sábado, 28 de abril de 2012

Razón y corazón por YPF

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Razón y corazón

Por María Eugenia Estenssoro / 26 de April de 2012
Los invito a repasar los tramos finales de mi discurso ante la sesión especial en Senado relacionada con la declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación del 51% del patrimonio de YPF S.A.
…En todos estos años nunca he tenido dificultad para saber cómo iba a votar. Pero desde hace muchos días, la verdad es que me es muy difícil decidir mi voto. Y lo voy a decir ahora porque temo que en pocos minutos pueda cambiar de opinión.
La razón me dice que debería votar negativamente porque creo que se trata de un engaño, una estafa emocional e ideológica que se hace a los argentinos, porque detrás de algo que todos queremos se ocultan todas las cosas que he enumerado, y que no son opiniones ya que generalmente trato de respaldar lo que digo. Con todo respeto digo estas cosas ya que sé que todos ustedes creen en lo que hacen, pero detrás hay demasiadas irregularidades que no están siendo consideradas.
La razón me dice que debiera votar en contra de este proyecto.
Pero el corazón me dice otra cosa.
Yo creo que los hidrocarburos son estratégicos. Mi familia y yo llegamos a la Argentina en los años sesenta, en la época de Frondizi, y siempre escuché que la Argentina podía ser un país grande en materia petrolera e industrial, comparable a los grandes países del mundo. Me crié con ese ideal y sigo manteniéndolo ya que, como decía la señora senadora Norma Morandini, aquí todos somos patriotas, no solamente aquellos que están de un lado, y en nuestra vida, seguramente, todos tenemos testimonios de vida importantes.
Como decía, porque creo en el rol del Estado y en una YPF profesional en la órbita del Estado, y no degradada como fue la de Mosconi y Silveyra que tanto se recordara; y porque creo que algún día debemos encaminar al país, voy a ser prudente y en vez de votar en contra solicitaré permiso para abstenerme de votar”




