viernes, 29 de noviembre de 2013

CÓMO INSTALAR LA INJUSTICIA ▼ La Audiencia de Valencia ordena la libertad de Miguel Ricart | Comunidad Valenciana | EL PAÍS

La Audiencia de Valencia ordena la libertad de Miguel Ricart | Comunidad Valenciana | EL PAÍS

La Audiencia de Valencia ordena la libertad de Miguel Ricart

El único condenado por el tripe crimen de Alcàsser ha permanecido 20 años en prisión



Miguel Ricart, custodiado por policías tras una de las sesiones del juicio en julio de 1997. / JORDI VICENT
Miguel Ricart Tárrega, único condenado por el triple crimen de Alcàsser (Valencia), saldrá en breve de la prisión de Herrrera de la Mancha (Ciudad Real). La Audiencia de Valencia ha declarado  cumplidas las penas impuestas a Ricart y ha acordado su inmediata puesta en libertad, según ha anunciado el Tribunal Superior de Justicia valenciano. En la deliberación sobre el caso de Ricart han participado los cinco magistrados que integran la Sección Segunda de la Audiencia de Valencia y no solo los tres que inicialmente iban a formar el tribunal.

Su libertad culmina un trámite iniciado hace un mes tras la anulación por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo de la doctrina Parot. La salida del recluso se produce tras la resolución favorable, considerada determinante, de la fiscalía, y los esfuerzos infructuosos de las acusaciones particulares de las familias y la popular que ejerce la Asociación Clara Campoamor por impedir su liberación. El abogado del Estado también se opuso a la excarcelación. 

Ricart fue condenado en 1997 a 170 años por secuestro, violación y asesinato de las adolescentes Miriam García, Toñi Hernández y Desirée González en noviembre de 1992. Debió ser excarcelado en 2011 pero un año antes se le aplicó la doctrina Parot. Sus beneficios penitenciarios se computaron entonces sobre el total de la condena y se fijó su nueva fecha de salida en 2023. La derogación del polémico sistema de redención de penas el pasado octubre ha acelerado su libertad. El Rubio ha permanecido 20 años en prisión mientras sigue desaparecido el otro acusado del triple crimen, Antonio Anglés.

Las tres niñas de Alcàsser desaparecieron la noche del 13 de noviembre de 1992 cuando hacían autoestop para desplazarse a la discoteca Coolor de Picassent (Valencia). Antonio Anglés y Miguel Ricart recogieron a las adolescentes con la promesa de transportarlas. En lugar de detenerse en la discoteca, siguieron la ruta ante el desconcierto de las viajeras. Según la sentencia que condenó a Ricart, los dos delincuentes sometieron a sus víctimas a una interminable sucesión de torturas y violaciones en una caseta en medio del monte en la partida de La Romana (Tous). Después de tres horas de sufrimiento, fueron asesinadas y enterradas. Sus cuerpos se descubrieron a finales de enero de 1993.

Miguel Ricart, nacido en Catarroja (Valencia) hace 44 años, fue durante unos años compañero de correrías, atracos y drogas de Antonio Anglés. Este último encarna una de las incógnitas capitales del crimen. Anglés, que hoy tendría 47 años, está considerado el autor material de los tres asesinatos. Su nombre figura en la web de Interpol como uno de los fugitivos más buscados del mundo. Tras declararse en rebeldía, la justicia y la policía han seguido rastreando sin éxito su paradero.


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Violadores en la calle: 'dejà vu'

Por: | 29 de noviembre de 2013
Dejavu
Desde que el Tribunal de Estrasburgo anuló la doctrina Parot flota en el ambiente una sensación de dejà vu, como si la sociedad española hubiera vuelto de golpe a los años 90. Las noticias de excarcelaciones de violadores y agresores como el violador del ascensor o el loco del chándal y la posible puesta en libertad de Miquel Ricart, único condenado por el triple crimen de las niñas de Alcasser está resucitando la alarma social que se forjó en todo el país hace dos décadas.

Los que tengan memoria de aquellos años recordarán el tratamiento informativo que se le daba a muchos de aquellos sucesos, en muchas ocasiones pasando de la información a lo macabro en un abrir y cerrar de ojos. Fueron años complicados para ser mujer. Especialmente tras el crimen de Alcasser, la alarma social se podía sentir como algo físico. A la puerta de los colegios los padres iban cada día a recoger a sus hijas, a muchas preadolescentes les prohibieron salir solas a la calle hasta que la policía no hubiera detenido a los culpables. En todas las localidades corrían rumores, bulos de la de la cercanía de Antonio Anglés, fugado de la justicia y supuestamente fallecido, como se supo años después. Anglés era visto todos los días en todas partes aunque nadie sabía quién le había visto en realidad.

Cada noche esa alarma se alimentaba desde la televisión, frente a la que los españoles se sentaban, entre horrorizados y curiosos, sabiéndose en peligro, inseguros ante tanto delincuente sexual que poco a poco las fuerzas de seguridad fueron retirando de la circulación.

