le entregaron una orden de detención formal?


El artista chino Ai Weiwei hace un poco de ejercicio en un parque de Pekín el pasado 16 de noviembre. / PETER PARKS (AFP)"En China no hay ley" Internacional EL PAÍS

R. No. Luego anunciaron al mundo que habían evadido impuestos. Dijeron que no era yo, sino la compañía para la que trabajo como diseñador [Fake Design, que es propiedad de su esposa]. Pero, obviamente, van contra mí. También se llevaron al contable y al gestor de la empresa. Después de soltarme, nos vimos en secreto. Ellos me aseguraron claramente que no había ninguna violación de impuestos. Luego me dijeron que la policía les había advertido que no podían verme. Aún hoy, siguen bajo vigilancia. Según la ley, si no cumples con los impuestos, es la oficina recaudatoria la que hace una investigación, no la policía. Pero en China no hay ley. A pesar de ello, tienes que discutir, pagar la garantía y comenzar el proceso legal. Pero nunca podré ganar este caso en los tribunales. Todos son los mismos.

P. ¿Qué tiene que hacer aún parar apelar?
R. Tenemos que reunir documentos, encontrar evidencias, porque se han quedado todos los papeles [de la compañía].

P. ¿Por qué decidió pagar la garantía?
R. Para poder apelar. Si no pagas, el caso pasa a la policía, y te pueden acusar de otro crimen, y afectar a otra gente. Fueron 81 días de secuestro, y la garantía es el rescate.

P. Su esposa ha sido interrogada y la compañía de su abogado, investigada. ¿Están las autoridades presionando a su alrededor para intimidarles?
R. Si, están intentando todo. Me sometieron a unos 50 interrogatorios, y a otros 20 a gente cercana a mí. El mismo día que me detuvieron, cogieron al portero del estudio, que había viajado a su provincia a visitar la tumba de sus antepasados [en una práctica similar al Día de Todos los Santos en España], y le hicieron volver en avión sólo para hacerle una pregunta: ¿Conoces el jazmín [en referencia a las revueltas populares que han barrido el norte de África y Oriente Medio]? El portero -un hombre tremendamente honesto, que ha estado conmigo alrededor de 12 años- pensó despacio y dijo: 'Sí, sé sobre el jazmín'. Todos en la habitación se pusieron muy excitados, comenzaron a teclear y le respondieron: 'Dinos, dinos'. Y él contestó desde el fondo de su corazón: 'El jazmín es una bonita flor'. Se enfadaron mucho y le soltaron. Son ese tipo de gente, la vieja maquinaria, esa es su forma de pensar, la forma en que se comporta todo el sistema.

P. ¿No cree que el Gobierno está realmente preocupado por un posible contagio de las revoluciones jazmín?
R. Sí, están muy nerviosos, pero no tienen motivo para ello con una economía tan magnífica, tan próspera. Piensan que la situación es mejor que nunca. ¿De qué se preocupan tanto?

P. La revista Art Review le ha nombrado la figura artística más poderosa del mundo, y Foreign Policy le ha colocado en el puesto 18 en su lista de pensadores globales. ¿Cómo se siente por estos reconocimientos internacionales?
R. Creo que en el extranjero la gente aún muestra mucho interés por valores básicos como los derechos humanos y la libertad de expresión. No puedo decir nada sobre el reconocimiento porque no puedo evaluar mis actos. Cada día estoy centrado en cómo sobrevivir en esta tierra, en pensar cuándo volverán a cogerme y por cuánto tiempo, en qué le ocurre a mi familia.

P. Tras su detención, ningún artista famoso chino alzó la voz por usted. ¿Cómo se siente sobre esto?
R. Me siento muy normal. Después de 60 años de supresión de todo tipo de voz, intelectual o no, con gente aplastada, encarcelada, muerta o haciéndole temer por su vida y su familia, no hay posibilidad de que la gente confíe en su propio juicio, de que sea honesta o ayude a otros. Puedo aceptar fácilmente este tipo de condiciones en China, pero no deja de ser algo anormal. He dicho a la gente “Mirad a esos artistas famosos, ganan fortunas, tienen tanto glamour; si se pierde su gato o su perro, llorarían, pero, cuando un colega artista es tratado de esta manera, ni siquiera hacen una pregunta: ¿Dónde está este tipo?”. No tienen que decir si está en lo cierto o está equivocado, sólo preguntar: “¿Dónde está?” No hubo tal voz.

