viernes, 12 de abril de 2013

DRAMAS INDUCIDOS || Frenar el drama social | Opinión | EL PAÍS

Frenar el drama social | Opinión | EL PAÍS

Frenar el drama social

La efectista propuesta andaluza sobre desahucios estimula un debate necesario y urgente

 

 
El Colegio de Registradores de la Propiedad ha fijado en algo más de 30.000 el número de primeras viviendas con el que la banca se quedó el año pasado por impago de créditos hipotecarios, lo cual provocó la ejecución de una media de 115 lanzamientos diarios. Los intentos legislativos de poner fin a este drama se alargan sin éxito, pero es imposible que un país civilizado no sea capaz de lograrlo. El Gobierno y las fuerzas parlamentarias tienen que pactar una solución, teniendo en cuenta los intereses de las entidades financieras y del sector inmobiliario, pero también la alarma de la sociedad civil.
La Junta de Andalucía se ha adelantado a los titubeos del PP con un decreto-ley fundado en el principio de que la Constitución no tutela “usos antisociales” del derecho a la propiedad privada.

Puede ser más o menos acertado jurídicamente, más o menos difícil de gestionar, más o menos discutible el intervencionismo de los poderes públicos; pero lo cierto es que el mercado de la vivienda no está resolviendo la emergencia social. Algunos descalifican el decreto como “comunismo soviético”, pese a que no parece tal la potestad de expropiar por tres años el “uso” de viviendas de personas jurídicas (bancos, inmobiliarias), cuando residan en ellas grupos “en especiales circunstancias de emergencia social”. Afecta a familias en proceso de desahucio y que hayan sufrido un “importante menoscabo” de sus ingresos, sobre todo aquellas que cuentan con “menores de edad, mayores dependientes, personas con discapacidad, víctimas de violencia de género o personas desempleadas sin derecho a prestación”.

Editoriales anteriores

Sin amparo (29/03/2013)
Desahucios bajo tutela (15/03/2013)
Contra los desahucios (03/11/2012)

Otra parte del decreto tiende a sancionar a los tenedores de viviendas desocupadas (de entidades, no de personas físicas) para movilizar el mercado del alquiler. En ese punto, la Junta se arroga facultades de inspección y penalización económica que expertos del mercado inmobiliario consideran una presión para que bajen los precios de venta y los de alquiler. Es probable que las consecuencias de esas medidas resulten negativas para el negocio; pero no hay defensa posible si se pretende mantener inmóvil un parque considerable de viviendas vacías, mientras existe el riesgo de exclusión social de tantas familias.

A la iniciativa andaluza se le puede achacar más efectismo político que posibilidades verdaderas de aplicación; pero al menos es una iniciativa. Desde el Gobierno se discute la competencia de una comunidad autónoma para llevar a cabo ese programa, lo cual no hace sino estimular la necesidad de tratar el problema a escala de toda España. No cuando ya no haya remedio, sino ahora. Por ejemplo, el informe de los Registradores de la Propiedad revela que la dación en pago, supuestamente inaceptable para la banca, se admitió en 11.441 de los 30.000 desahucios del año pasado. Si se quiere resolver un problema, se puede. La premisa indispensable es tener esa voluntad.


el dispreciau dice: el drama social mundial creciente no comienza ni concluye en los desahucios... se extiende por muchas vertientes y atrapa a personas, a familias, y a grupos de gentes desesperadas por los huecos legales, previamente diseñados por las estrategias corporativas para apropiarse del "todo" sin tiempos, total dichas vertientes conducen a la apropiación en todas sus formas. Creer que los estados ausentes no han estado o no están asociados a la estrategia es un error... todos son socios en esta tragedia que no tiene fin, no tiene estado, no tiene fronteras, no tiene banderas, no tiene regiones, no tiene colores (razas), sólo está concentrado en el criterio de excluir al precio que sea. El problema creciente en la Europa Medieval está lejos de resolverse porque no hay voluntad política, no hay "inteligencia" política en la lectura de las consecuencias de estas acciones perversas, como tampoco la hay del lado bancario/empresario, donde los idiotas se han apropiado de las funciones operativas bajo la premisa que el mundo es descartable hasta que ellos estipulen lo contrario, algo semejante a los principios que Bélgica propuso al mundo antes del conflicto y genocidio de la Segunda Guerra Mundial, más tarde endilgada a la Alemania Nazi por impericia de sus gestores/mentores... los resultados están a la vista de la historia, en el caso del segundo conflicto armado del siglo pasado, y están siendo evidencia de cinismos y perversiones en el mundo de hoy. El interés, reiterado, se concentra en robar voluntades y arrasar con los esfuerzos, algo inadmisible cuando se habla de Unión Europea, una entelequia que sólo sirve en los papeles, pero que no guarda las supuestas garantías ciudadanas que dice amparar. España y Portugal constituyen la cima del iceberg de la tragedia... pero se ven reflejadas en los socios periféricos tales como Grecia, Italia, Chipre... para luego meterse dentro de la médula social y devorarla. No es broma, lo hicieron aquí en la Argentina para luego rasgarse las vestiduras... y dejar a la sociedad argentina atrapada en una deuda "inventada" e "impagable"... ya que si eres deudor, en este mundo, lo serás por siempre. ABRIL 12, 2013.-

A las gentes, en cualquier lugar del mundo, se les han robado las dignidades... y a esta altura de la civilización, dicho hecho es inaceptable. Si el precio para salir de este quiebre social es exterminar a las corporaciones y a las clases políticas ausentes, será necesario hacerlo antes que sea demasiado tarde, ya que la soberbia y el desprecio ha ganado a los organismos internacionales conducidos por socios mentores de la tragedia que se come al mundo humano.

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