domingo, 26 de enero de 2014

TERROR EN LOS ESTADOS AUSENTES ▼ Maestros del horror político | Cultura | EL PAÍS

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Maestros del horror político

El Prado dedica una sorprendente muestra al tema de las Furias en los siglos XVI y XVII, cuando los gobernantes las emplearon como alegoría del poder



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'Prometeo', de Theodoor Rombouts, prestado por el Museo de Bellas Artes de Bélgica para la muestra dedicada a las Furias. / ÁLVARO GARCÍA
El noble ejercicio de la metáfora política, hoy rebajado a incompetente juego literario en conferencia de prensa, fue en el siglo XVI lugar abonado para la alegoría artística. Así queda demostrado en la exposición Las Furias, nueva propuesta del Prado. El motivo de la muestra surge en 1548 de la suma de una confusión mitológica y de un encargo de María de Hungría a Tiziano. La empresa, representar un tema grecolatino, estaba destinada a cumplir una doble función: servir de lección sobre la iniquidad demostrada por los cuatro príncipes alemanes alzados contra su hermano, el emperador Carlos V, que los había derrotado en Mühlberg, y brindar un reto artístico y técnico a la altura del genio veneciano.
El equívoco sería una cuestión puramente interpretativa. En la España de aquel tiempo se identificó a las Furias, en realidad unos personajes femeninos asimilados a la venganza, con cuatro moradores del Hades: Ticio, y su hígado eternamente devorado por un buitre como castigo al violador; el parricida Tántalo, condenado a la melancólica búsqueda de alimento; Sísifo, obligado a trabajos forzados; e Ixión, siempre a vueltas con la misma rueda.
La historia (un político con tendencia a la alegoría ejemplar y un artista deseoso de probar su valía en la representación de enormes figuras contempladas a la luz de un escorzo de horror) se repetiría constantemente en los 120 años siguientes, más o menos hasta que el tema acabó rozando los límites de la casquería y el barroco agonizante dejó paso a otras metáforas. El comisario Miguel Falomir, jefe del Departamento de Pintura Italiana y Francesa (hasta 1700) y único autor de un atractivo catálogo, ha reunido 28 piezas para reconstruir el relato. Y en la presentación de ayer, el director Miguel Zugaza pareció resistirse a que el tono metafórico decayera cuando aseguró: “Escoger como primera muestra del año una invitación al averno político no deja de tener su significación”.
Una verdadera joya sirve de preámbulo a la exposición, resultado de un trabajo de cuatro años financiado por la Fundación de Amigos del Prado. Se trata de un carboncillo de Miguel Ángel con una representación de Ticio, realizado en 1532 como obsequio a su amante, Tommaso de’ Cavelieri, y prestado por la Royal Collection de Londres. Es la primera vez que el Prado recibe una obra del genio italiano, que interpretó el relato mitológico como una metáfora del sufrimiento de quien quiere sin correspondencia.

Escoger como primera muestra del año una invitación al averno político no deja de tener su significación”, afirmó el director del museo, Miguel Zugaza.
Después aguardan Ticio y Sísifo, de Tiziano. El primero es una copia hecha por el autor del lienzo entregado a María de Hungría. El segundo, el único superviviente del conjunto llamado a decorar la Gran Sala del palacio de Binche, cuyo bautismo no se debió precisamente a una exageración: contaba 45 metros de largo, 22 de ancho y 11 de altura. La aportación del veneciano era solo una parte del programa iconográfico que acabaría arrasado por las tropas francesas en 1554. Felipe II rescató y mandó restaurar el conjunto de Tiziano, pero nadie logró evitar que Ixión y Tántalo ardieran en 1737 en el incendio del Alcázar, su último hogar.
Para entonces, mediados del XVIII, el tema de las Furias ya era agua un tanto pasada. Pero durante los reinados de Felipe II y Felipe IV el recurso a la salvaje metáfora de la venganza fue constante, aunque el tema acabara interesando menos a los príncipes que a los pintores, que vieron en este un campo fértil para el lucimiento; en el modo de abordar la variedad de actitudes y movimientos y en la representación de los estados de ánimo.
El impacto de las Furias de Tiziano fue enorme en Flandes, pese a que solo vivieron en aquellas tierras durante cinco años


