sábado, 31 de enero de 2015

TRAS LAS HUELLAS DE "LOS MARGINADOS" ► EN ALGUNA CUMBRE MORA EL ESPÍRITU DE "EL DISPRECIAU"


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el dispreciau dice ►
me mueve el espíritu de la PAZ para todos los seres humanos...
para que todos y cada uno de los nacidos de madre,
puedan vivir una vida digna,
donde se respeten sus derechos humanos,
donde se respeten sus derechos ciudadanos,
donde se respete su cultura y sus creencias,
donde por el sólo hecho de nacer,
tengan derecho a educación y formación públicas,
tengan derecho a una salud pública digna,
tengan derecho a un techo/hogar dignos,
tengan derecho a expresar sus dones y sus talentos,
agregando valor social a sus hechos.
ENERO 31, 2015.-

me mueve el anhelo de hacer el bien,
por siempre,
a cambio de nada.

MSF ► Refugiados sirios en el Líbano: "Esta crisis no puede ser olvidada"

MSF



Cuando curas el olvido, curas a miles. Acuérdate de donar.





29|ENE|2015 
Refugiados sirios en el Líbano: "Esta crisis no puede ser olvidada"


+ ZOOM
 © Ghazal Sotoudeh/MSF
Un periodo brutal del invierno acaba de pasar, pero los refugiados sirios que viven en el Valle de Bekaa en el Líbano, siguen luchando en medio de deplorables condiciones de vida, que han padecido desde hace años. 

En este punto la estación del año es casi irrelevante. Si es invierno, tienen que lidiar con noches frías y fuertes nevadas que a menudo colapsan sus endebles carpas. En verano, están expuestos al calor extremo y árido. Las lluvias, que pueden caer en cualquier momento del año traen inundaciones y barro. Y sin importar el mes, tienen poco acceso al tipo de atención sanitaria que muchos de ellos necesitan con urgencia.

El personal de las cuatro clínicas que Médicos Sin Fronteras (MSF) gestiona en el Valle de Bekaa ve incrementarse el número de pacientes cuando las condiciones del clima son particularmente duras, y sus dolencias son un reflejo de la situación a la que los ha llevado el estado de guerra que se vive en su país. 

Lamentablemente, las circunstancias son tan graves como se podía predecir. "Han pasado casi cuatro años desde el inicio del conflicto en Siria", dice Thierry Coppens, Coordinador General de MSF en el Líbano "Las familias están viviendo en condiciones deplorables en asentamientos informales de tiendas de campaña, que se han extendido por todo el país." Asentamientos rápidamente establecidos en lotes baldíos, edificios abandonados, garajes y cobertizos en las tierras agrícolas. "El apoyo y la asistencia a esta población vulnerable debe ser constante", añade Coppens. “Esta crisis no puede ser olvidada".

Particular preocupación genera la falta de acceso a la atención médica de alta calidad. Las necesidades son evidentes. En diciembre de 2014, los equipos de MSF en el Valle de Bekaa proporcionaron cerca de 5,000 consultas; el recuento de enero superará fácilmente ese número. "Las infecciones respiratorias están en aumento entre los refugiados sirios en este momento," dice el Dr. Bilal Kassem, un médico de MSF en Baalbek. "Es una consecuencia directa de los rigores del invierno junto con las condiciones de vida extremadamente pobres. Las personas que viven en estos lugares sufren de un muy limitado acceso al agua y a la higiene, por lo que los riesgos de enfermedades transmisibles son muy altos también. Y eso por no mencionar la lucha que enfrentan para encontrar comida, que también conduce a complicaciones de salud”.
El personal MSF no sólo recibe pacientes en sus clínicas, sino que también visita los asentamientos para encontrar personas que necesiten ayuda. Una trabajadora social de MSF, Khaled Osman, fue recientemente a Khoder Hawash, donde ocho familias sirias viven hacinadas en uno de los asentamientos más pequeños y aislados de Bekaa.

"¿Has visto cómo nevó la semana pasada?", pregunta una niña de 8 años de edad, de nombre Asma. "Ahora la nieve se está derritiendo y estamos viviendo en medio del lodo. Tengo frío”.
Compartía una manta con su prima Sara, ambas se sentaban lo más cerca que podían de una estufa que las mantendría calientes por no más de una hora. "Lo peor es la noche", continuó Asma. "A veces no siento mis pies y me da miedo. Las mantas están húmedas y no tenemos madera para encender un fuego".
Tanto Sara como Asma, que luchaban con problemas respiratorios y fiebres recurrentes, fueron tratadas en la clínica de MSF en Baalbek. A pesar de que las temperaturas se han elevado en el valle, van a continuar siendo vulnerables a las enfermedades que tantos refugiados contraen con regularidad y a la amenaza de quemaduras que suelen ocurrir por tener estufas en esos estrechos espacios.