P. ¿Se siente decepcionado?
R. No, no realmente. Si tuvieran alguna conciencia, deberían haber hablado hace mucho tiempo. Pero guardan silencio. Nunca les he respetado. Creo que la mayoría de la comunidad artística china está muy podrida, muy corrompida y no significa nada.

P. Tras la acusación de evasión de impuestos, recibió el apoyo de miles de personas, que le enviaron dinero.
R. Sí, gente corriente, estudiantes. Es bonito, porque pensamos que este es un tiempo de cambio. El cambio vendrá del corazón de los jóvenes. Tienen su propia opinión, su propio conocimiento, saben lo que es correcto y lo que no, y nadie puede cambiar esto.

P. ¿Le ha dado usted la vuelta a la situación y ha convertido este caso en una ola de apoyo?
R. No creo que le haya dado la vuelta. Pero creo que las autoridades comienzan a darse cuenta de que esta táctica no funciona.

P. ¿Los envíos de dinero han sido una especie de acto de votación?
R. Así es. Al principio, pensaba que, dado que tengo esta posición [reconocimiento internacional], puedo hablar por la gente que no tiene derecho a hablar. Entonces, te das cuenta de que hay demasiada gente en esa situación, pero realmente no puedes ayudarles mucho. Piensan que debes de ser muy valiente y poderoso, pero no es cierto. Soy muy vulnerable y frágil.

P. ¿Está perdiendo cara el Gobierno con este caso?
R. Sí, pero me han dicho muy claramente que encontrarán otra cosa. Porque el poder está en sus manos.

P. El Global Times [periódico ligado al Diario del Pueblo (órgano oficial del Partido Comunista Chino)] argumenta que sus seguidores son muy pocos, comparado con el tamaño de la población china.
R. Ellos no creen eso. Por qué no se permite mi nombre en el microblog de Sina [Weibo] un solo día para ver cuántos seguidores tendría.

P. Aquí, en su estudio, tiene sobre la mesa globos de la campaña por la liberación de Chen Guangcheng [un activista ciego que se encuentra detenido ilegalmente en su casa desde que fue liberado en septiembre de 2010]. ¿Es usted la voz de quienes no pueden hablar?
R. Yo intento hablar sobre temas claros. Nunca, sobre ideología abstracta, porque la ideología es algo muy simple, sobre la cual no hay nada que hablar. Pero cuando se tratan asuntos concretos, hay un claro correcto o erróneo.

P. Ahora es más crítico con lo que ocurre en China que hace unos años. ¿Por qué?
R. Porque antes no estaba implicado en Internet. No sabía cómo comunicar. Ahora, con Internet, puedes expresar tus ideas de forma más eficiente.

P. ¿Está intentado hacer política en un país donde solo el Partido Comunista Chino puede hacer política?
R. Nunca ha sido fue mi intención, pero la vida no permite evitar gestos políticos en una sociedad muy politizada.

P. ¿Es imposible ser artista en China sin verse afectado por la política?
R. En ningún lugar es posible estar totalmente al margen.

P. Sus críticos le tachan de egoísta, de solo querer atraer la atención para ser famoso.
R. Nunca respondo a este tipo de críticas. Suponiendo que fuera así, habría mucha gente aprendiendo de ello y haciendo lo mismo. Pero caminar solo, meterse en problemas, ¿qué tipo de fama es esa? No soy tan estúpido como para arriesgar mi vida solo por intentar ser famoso.

P. La policía le ha acusado de pornografía por algunas de sus fotos de desnudos.
R. Esta es una nación repleta de pornografía, abusos infantiles, venta de niños, venta de órganos, y solo porque pones tus fotos de desnudo personal en Internet hablan de pornografía. Es realmente ridículo.