El impacto de las Furias de Tiziano fue enorme en Flandes, pese a que solovivieron en aquellas tierras durante cinco años. Una de las secciones del recorrido propuesto por Falomir y organizado en torno a un vaciado de Laocoonte está consagrada a esa influencia en la escuela de Haarlem. Y de ahí, a Rubens (coautor en 1611 con Frans Snyders de un Prometeo encadenado prestado por el museo de Filadelfia) y hasta a Baudelaire, que quiso ver “una identificación del sufrimiento sentimental del poeta con el de los condenados en el Hades” en unos grabados de Goltzius sobre diseños de Cornelisz van Haarlem. Llegadas del Rijksmuseum, las figuras, que adoptan poses más propias de un mundial de atletismo, lucirán en el Prado hasta principios de mayo, cuando la exposición se clausure.
La parte dedicada a la producción de los “Países Bajos españoles y el naciente estado de Holanda” demuestra, según Falomir, que la temática “interesó por igual a monarquías y repúblicas, a católicos y a protestantes. Fue un asunto paneuropeo”. Esa precisión quedará sustentada después, cuando el foco geográfico regrese, gracias a Rombouts, a Italia, con Ribera, “maestro del horror” en Nápoles, lostenebrosi genoveses y el paroxismo de Salvator Rosa, cuyo Prometeo (devorado como Ticio por un ave rapaz) no desentonaría en un festival de cine gore.
Ante tal sobredosis de intestinos y otras vísceras, provenientes de la colección del romano Palazzo Corsini, el comisario no podía ayer por menos que fijar en esa obra el momento preciso del “agotamiento” de las Furias. “Realmente, el tema no se podía llevar más lejos”.

Doble ración de teoría del arte

La escuela de teoría del arte abierta el curso pasado por el Museo del Prado bajo los auspicios del escritor Félix de Azúa dobla su oferta. Si entonces los alumnos se enfrentaron con El ojo que piensa, centrado en las “transformaciones producidas en las artes visuales tras la Revolución Francesa y a lo largo de dos siglos”, ahora (desde el 6 de febrero), en el centro de estudios del Casón del Buen Retiro, también se estudiarán, bajo el título La construcción y representación del Mundo Nuevo(1850-1920), las convulsiones que trajo “la revolución burguesa”.
Renoir, Baudelaire, Manet, Benjamin o Adorno son figuras decisivas que sobrevuelan el curso, que participa de la filosofía educativa del “lifelong learning”, “tal y como se practica en los seminarios en uso en las universidades americanas y del norte de Europa”. Para ello, Azúa contará con la ayuda del catedrático Francisco Calvo Serraller, el ingeniero Javier Manterola y la profesora de Estética Francisca Pérez Carreño.
El ojo que piensa arranca mañana con un programa muy similar al del año pasado (con temas como El paisaje mental. Wordsworth, Coleridge y la aparición del paisaje inglés o Guerra y tauromaquia en Goya). En el cuerpo docente, acompañan a Azúa, entre otros, el escritor Jon Juaristi, el editor Andreu Jaume, José Luis Díez, conservador del Prado, o el catedrático de Filosofía Arturo Leyte.




Rajoy dio una entrevista a la tele. ¿Por qué?