"Me pregunto cómo soportan este nivel de miseria", dijo Khaled después. Su trabajo implica visitar continuamente a las familias más vulnerables para elaborar informes sobre las necesidades y referir a los pacientes a las clínicas de MSF. "La gente hierve la nieve para tener agua potable y utilizan cartones o plásticos para calentarse. La mayoría de ellos tiene una estufa, pero no de madera o de un combustible adecuado. Se están congelando en el interior de sus tiendas y apenas tienen suficientes mantas para toda la familia. Estas situaciones son insoportables y los más vulnerables son los niños y los ancianos, que vemos en altos números en nuestras instalaciones".

Más al norte, esta semana, los equipos de MSF también han distribuido enseres básicos para el invierno que los refugiados sirios necesitan con urgencia, en el distrito de Akkar. Se trata de una zona donde pocos grupos de ayuda tienen actividades y donde el miedo a ser deportados de vuelta a Siria está muy extendido. Las distribuciones se centraron en las aldeas de las montañas, donde las temperaturas invernales han sido terriblemente frías. Alrededor de 900 familias –unas 4,700 personas, han recibido estufas, combustible y mantas.


En el Líbano, MSF presta asistencia a refugiados tanto palestinos como sirios, así como a comunidades vulnerables locales, incluyendo a los retornados libaneses de Siria ofreciendo atención primaria en salud, tratamiento para enfermedades agudas y crónicas, inmunización, atención de la salud reproductiva y atención en salud mental, así como distribución de artículos de ayuda. En 2014, los equipos de MSF realizaron más de 260,000 consultas de atención primaria a pacientes libaneses, sirios y palestinos en el Líbano.

EL COMIENZO DEL FIN DE LA DESUNIÓN EUROPEA ▼ RUSIA COMO LA GRAN GANADORA ▼ Grecia rechaza cooperar con la troika y pedir una prórroga del rescate | Internacional | EL PAÍS

Grecia rechaza cooperar con la troika y pedir una prórroga del rescate | Internacional | EL PAÍS



Grecia rechaza cooperar con la troika y pedir una prórroga del rescate

El Gobierno de Tsipras y el presidente del Eurogrupo chocan en su primera reunión