P. Mucha gente en China está satisfecha con el progreso del país y de la economía, y dice que vive mejor que hace 10 años. ¿No es esto un argumento de peso en favor del Gobierno?
R. Yo no digo que todo lo que diga el Gobierno sea erróneo. Yo también pienso que ha habido gran cantidad de mejoras en muchos casos. Pero por qué no dejar hablar a otras voces cuando son distintas. No tienes por qué creerme, no tengo por qué gustarte, pero no puedes simplemente aplastarme, basándote en acusaciones falsas. Puedes decir “cállate!”, pero no puedes decir “te meto en la cárcel porque violaste a alguien”. Eso solo demuestra lo débil que eres, aunque tengas millones de personas que te apoyan.

Artista y crítico social

J.R., Pekín

Ai Weiwei ha fusionado en su obra arte, política y crítica social. Asegura que el caso de la supuesta evasión de impuestos también ha entrado a formar parte de su trabajo. Y explica por qué: "Yo soy artista. Todo mi pensamiento es como artista. La libertad de expresión, el derecho a comunicar mis ideas, a encontrar la forma correcta, todo mi arte gira en torno a esto. No es sobre un lienzo o una escultura. Intento utilizar Internet porque creo que es el medio más valioso que ha creado el ser humano. Pero, al mismo tiempo, eso me coloca en una posición realmente peligrosa".

Afirma que no sabe qué es el arte social, que no es su intención hacer arte social, pero que sí lo es relacionar su arte "con la gente corriente, la felicidad, sus esperanzas, sus sueños y su imaginación [de la gente]". "Creo que eso es más que cualquier tipo de arte. Todo el que se llame a si mismo artista debería mirar ese tipo de cualidades", explica.

Ai Weiwei reconoce que China es un entorno perfecto para hacer arte social, por la excepcionalidad de sus circunstancias, y se considera "un afortunado por vivir en tales condiciones". No obstante, asegura que, si tuviera que irse de China, haría otras cosas sin dificultad. "No pasa nada, no siempre tienes que hacer lo mismo. Hay otros problemas".

Cuando se le pregunta si está utilizando a la gente, al Gobierno, al diario oficial Global Times, como actores en su arte social, dice que sí. "A menudo veo la política y las estructuras, el poder existente, como algo ya hecho que encuentras. Lo más interesante es de qué manera lo transformas en un lenguaje sobre el que podamos volver a pensar, o le das una nueva definición, o te ríes de él con humor e ingenio".

Ai es un ferviente usuario de Internet y los microblogs. "Es tan interesante ver lo que tiene en su mente otra persona, la comunicación directa, qué es un problema, por qué es un problema", señala. Y cree que "Internet ha jugado un papel muy importante en la nueva estructura del mundo, ya sea en Occidente, Estados Unidos, Europa, África o China, y jugará un papel aún mayor en los cambios".

¿Es la transparencia lo que más teme el Gobierno chino? "Creo que esta es una cuestión fundamental sobre cualquier poder", contesta. "Lo que ocurre es que [el Gobierno] quiere hacer las cosas más fáciles para sí mismo. En determinadas sociedades, existe una estructura que limita el poder. En otras, como aquí, no. Así que puede abusar, manipular y no asumir su responsabilidad".
 
Ai Weiwei
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Ai Weiwei, en su estudio en Pekín, el pasado 15 de noviembre.- DAVID GRAY (REUTERS)