Los políticos deben evaluar si salir en la televisión será útil a los ciudadanos y a ellos mismos

La falta de respuestas o la respuesta equivocada pueden poner al electorado en contra





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El presidente del Gobierno Mariano Rajoy y la directora de informativos de Antena 3 Gloria Lomana. / LUIS SEVILLANO


Iñaki Gabilondo, que ha entrevistado a todos los presidentes de la democracia menos a José María Aznar (porque este no quiso), explicó con una vieja ocurrencia periodística inglesa la sensación que le dejó la entrevista que el presidente Mariano Rajoy le concedió a Gloria Lomana, directora de Informativos de Antena 3, el último lunes. En dos años de mandato era la segunda vez que Rajoy acudía a un plató; la primera vez había ido a Televisión Española, hace un año justo. En esta ocasión el presidente se sometía al cuestionario que le fue desgranando Gloria Lomana.
Al final de ese encuentro, en el que Rajoy explicó que confiaba en la inocencia de la infanta Cristina, la sensación que tuvo Gabilondo fue la misma que le produjo a aquel crítico inglés determinado estreno insulso: “Fulanito de Tal estrenó anoche una obra de teatro. ¿Por qué?”.
¿Por qué se produjo esa sensación? Según Gabilondo, daba la impresión de que el presidente “no tenía ganas de decir nada”. Los periodistas se preparan mucho las entrevistas, es su oficio, “pero lo que quedó en mi ánimo”, dice Gabilondo, “es que el presidente no se la preparó. Y se la tendría que haber preparado. Si no, ¿para qué la concedió? No es la primera vez que me pasa ante una entrevista de estas características”. Lo que cree Gabilondo es que la sucesiva dilación de temas polémicos fue despachada por Rajoy con este moto(“No quiero adelantar acontecimientos”) porque usó la entrevista para enviar “un mensaje tranquilizador a la gente” con respecto a Cataluña y en relación a los mercados. “Los mensajes tranquilizadores se envían con hechos. En todo caso, para tranquilizar es mejor un valium que una entrevista. A la sexta pregunta yo le hubiera preguntado: ‘Señor Rajoy, ¿y por qué me ha concedido usted esta entrevista?”.
Desde la perspectiva de la periodista, dice Gabilondo, preguntó lo que debía, “pero si el otro no quiere decir nada, porque esa es su estrategia o porque no tiene nada que decir, es imposible insistir”.

Iñaki Gabilondo: “Si no se había preparado la cita, ¿para qué la concedió?”
Fernando Ónega, otro veterano que, además, trabajó junto a Adolfo Suárez y acaba de publicar un libro sobre esa experiencia, insiste en esa idea: “Un presidente de Gobierno acude a una entrevista porque quiere transmitir un mensaje claro. No va porque le han puesto una pistola en el pecho... ¿Qué sentido tiene que luego no diga nada? Yo diría que un presidente ha de tener en cuenta que le habla al ciudadano; ha de aportar novedades, porque si no dice algo muy concreto no interesa a la gente. Y en este caso corre un riesgo grave no diciendo nada, porque la gente está muy cabreada, quiere soluciones”. Tras una de las entrevistas al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, recuerda Ónega, “me pregunté para qué había ido si no tenía nada que decir. Pero luego caí en la cuenta de que había deslizado un aviso a ETA: estoy dispuesto a negociar. Ya era algo. En esta ocasión, Rajoy fue a enviar un mensaje a Cataluña: no habrá consulta ni independencia. Pero citó un plan que no detalló. ¿Entonces a qué venía el mensaje?”.
Manuel Campo Vidal, que ha hecho prácticamente todos los debates electorales de la democracia, cree que hay dos Rajoy y en esa entrevista hubo solo uno. “Hay un Rajoy que en el trato corto es ingenioso y ocurrente y otro que es un hombre retraído frente a un periodista, y sobre todo ante una cámara. Él debe saber que la ciudadanía merece información de primera mano de por dónde va el país. Si él, en una entrevista de tanta audiencia, no aprovecha la oportunidad y se la deja a sus intermediarios, ¿para qué va a un plató?”.
La primera entrevista a Rajoy como presidente la hizo María Casado, con periodistas de otros medios. La responsable de Los desayunos tuvo a su lado a Victoria Prego, otra veterana entrevistadora de presidentes, entre otros periodistas... “Estábamos en plena discusión sobre el rescate y esa fue la primera pregunta que le hice: ‘¿España necesita un rescate?’ Tardó siete segundos en contestar, eso me sorprendió... Luego la entrevista fue muy interesante; aún el asunto catalán no era tan consistente como ahora, lo del rescate era lo más complejo. Tuvimos una hora y me pareció que se la había preparado, sobre todo en lo económico”, dice Casado.
¿Y en esta última, cómo lo vio? “Explicó más contenido en la primera... Debe ser que está a mitad de legislatura y ahora le sale mejor decir ‘no adelantemos acontecimientos’ que cuando llevaba un año en el Gobierno...”. ¿Cómo ha de afrontar un periodista una entrevista así? “Haciendo las preguntas que están en la calle. Pero siempre he pensado que nunca conseguirás que un político con poder te dé un titular que él no quiera darte. En cuanto a la actitud del entrevistador, piensa que eres el pellejo del que te está viendo. Y uno debe dejar claro que intentas sacarle todo lo que esté en tu mano”. Esa actitud, dice Gabilondo, y dicen todos, cada uno a su manera, ha de ser “de educada transigencia”, pero, como dice Gloria Lomana, “no soy ni juez ni fiscal, yo pregunto, y repregunto”.