Varufakis con Dijsselbloem en Atenas este viernes. / REUTERS-LIVE! / EFE




Era una reunión informativa, no ejecutiva, pero se convirtió en un choque de trenes. La visita del presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, a Atenas para conocer la agenda económica delnuevo Gobierno griego —basada en dos puntos fundamentales, el abandono del rescate y la reestructuración de la deuda— concluyó en medio de una tensión eléctrica, con caras de circunstancias y un esquinado apretón de manos con su interlocutor, el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varufakis, que quedó congelado ante las cámaras como imagen del desacuerdo. Al acabar la comparecencia, el holandés susurró algo al oído del griego, que respondió “guau”. Según los medios locales, Dijsselbloem dijo: “Acabas de matar a la troika”.
Dijsselbloem: “Los problemas griegos no desaparecieron con las elecciones”
“Grecia no reconoce a la troika ni el acuerdo de rescate”, dijo Varufakis. “Los problemas de la economía griega no desaparecieron con las elecciones; Atenas debe seguir la vía de las reformas”, replicó el presidente del Eurogrupo y titular de Finanzas holandés. De no haber sido porque la comparecencia de ambos, en la sede del Ministerio de Finanzas, se produjo después del cierre de la Bolsa de Atenas, la sesión no habría terminado sólo con una leve caída del 1,59%, desde un alza inicial del 3% al inicio de la jornada, sino con un solemne batacazo.
Al rechazar el quinto y último tramo pendiente del rescate (7.000 millones de euros, antes del 28 de febrero, cuando concluye la prórroga de dos meses aprobada por el Eurogrupo en diciembre), Varufakis demostró que no va a ser un negociador fácil, tenga quien tenga delante en el futuro. “No estamos dispuestos a trabajar con una delegación tripartita antieuropea que no tiene razón de ser, incluso desde la perspectiva del Parlamento Europeo”, dijo, aunque se mostró abierto a dialogar “con las instituciones internacionales”, esto es, con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional como socios. Las tres entidades conforman la troika de prestamistas que desde 2010 supervisan la marcha de la economía griega a cambio de dos rescates de 240.000 millones de euros.
“El Gobierno griego fue elegido [el pasado domingo en las urnas] con un programa que rechaza el actual programa de rescate y el pago de la deuda actual”, que asciende al 175% del PIB; “el Estado tiene viabilidad, pero lo que no tiene viabilidad es una deuda imposible de pagar”, añadió. El titular de Finanzas, no obstante, subrayó la intención delEjecutivo de Alexis Tsipras de cooperar plenamente con sus socios europeos. Varufakis inicia este domingo una ronda de contactos que le llevará a Londres, París y Roma. “Intentaremos convencer a todos los socios, a Alemania, a Finlandia, para hallar una solución que beneficie al interés común europeo”, anunció a mitad de comparecencia, cuando la sintonía, aun fría y protocolaria, incluso parecía posible.
“Como socios de la Unión Europea, existe el compromiso de alcanzar una posición común”, recordó Dijsselbloem, pero descartó por completo la propuesta griega de celebrar una conferencia internacional sobre la deuda, similar a la celebrada en Londres en 1953 y que perdonó a Alemania la mitad de su pasivo. “Esa conferencia ya existe, y se llama Eurogrupo”, dijo, mientras la tensión en la sala se disparaba. “El Eurogrupo está decidido a apoyar a Grecia a condición de que Grecia cumpla sus compromisos”, añadió, sin adelantar cuáles serán los próximos pasos de la troika en vista de la postura de Atenas (conocida de antemano por figurar en el programa electoral de Syriza, pero verbalizada este viernes por Varufakis). “No hay ninguna conclusión al respecto”, aseguró.
Varufakis sí se dice abierto a dialogar “con las instituciones internacionales”
El ministro holandés de Finanzas manifestó su temor a que “el presupuesto griego descarrile en breve” si el Ejecutivo de Alexis Tsipras saca adelante sus promesas electorales, e instó a Atenas a proseguir la vía de las reformas.
El portazo a la troika por parte de Atenas no implica el abandono de las reformas. Al revés, Varufakis manifestó que su Gobierno “mantiene la firme decisión de aplicar profundas reformas” para impulsar la competitividad del país y lograr “con garantías para el pueblo y para nuestros socios un superávit primario duradero y sostenible”. El Ejecutivo de Tsipras pretende rebajar este objetivo del 4,5% establecido por la troika (“objetivos irreales”, según el Ejecutivo) hasta el 1%-1,5%.
Durante su visita relámpago a Atenas, el presidente del Eurogrupo se entrevistó también con el primer ministro Tsipras, aunque sin comparecencia ante la prensa, y con la plana mayor del Gobierno, es decir, el viceprimer ministro Yanis Dragasakis —número dos del Ejecutivo y coordinador de la política económica—, y el titular de Economía, Yorgos Stathakis, quienes, con Varufakis, conforman el núcleo duro del nuevo Gobierno. En declaraciones a la revista alemana Der Spiegel, Stathakis reiteró que la intención de Grecia es seguir en el euro y negociar la deuda “con los Gobiernos europeos”, que poseen la mayor parte de la misma.

MÁS INFORMACIÓN


Grecia rechaza cooperar con la troika y pedir una prórroga del rescate

MARÍA ANTONIA SÁNCHEZ-VALLEJO ATENAS (ENVIADA ESPECIAL) 3588
El Gobierno de Tsipras y el presidente del Eurogrupo chocan en su primera reunión. “La deuda es inviable”, insiste Atenas. "Los problemas no desaparecieron con las elecciones", dice Dijsselbloem

España y Portugal exigen que Atenas cumpla sus compromisos

El alemán Schäuble avisa de que Berlín es “difícil de chantajear”
El edificio conocido como el “rascacielos” en El Pireo. / Y. KARAHALIS (REUTERS)

La torre fantasma (o la desaparición del Estado griego)

ANDRÉS MOURENZA El Pireo 10
Un edificio público abandonado hace 40 años acoge un albergue para vecinos pobres gestionado ahora por un particular
COLUMNA

Los chicos malos de Atenas

La Syriza de Alexis Tsipras confirma con su entrada en escena que la renegociación de la deuda griega ya no es un tabú