Carta a Cristina Kirchner por YPF

Por editora / 25 de April de 2012
por María Eugenia Estenssoro, publicada en diario © La Nación
“Presidenta, querida Cristina:
“Me dirijo a usted con profundo dolor porque la verdad de los hechos me impide acompañar una iniciativa importante, estratégica para el país, como es la recuperación de YPF para los argentinos. Una causa por la que vengo abogando, casi en soledad, desde hace 13 años.
“Quiero agradecerle, en primer lugar, el haber elogiado públicamente la gestión de mi padre en YPF, reconociendo frente al Congreso Nacional que en esos años la compañía alcanzó niveles récord de producción y exploración. Cuando mi padre murió en el año 1995, YPF se había transformado en una multinacional argentina, de capital mixto, controlada por el Estado nacional, con yacimientos en Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Estados Unidos, Rusia e Indonesia. Era la petrolera número 11 del ranking mundial. Mi padre entendía que, de cara al siglo XXI, la Argentina necesitaba una YPF con una visión global, que liderara en nuestra región.
“Lamentablemente, ese sueño murió cuando el avión en que viajaba se estrelló en Ecuador. Poco después, en 1999, el presidente Menem vendió las acciones del Estado y el control de YPF a la española Repsol por un puñado de pesos. En ese momento, como hoy, gran parte de la dirigencia política, los medios y la ciudadanía también aplaudió. Debo señalar que su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, acompañó enérgicamente esta decisión: en lugar de defender nuestra soberanía energética vendió a Repsol el 4,3% de las acciones de YPF que tenía la provincia de Santa Cruz. En una entrevista que me hizo el diario Página 12 el 16 de mayo de 1999, dije que ése era “el último gran acto de corrupción de la gestión menemista”.
“Hoy quiero expresarles a usted y a mis compatriotas, con todo respeto y gran pesar, que no podemos subsanar ese grave ilícito, ese grave error, con otro acto de corrupción. Aprobar el proyecto de expropiación de YPF que mañana tratará el Senado sin antes revisar minuciosamente lo actuado por funcionarios de su propio gobierno implicaría convalidar y encubrir sus responsabilidades políticas, administrativas y probablemente penales en la pérdida del autoabastecimiento energético nacional y el vaciamiento de YPF.
“En 2003 el ex presidente Kirchner recibió una Argentina autosuficiente y “soberana” en materia petrolera. Pero una política energética equivocada, llevada adelante por el ministro Julio De Vido y el secretario de Energía, Daniel Cameron, hizo que dilapidáramos en ocho años el autoabastecimiento nacional que supimos conseguir y consolidar en ¡ocho décadas! Es verdad, el consumo aumentó al ritmo de la recuperación económica, pero la producción nacional colapsó y su gobierno fomentó la importación.
“Culpar a la gestión de Repsol en YPF por la mayor crisis petrolera de toda nuestra historia es una simplificación tramposa: YPF representa sólo el 30% de la producción de gas y petróleo del país; y además, de las 14 empresas que lideran la producción del país, nueve (entre ellas, Petrobras, Total, Chevron, Enap, Tecpetrol) tuvieron pérdidas superiores o comparables a las de YPF.
“La pérdida del autoabastecimiento es el resultado directo de la gestión de sus funcionarios. Esto se expresa claramente en una carta enviada por Daniel Cameron a ocho ex secretarios de Energía, que le escribieron preocupados por la caída constante de nuestras reservas y producción. Cameron respondió el 11 de junio de 2011: “Una primera conclusión es que el autoabastecimiento es importante, genera seguridad, pero no es determinante ni extremadamente riesgosa la dependencia que inevitablemente tienen aquellos países que no lo disponen entre sus recursos naturales o si lo disponen no cubren la totalidad de sus necesidades”.
“¿Cómo se sorprende que perdiéramos el autoabastecimiento y que el año pasado las importaciones escalaran a 10.000 millones de dólares si el secretario Cameron nunca creyó que era riesgoso o importante?
“¿Por qué no le ha pedido la renuncia todavía? ¿Por qué ha premiado a De Vido, su superior directo, con la intervención de YPF, si pesan sobre sus espaldas la tragedia de Once, la crisis de los ferrocarriles, los escándalos del área de transporte y el colapso energético, que no es sólo petrolero? ¿Sabe que involucra también la generación de electricidad?
“Me alegra que haya decidido, por fin, sancionar a los responsables del vaciamiento de YPF. Pero ¿por qué expropia al grupo Repsol y exime a los Eskenazi, siendo que el retiro de utilidades extraordinario -255%, en 2008, y 140%, en 2009- se produjo para que la familia Eskenazi pudiera pagar la compra del 25% de las acciones con las ganancias de la propia compañía?
“Además, es Sebastián Eskenazi quien manejó la compañía en estos años. El acuerdo societario firmado entre Repsol y Eskenazi en febrero de 2008 y los balances de la compañía que dan cuenta del vaciamiento fueron aprobados y llevan la firma del director del Estado en YPF, Santiago Carnero, actual miembro del directorio del Banco Central (¡qué peligro!), y de la síndica del Estado en YPF, Silvana Rosa Lagrosa, actual miembro de la Sigen (¡otro peligro!). ¿Cómo no los ha separado de sus cargos y puesto a disposición de la Justicia si han incumplido sus obligaciones como funcionarios públicos?
“Estimada Presidenta, realmente estaríamos dando vuelta la página de un capítulo muy oscuro de nuestra historia petrolera si los responsables políticos, administrativos y empresariales fueran sancionados e investigados todos por igual. Por otra parte, la Argentina necesita una YPF argentina y una política energética nacional, sustentable y de largo plazo. Pero nadie nos ha presentado ni un plan estratégico para el país ni un plan para la nueva empresa. Se nos pide que votemos a libro cerrado y con los ojos vendados. Yo creo en rol del Estado, pero en un Estado serio, transparente, ejemplar, que se sujeta a la ley, que controla y se deja controlar, y que cuando se equivoca y comete errores, no ataca a unos para encubrir a otros.
“Por todo lo expuesto y de todo corazón, lamento profundamente no poder acompañar el proyecto oficial que tratará el Senado en el día de hoy.
“Respetuosamente,
María Eugenia Estenssoro
Senadora de la Nación”