Julia Otero: “Un líder tiene que saber las claves del futuro”



Antes de volver a Lomana, escuchemos a Luis Arroyo, experto en comunicación que ha asesorado a Zapatero en comparecencias públicas. De la disposición a los medios de Zapatero, por ejemplo, él recuerda una anécdota: “Fuimos al espacio Tengo una pregunta para usted, en TVE. Dos horas, sesenta preguntas de ciudadanos de toda condición. No había nada en juego, no teníamos nada nuevo que contar, no había crisis, y las elecciones las ganaríamos luego sin problemas, era 2007... Pero fuimos: el resultado es conocido. El presidente respondió bien casi dos horas... Pero la gente recuerda solo los siete segundos tontos de la fallida respuesta al precio del café...”. El presidente equivocó el precio, y el ridículo resumió esas dos horas... Desde entonces, dice Arroyo, “recomiendo a todo el mundo al que invitan a un plató que se pregunte para qué antes de aceptar”.
Ya en el plató, dice, “no creo que haya obligaciones específicas de los periodistas. En todo caso, creo que la deontología de un periodista debería estar guiada por la honestidad. Igual que la de un político. Con eso avanzaríamos en calidad democrática”. ¿Y con respecto a esta última entrevista? “Él siempre ha despreciado a los medios como parte de un engranaje de espectáculo del que él reniega... Por eso la resistencia a dejarse preguntar... Cree que hace lo que debe y que lo único que importa es salir de la crisis económica. Lo demás le parecen gilipolleces. Es uno de los líderes menos valorados del mundo, pero él cree que en dos años todo eso serán minucias cuando pueda decir que ya salimos”.
Julia Otero, que ahora ejerce en Onda Cero, ha entrevistado a todos los presidentes (autonómicos incluidos, menos a Aznar cuando era presidente)... Ella cree que un líder en el ejercicio del poder “es el que recibe la última llamada” y por tanto “ha de ser capaz de saber las claves del futuro”. Así debe asumir la entrevista. Y el periodista “ha de hacer las preguntas que los ciudadanos se hacen. Con la actitud adecuada, crítica, para repreguntar y para poner en aprietos al político”.
Cuando el liderazgo es mayor, el político, según Julia Otero, “será más libre ante el micrófono, le hará menos caso a los asesores. Tendrá menos miedo a cometer un error dialéctico, a decir cosas que resulten impopulares... El líder seguro de sí mismo no rehúye las preguntas. El que se muestra inseguro daría órdenes durante las entrevistas: usará monosílabos para que vayas terminando un tema. Rajoy tiene algunos tics que indican que él quiere que pases página”. Además, indica Otero, “Rajoy ha conseguido diluirse en el Gobierno, no se impone como presidente sino que traslada sus responsabilidades como líder a los distintos ministros”.