el dispreciau dice: cuando los estados políticos atropellan los derechos ciudadanos, por mínimo que esto sea, ejercen "terrorismo de estado"... léase, hay muchas formas y mecanismos de estado para convertir la rutina en terrorismo... y los argentinos sabemos un rato largo de los efectos del terrorismo de estado, mucho más la generación de los años cincuenta que padeció el atropello con todas sus fuerzas... un atropello curioso por demás, una estrategia internacional orquestada por Estados Unidos y Europa para atacar las ideologías partiendo de la premisa del "exterminio", ese mismo que habían cuestionado cuando era ejercido durante la Segunda Guerra Mundial del Siglo XX, pero que ellos mismos habían aventado y hasta acordado en otras tierras... todo muy raro. Resulta que ahora, hoy mismo, ciertos medios periodísticos de índole corporativa, se empecinan en imponer en la sociedad mundial la importancia de China como modelo de cualquier cosa, partiendo de la premisa que pocos son los que la conocen, y de hacerlo, poco es lo que saben distinguir de aquellas lejanas comarcas. Traducido, te muestran una China que no existe... China representa el modelo más trágico de los terrorismos de estado, bien actual, bien presente, donde la heterogénea sociedad de aquel país se consume entre los temores del silencio y los miedos de la palabra. Colateralmente, la vida del ciudadano no vale un centavo, salvo que se trate de alguien del poder político... y los atropellos y sus vejaciones cursan por doquier las rutinas de los muchos... el que piensa es peligroso, ciertamente peligroso, por ende debe ser exterminado... y ése es el modelo que China exporta a sus delegaciones en el resto del mundo... una vez más, traducido, corrupción, producción y tráfico de drogas, tráfico de personas y algunos extraños etcéteras que encuentran socios de diversos lugares del mismo mundo, en Europa medievalizada y en Estados Unidos, siempre incorruptibles, pero siempre involucrados en el lado oscuro de los atropellos a los otros... aclaro que considero que Estados Unidos es un ejemplo de muchas cosas, no de algunas que lamentablemente son importantes para los mortales que pululamos esta Tierra. Las corporaciones multimedios nos venden una China que no existe... informan sobre negocios y aportes, nunca dicen nada sobre los atropellos de cualquier índole y factor que padecen aquellos Chinos que no están acostumbrados a arrodillarse ante la mezquindad del poder... que dicho sea de paso, no son pocos, aunque la mayoría de ellos son desconocidos. Pregunta: ¿hay terrorismo de estado en China?, por supuesto que lo hay... pero las urgencias de occidente no ven ni escuchan los gritos... tal sucedía en  la Argentina de los setenta... hasta que el tiempo hizo que todo fuera demasiado evidente... entonces vienen los libros, los éxitos editoriales, los recuerdos, los huérfanos, los robados, los vendidos, los mentidos, los ascos, los vivos, los muertos, todos anónimos. Pero cuidado, a alguien le sirve que China tenga sus ojos puestos sobre Argentina... sucediendo lo propio con otras regiones de esta atrapada América Latina. Es verdad, en China no hay LEY... tanto como que en América Latina la LEY es siempre discrecional, según se trate, si hay buen dinero de por medio la inocencia es cuestión de papeles... y justamente las corporaciones periodísticas saben bien cómo lapidar un alma, o bien, cómo salvarla. Muchos inocentes son culpables, mientras que muchos culpables jamás lo fueron... y ello denigra el sentido de las opiniones que corren hacia las sociedades desprevenidas. Yendo un poco más lejos, China no está acostumbrada a aportar nada significativo, sí lo está a depredar... limpiando luego los escenarios para dejar en claro que la historia siempre se puede borrar, y al poco tiempo nadie se acordará de lo sucedido, aún  cuando en ello se hayan evaporado miles o cientos de miles o millones de vidas. Y este curioso mecanismo ha funcionado hasta que internet contribuyó a destruir el modelo de opiniones manipuladas... ahora, todas las mentiras están al descubierto y sólo son ignoradas por aquellos que no se informan. Tercera traducción: si hay una gran mentira en el mundo humano, es aquella llamada China... y si no lo creen, visiten la parte musulmana de dicha nación... se sorprenderán. La esclavitud existe y crece... a manos de los miopes, de los ciegos, de los sordos, y de los inútiles que dicen conducir a las sociedades humanas. Triste, pero real. Las gentes de china, sus trabajadores, sus científicos, sus médicos, sus educadores, sus artistas, son tan humildes y anónimos como cualquier otro en el resto del mundo... todos están atrapados por el régimen que los desprecia, nada distinto a lo que sucede en el resto de ese mismo mundo. Diciembre 14, 2011.-

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