el dispreciau dice: como buen dispreciau (ciudadano argentino y más del mundo, anónimo, humilde casi pobre, etc.) mi opinión no cuenta en el contexto de mediocridad que nos caracteriza como sociedad latinoamericana asociada a la Europa española y a la otra Europa italiana, una Europa que el resto no ha apreciado demasiado, salvo para sus vacaciones y por algunos oportunismos reinales y virreinales... no obstante ello, YPF se caracterizó allá lejos y en su tiempo, de ser parte del escudo de las argentinidades... muchas gentes trabajaban y hacía carrera de vida en ella, y claro está, YPF es mucho más que un símbolo... usado, abusado, negado y hasta olvidado, para vuelta a usar y abusar... y todo funciona (cualquier cosa) hasta que se transforma en caja política y allí comienza el drama de la muerte anunciada... lo que hizo en la década infame de los noventa con el patrimonio nacional, fue aberrante... una entrega aberrante e inaceptable, que desde luego, a los frívolos poderes de entonces no les importó. Cuando Repsol llegó a estas tierras, podía haberse asumido una política empresario-corporativa distinta, pero en vez de ello, muchas gentes sucumbieron al quedarse sin trabajo, sin destino, sin alternativa y despojadas de sus vidas, todo en nombre de la economía (falsa) y de una democracia más falsa aún, una democracia que no dudó en llenar el país de narcotraficantes, falsificadores, secuestradores, delincuentes y que hizo de la justicia una marioneta de conveniencias. Repsol, como toda corporación impersonal, no vio el contexto, sí el negocio e hizo lo único que saben los oportunistas, un buen negocio financiero, sin producción y con mucho despojo... Cabe acotar que aprecio a María Eugenia Estenssoro, como persona, no por su bandería política que no es más que un "más de lo mismo", repleto de personalismos y vanidades encarnados por una persona que sabe de palabras pero no de contenidos necesarios para los prójimos... en dicho contexto y luego de miles de personas sin trabajo, pozos olvidados y tapados, exploraciones ignoradas, acciones omitidas y otros voluntarismos oportunistas, a esta nueva gestión política se le ha ocurrido recuperar lo oportunamente "obsequiado" (negociados mediante). Insisto, en la Argentina reina el oportunismo mediocre, sólo eso, y detrás no hay ni una pizca de ecuanimidad, ni social ni política... no obstante lo cual, la iniciativa de la Señora Presidente merece mi derecha... y la merece (sin valor alguno claro está), porque ha tenido el valor de la acción, no menor en un contexto de depredación económica internacional que da vergüenza de sólo verla. Cristina Fernández, más allá de sus zapatos, sus decisiones y sus circunstancias, tomó una decisión cierta... sus consecuencias se verán con el tiempo, y dicho tiempo no es ni hoy ni mañana en lo inmediato. El Estado Argentino suele "usar" ciertas herramientas para luego dejarlas tiradas, y ello ha dejado una marca en el inconsciente colectivo... Repsol debería preguntarse qué no hizo... qué dejó de hacer... qué olvidó de hacer... afectando a las gentes de estas tierras. Desde luego en Repsol nadie está interesado en la vida de los argentinos, apenas si lo están en sus intereses financieros y económicos. España política (la de los políticos, no así la de las gentes comunes y anónimas) ha atropellado a la Argentina toda vez que ha podido, y ello está estampado de cara a la historia lejana y a la cercana también... procediendo al estilo de los reinos europeos, éticamente colonialistas, soberbios y repletos (desbordantes) de desprecios. Y aunque no lo parezca, ello deja marca indeleble en las víctimas... víctimas de carne y hueso... con sus circunstancias y más que con ella, sus frustraciones reiteradas por falsedades y miopías políticas hartantes que vienen desde antes (mucho antes) de 1810. Nuevamente, bien por la decisión de Cristina Fernández... ¿estarán sus funcionarios a la altura de la decisión?... difícil saberlo... mucho más difícil respuesta... ¿se hará con YPF lo que corresponde, o se la empresa se llenará con amigos de amigos que no son amigos de nadie?... difícil saberlo... mucho más difícil estimarlo. A decir verdad, la realidad que nos contiene es insoportable... una realidad donde Repsol destiñe y donde el contexto mundial palidece largamente... una realidad donde el contexto político argentino se precia por su oportunismo y no por su ecuanimidad... y como siempre, los resultados de las decisiones sólo se ven en el curso de la historia, una historia que aún cuando se la mienta, es inapelable de cara a las generaciones que aún no nacen. Abril 28, 2012.-

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