Gloria Lomana: “El presidente debe hablar claramente pues hay millones de ciudadanos ávidos por conocer... Deberían ver una entrevista como una oportunidad”.
Ahora domina la demoscopia, advierte Otero, “el miedo a las redes sociales tensa al líder, y esto disminuye su liderazgo precisamente”. No piensa distinto Pepa Bueno, que dirigió Los desayunos, entrevistó a todo el mundo y ahora hace lo propio en Hoy por hoy de la Ser. “Un presidente ha de dar datos a la ciudadanía, explicar y argumentar, anticiparse al futuro... No se entiende un político que no cuente su trabajo... Y un periodista ha de ir cargado de datos, para salir al paso, para ser irrebatible. El presidente no es tu amigo ni tu enemigo, ante él has de mostrar una distancia profesional; no se trata de que seas incisivo para quedar bien con la profesión... A mí me sorprendió que el presidente fuera a su segunda entrevista sin estar dispuesto a explicar su acción de Gobierno. Técnicamente me pareció un error de comunicación”.
Como sus colegas, la protagonista períodística de este último caso de entrevista presidencial, Gloria Lomana, considera que la actitud de un líder ante un micrófono “es la de hablar claramente pues hay millones de ciudadanos ávidos por conocer... Deberían ver una entrevista como una oportunidad...”.
Ella cree que en el directo los políticos son en general reticentes, por eso imponen sus normas, sus espacios, sus minutados... “Los periodistas debemos reclamar que eso se acabe, porque es una falla democrática”.
En este último caso, ella tuvo la percepción de que Rajoy huía de los titulares... El presidente y los políticos en general “tienen la tendencia a evadirse, a no cuantificar, a no adelantar planes... A Zapatero me costó sudor sacarle la palabra ‘crisis’ que durante mucho tiempo no había pronunciado”. Ella hizo “las preguntas que había que hacer. 40 preguntas en 40 minutos... La repregunta es una obligación del periodista. Las hice. Ante el tema catalán se sabía de antemano que se cerraría ante preguntas comprometidas. Mi obligación era cercarle y repreguntarle, pero no te puedes encelar en un tema”.
Ella se fue con “una buena sensación desde el punto de vista televisivo”. ¿Sintió incómodo al presidente? Por ejemplo, cuando salió el asunto de la infanta Cristina. “No, hizo la declaración sobre su convicción de que la Infanta es inocente en el momento en que yo le empezaba a repreguntar”.
Lo cierto es que esa respuesta es la que ahora da la vuelta al menos a nuestro mundo. Parece obvio que no fue el presidente a la tele para decir eso. Pero sí resulta pertinente la pregunta de Gabilondo: es evidente que no les abre el apetito. Entonces, ¿por qué fue Rajoy? ¿Por qué van los presidentes a la tele?