Ahora, más de dos décadas después, esos nombres vuelven a las noticias. Y con ellos vuelven los rumores, los bulos, los temores. Y ahora la potencia de las redes sociales multiplica por mil la repercusión de cada rumor.

Uno abre su muro de Facebook y se encuentra con esas fotos de los condenados, con esas informaciones surgidas de la niebla y el miedo pero incontrastables. La Guardia Civil ha llegado a emitir comunicados negando la presencia de algunos de estos violadores por ciertas zonas.
Pero en la calle se empieza a notar otra vez esa sensación de angustia. El pasado fin de semana en una capital de provincia una joven volvía a casa de madrugada. Las calles estaban desiertas. De repente, en una esquina, una mujer de unos 50 años le llama la atención:

-“Perdona, ¿hacia dónde vas?”-.
-“A la calle Real”-.
-“¿Te importa que vaya contigo? Es que con toda la gentuza que están sacando de la cárcel a una le da miedo hasta salir a la calle”-.
Anécdotas como estas son las que generan el dejà vu. No es la única que he oído en los últimos días. Y los medios de comunicación deberíamos ser más responsables que la última vez. Informar no es alertar. El ambiente de miedo que vivió este país a mediados de los años 90 ha marcado una generación de mujeres. Mujeres que aprendieron pronto a no subirse a un coche con desconocidos, a desconfiar de las pisadas a sus espaldas en calles desiertas y a ver el miedo en los ojos de sus padres.
Ahora las víctimas de aquellos terribles sucesos vuelven a sentirse inseguras al pisar la calle, vuelven a revivir los hechos. Su temor es comprensible, pero no debemos sumir a una sociedad entera en el recelo, o el dejà vu terminará por atraparnos. No podemos permitir tener una nueva generación marcada por el miedo, de niñas que tengan que dormir durante meses con la luz encendida por el temor que respiran a su alrededor.

Imagen: Pedro Luis Gallego, el violador del ascensor, a la salida de la cárcel. / Luca Piergiovanni (EFE)

Sobre los autores

Tenemos diferentes puntos de vista, distintas edades, diversos perfiles. Somos un grupo de periodistas, especialistas y colaboradores coordinado por Ricardo de Querol y Ana Alfageme.


el dispreciau dice: esto debe saberse, todo el mundo debe comprender qué es lo que está sucediendo en la EUROPA medieval... cómo se está instalando la injusticia como mecanismo social para asegurar los miedos... cómo se está diseminando la cultura de la inseguridad ciurdadana para sostener en alto el temor de las personas... o bien, cómo se está regresando hacia la EUROPA inquisidora e intolerante equivalente a la vigente en los años treinta... cómo se están manipulando los hechos para hacer de los victimarios héroes... cómo se están deformando los valores para enaltecer a los atropelladores... cómo se están tergiversando los hechos, para que las gentes puedan ser perseguidas y sus perseguidores liberados... no quiero escatimar esfuerzos editoriales en denunciar lo que esto significa, el potencial destructivo que conlleva, y hacia dónde conduce a los desconciertos sociales, que, atrapados por el sobrevivir, no toman consciencia de lo que se está cocinando a sus espaldas. Esto se correlaciona con instalar la injusticia como mecanismo social y político para dominar a las masas, darle la derecha al narcotráfico, al lavado de dinerillos, a la trata de personas y a la red de esclavitudes por sexo, honrar la corrupción y la delincuencia, enaltecer la esclavitud, magnificar el desprecio, pero por sobre todas las cosas, habilitar a los estados ausentes a promover actos terroristas que defiendan el hecho político... o lo que es lo mismo, sostener el terrorismo de estado como política pública de amedrentamiento. El resultado esperable es nefasto... y el mensaje que se traduce de él... Europa ha sabido fabricar "dioses de barros", "mesías de conveniencias", y "héroes de kriptonita"... todo ello para favorecer los intereses de unos pocos, pretendientes a dueños del mundo... y esa misma EUROPA ha sabido exterminar a los mismos dioses de barros, a los propios mesías de conveniencias, y a los consiguientes hérores de kriptonita, una vez que sus "misiones solidarias se entendían como concluídas"... así lo sucedido en Argel, Libia, Egipto, Turquía, Siria, Irán, Irak, o el lugar que a Usted se le ocurra, ya que donde hay algo para depredar, allí se juntarán los buitres a deliverar... véase el caso del petróleo... véase el caso de los diamantes... véase el caso del litio... véase el caso del uranio... véase el caso del oro... véase... todo es buen argumento para negar a los unos y reverenciar a los otros. Insisto, el mensaje que está bajando al mundo humano desde la EUROPA medieval anuncia nuevas persecusiones a desposeídos y olvidados... y esto, no debe ser pasado por alto... porque aunque Usted no lo crea, terminará en tragedia. NOVIEMBRE 29, 2013.-

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