Otras formas de enfrentarse a las cámaras

Las entrevistas a los mandatarios son diferentes en cada país. Los usos y costumbres democráticos y periodísticos han ido dibujando prácticas distintas. En Reino Unido, por ejemplo, los políticos, por supuesto, intentan a menudo eludir una respuesta directa a las preguntas más incómodas, recurriendo a generalidades o desviándose del tema en cuestión, pero ello forma parte de la liza con el entrevistador que seguirá incidiendo en el mismo asunto hasta conseguir su objetivo.
El escenario es el mismo cuando se trata de entrevistar al jefe de Gobierno, porque el público no lo entendería de otro modo. La cultura política y periodística del Reino Unido hace impensable un guion pactado de antemano que coarte al informador, que este se abstenga de formular cuestiones candentes y esenciales o que el propio primer ministro haga caso omiso de una pregunta. Durante una ya célebre entrevista emitida por la BBC en 1997, el presentador Jeremy Paxman llegó a repetir una docena de veces exactamente la misma pregunta al entonces ministro del Interior, el conservador Michael Howard, reticente a pronunciarse sobre la política de prisiones. Probablemente, un episodio similar ante las cámaras resultaría inconcebible si el interrogado fuera el inquilino de Downing Street, pero ello no significa que, ante una pregunta sin respuesta nítida, el periodista dejara de buscar nuevos ángulos para volver a ponerla sobre la mesa.
Al otro lado del Atlántico, la relación de mutuo respeto entre la prensa y los presidentes de Estados Unidos ha garantizado a lo largo de la historia que estos ofrezcan amplias y frecuentes entrevistas a los medios. Desde citas en las grandes cadenas de televisión nacionales hasta en las radios locales, los norteamericanos tienen numerosas ocasiones de escuchar a los mandatarios. Estos, además, se dirigen a la nación a través de un mensaje radiofónico una vez a la semana. Se espera que un presidente se ponga a disposición de los periodistas en ruedas de prensa que pueden tener una duración de más de una hora. La única condición que se reserva el presidente es la de establecer el orden de preguntas y se da por hecho que los periodistas preguntarán aquello que el mandatario no siempre quiere contestar. La prensa norteamericana también acostumbra a trabajar en reportajes o perfiles de los presidentes en los que pueden llegar a pasar semanas junto a los políticos accediendo incluso al interior de la Casa Blanca —Michael Lewis, de Vanity Fair, siguió a Obama durante seis meses— recabando declaraciones de sus asesores y asistentes para completar la información.
En Francia, la relación con la prensa parece cambiar en función de quién ocupe el Elíseo. Es costumbre que las entrevistas en televisión con el presidente de la República sean poco agresivas, rozando la complacencia, y tienen la función de permitir al jefe del Estado lanzar mensajes o anuncios políticos en momentos puntuales. Esto fue así a menudo durante la etapa de Nicolas Sarkozy, cuando ese modelo adquirió tintes de propaganda. Al llegar al cargo en mayo de 2012, François Hollande se comprometió a acabar con eso y, a cambio, dar cada seis meses una conferencia de prensa “en terreno neutral” y sin límite de preguntas. Su idea, dijo, era primar la transparencia, atender a todos los medios por igual, y poner un poco de orden en la comunicación presidencial. Hasta ahora, Hollande ha dado dos entrevistas a la cadena pública France 2 y cuatro ruedas de prensa-río, aunque solo una de estas se celebró fuera de palacio. La última, el 14 de enero, reunió a casi 600 periodistas, ávidos de aclaraciones sobre su romance con la actriz Julie Gayet.
Con información de Patricia Tubella (Londres), Miguel Mora (Francia) yCristina F. Pereda (Washington).




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FRANCISCO PEREGIL Buenos Aires 159
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el dispreciau dice: la humanidad transita una etapa donde los estados ausentes, a pesar de existir, están muertos... y en dicho paisaje la clase política mundial, sea quien sea, trate de quien se trate, ha perdido su capacidad de lectura de la realidad, de cualquier realidad, y peor aún, se ha dedicado a negar lo evidente, traducido  ello en señales "evidentes" que envía la sociedad, cualquier sociedad, para no ser tomada por idiota, estúpida, o equivalente... y aunque parezca raro, o aunque suene extraño, existen profundos paralelismos entre Francia y España, entre cualquiera de ellas y Brasil, entre éste y Argentina, entre Uruguay y Rusia, entre China y Ucrania, entre... donde se haga foco, las miradas producen pavura, temor, y hasta sorpresa, sea por la miseria humana exhibida, sea por lo desconcertante de lo que significa, para esta clase política, el sentido del "gobernar"... un sentido que desde hace más de veinte años implica en ir contra del sentido común, ir en contra de la lógica, e ir en contra de la mismísima realidad...

Usted sale a la calle, conversa con quien sea, y más o menos vislumbra que cada quien guarda una opinión clara de lo que sucede en el seno de cualquier gobierno... quien conduce no sabe qué conduce... los que lo acompañan son impresentables del oportunismo político, a los que les gusta salir en cualquier en foto... los funcionarios son meros lacayos que hacen el papel de bufones de cualquier rey... y el resto del estado está allí, en funciones, para cobrar y no hacer nada por nadie, porque parten de la premisa que pertenecer al estado es ser dueño del resto de los mortales... traducido... el oficialismo de cualquier lado no emboca una... y la oposición vive perdida entre falsas memorias, que son útiles a la hora de la denuncia, pero que no se traducen jamás en agregar una pizca de valor para nadie... ya que al fin y al cabo, ellos también son parte de "un más de lo mismo"... "un otra vez sopa"... que repite siempre los mismos errores, que tropieza siempre con la misma piedra, que hace un papel ridículo ante la inteligencia social, esa misma que se ve ninguneada aquí en Argentina, como allá en Francia, como en la propia Rusia que nunca dejó de sostener en alto la filosofía de los zares, o en la China, donde el comunismo ha asaltado al estado vaciándolo de contenidos ciertos y llenándolo de eufemismos...

Inmediatamente detrás, aparecen los discursos que "no dicen nada"... aún cuando los que los pronuncian crean lo contrario, los políticos pueden hablar durante varias horas sin decir absolutamente nada, algo semejante a producir un discurso mediante jeroglíficos que nadie será capaz de traducir, porque los contenidos son justamente lo opuesto, esto es que son "vacíos"... "contenidos vacíos"... que expresan la teoría del contrario... cuando dicen ir hacia la derecha lo harán hacia la izquierda... cuando dicen ir hacia la izquierda lo harán hacia la derecha... y cuando dicen que te devolverán dólares en verdad te los quitarán... y cuando dicen que salvarán las almas de los desahucios, seguramente les quitarán sus techos... y cuando dicen que la ocupación laboral crece, es porque la calle envía evidencias que dice que cada vez son más los parados... y cuando dicen que los hospitales funcionan, es porque ellos se atienden en la privada y están a salvo de cualquier calamidad administrativa y gerencial encaramada en la máquina de impedir... impedir que atiendan... impedir las cirugías... impedir resolver algo... pero no es lo único, porque Usted podría sentirse identificado con lo antedicho, estando en la Argentina, estando en Francia, estando en Rusia, estando en España, estando en China, India o donde se le antoje, ya que todo da igual y produce la misma sensación de "estrago" eterno... aquí, a un oportunista político de los que nunca faltan, se le ocurre dejar a los chicos sin banco y sin aula, y está todo bien... y algunos hasta aplauden el despojo... porque a ese mismo personaje, se le ocurre decir que la privada es mejor, cuando la gran mayoría apenas si sobrevive... y una vez más, el golpe lo siente el que está más cerca, pero la historia se repite en cualquier lado del planeta al que Usted asista...

La clase política actual está empecinada en no querer ver y no querer oír, para inmediatamente hacerle creer a los mortales que todo lo que perciben como señales de la realidad, no son más que espejismos... y que la única realidad cierta es la que ellos (los políticos) perciben... de allí todo sus desaciertos, sus erratismos, sus pifiadas, sus... que siempre terminan afectando a las gentes y sus sensibilidades, a esas mismas que luego se les pedirán votos a cambio de nada, a lo sumo de algún favor menor, o de un choripán de cancha...

La imagen de la clase política anda por el subsuelo de un mundo que se ha quedado sin subsuelo, por ende está en un abismo del hiperespacio... pero esto no es una cuestión de imágenes sino de realidades que afectan a las personas y a sus dignidades, que restan derechos humanos y ciudadanos, que quitan bienestares que eran derechos adquiridos, y donde explican lo inexplicable justificando lo injustificable, y encima creyéndose las mentiras que recitan en sus exposiciones dibujadas como discursos... y allí te das cuenta que la clase política está tan mal rumbeada como aquella otra que es su "jefe", esto es el "dueño" de las corporaciones, sedes impersonales de la tragedia humana que han colocado el sello nazi en la frente de cada quien, algo semejante a un código de barras que mide la trazabilidad de los que serán excluidos y despojados en la próxima tanda... para inmediatamente escuchar encendidas defensas de derechos que no existen y de realidades que atropellan a cualquiera...

La paradoja sucede, pero en el ámbito humano no es buena...

La contradicción sucede, pero en el ámbito humano no es buena...

Al igual que en la Roma imperial, o en la Grecia imperial, o en cualquiera de los imperios que enseña la historia, el poder anda perdido y oxidado... sustentándose en falsas ideologías que no conducen a ninguna parte... ya que así como la derecha de estas horas se representa en una especie de Ku Klux Klan corporativo de segunda calidad, fabricado en China, en India o en Malasia, o lo que es lo mismo, en un Vaticano sin Dios alguno... del mismo modo, la izquierda de estas horas se representa en cuatro jinetes del apocalipsis arrasando con todo en la Tierra, aseverando que se promueven las igualdades deformadas, o lo que es lo mismo, igualdades para pocos y desigualdades para muchos...

El sistema que sustenta este mundo incoherente ha fenecido... las gentes excluidas son tantas, de tal magnitud, que el sistema se ha "suicidado"...

Suelo decir que los estados ausentes han engendrado un estado permanente de terrorismo de estado... que impone miedo y resta dignidades a las personas... y no me equivoco... por el contrario, el imperio insiste en decir que combate al narcotráfico que apaña y protege... por el contrario, el imperio insiste en asegurar que combate la prostitución y las redes de trata y secuestros, que se ven apañadas y protegidas... por el contrario, el imperio recita que el sueño americano está intacto cuando en verdad está derruido y transformado en pesadilla... por el contrario, el imperio habla de ecologías y recursos mientras habilita a que les roben los derechos a las víctimas, dándole la derecha a los victimarios... como sea, entonces, el imperio es terrorista... es mucho más terrorista hoy de lo que lo fue el nazismo en su momento histórico... es mucho más terrorista que los terrorismos que dice combatir... porque en verdad, defiende negocios que son en esencia indefendibles, porque el mercado no puede centrarse en la permanente degradación humana.... 

A decir verdad, el mundo de hoy se parece a un gigantesco y globalizado Prometeo… encadenado a su propia tragedia, a su propia miseria, siempre, porque alguien se regocija de su eterno padecer, de su sufrimiento continuo… un alguien que tiene nombre y apellido y que es perfectamente identificable… un alguien convertido en victimario supremo de cualquier prójimo que caiga en su mira telescópica…

No es bueno insistir en el ridículo… porque la sociedad humana no perdona… porque su inteligencia es tan suprema como su consciencia, y aún cuando se equivoque o pueda hacerlo, suele no errarle demasiado ya que no es prudente decirle al hambriento, que su hambre es una sensación… como tampoco es bueno decirle al pobre, que lo suyo es una “igualdad” social… no, cuando el que lo dice, anda por la vida viviendo a costillas de corrupciones ciertas, y de atropellos genuinos a la dignidad humana de los otros…

Por eso… por esas contradicciones… y esas mismas paradojas… caen los imperios… por la inconsistencia de los que se erigen como dueños del poder… cuando no son más que humildes mortales que no aprendieron a respetar a sus prójimos, y que encima se dan el lujo de insultarlos.

ENERO 26, 2014.-




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