EL IMPERIO MEDIEVAL DE BRUSELAS SE CHOCA CONTRA EL PRIMERO DE SUS FANTASMAS ▼ Los chicos malos de Atenas | Internacional | EL PAÍS

Los chicos malos de Atenas | Internacional | EL PAÍS



COLUMNA

Los chicos malos de Atenas

La Syriza de Alexis Tsipras confirma con su entrada en escena que la renegociación de la deuda griega ya no es un tabú



Las ondas de la piedra lanzada por Syriza sobre el lago europeo se expanden hasta los confines de la UE en un extraordinario rebote. La llegada al poder, por primera vez en la Europa comunitaria, de una fuerza de la izquierda no convencional, rompiendo el condominio ejercido durante más de medio siglo por el centro-derecha y el centro-izquierda, inquieta y complica la crisis europea. Hasta ahora imperaba un pensamiento único: solo saldremos del pozo con un empobrecimiento generalizado producido por un ajuste fiscal de caballo. La medicina no ha tenido el resultado prometido y Europa convive con el fantasma de la japonización, una década económica perdida.
Desde Atenas, los nuevos actores, presas de una desesperación comprensible por el derrumbe del país, producto del engaño, la corrupción y el mal gobierno de los griegos, imaginan una alternativa. Abren una ventana de esperanza a una ciudadanía castigada en exceso, que se siente destapada del Estado de bienestar social que fue antaño el mayor logro de la integración europea. El consenso norteño, impuesto por la canciller Merkel, ha chocado con un iceberg nacido en aguas calientes. Los chicos malos de Grecia, la Syriza de Alexis Tsipras, confirman con su entrada en escena que la renegociación de la deuda griega, el 177% del PIB del país, incluso la quita de una parte de ella, ya no es un tabú.
No nos equivoquemos mirando únicamente a la punta del dedo, Grecia, que nos señala la luna, el verdadero problema. La falta de crecimiento en Europa, el lento declive europeo. Que no cunda el pánico aunque haya ocurrido algo revolucionario: Tsipras ha cumplido las promesas electorales. Primeras curas para taponar la hemorragia social: subida del salario mínimo, eliminar el copago sanitario, restaurar el acceso universal al sistema público de salud, del que están excluidos en condiciones normales tres millones de griegos. Bruselas, donde no gustan las caras nuevas, como ha admitido el presidente de la Comisión Europea, Juncker, negociará con dureza buscando un compromiso que pasa por hacer respetar las reglas del club del euro: las deudas se pagan, con alivio de plazos, carencias, relajamiento de intereses, o fórmulas más o menos imaginativas. Tsipras no actuará unilateralmente y cree que existe un espacio, estrecho, entre la confrontación y la sumisión. Syriza no repudia el orden existente europeo, la suya no es una enmienda a la totalidad.
¿Cuál es el dilema de los radicales de Atenas? Nos lo cuenta una figura clave de Syriza, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, que llevará las negociaciones con Bruselas. En un texto tituladoConfesiones de un marxista errático en medio de una crisis europea repugnante, Varoufakis se pregunta si debemos usar esta oportunidad, que se da una vez cada siglo, para impulsar el desmantelamiento de la UE, por su entusiasta abrazo de las políticas neoliberales, o aceptar que la izquierda no está preparada para el cambio radical. Su conclusión es que los radicales, incluso con los derechistas, deben trabajar para minimizar el sufrimiento humano, reforzar las instituciones europeas y ganar tiempo y espacio para desarrollar una auténtica alternativa humanista. Una misión contradictoria como él mismo reconoce. El cielo puede esperar.
fgbasterra@gmail.com

el dispreciau dice: la única solución que tiene GRECIA en sus manos es decir todo que NO... ya que el euro es deuda pero no crecimiento... ya que el euro es desempleo pero no integración... ya que el euro es hipoteca y desolación... pertenecer a una falsa sociedad para cargar con culpas inexistentes y deudas que no existen, no agrega valor, antes bien resta y retrograda los fundamentos sociales de los griegos, que en esta película son lo único que importa... a estas alturas de los hechos, ya no importan ni Bruselas ni sus bancos ni sus deudas... llegó la hora de las gentes al precio que sea. ENERO 31, 2015.-

LO QUE LA DESUNIÓN EUROPEA HIZO DE GRECIA ▼ ESTA VEZ ATENAS NO CAERÁ ▼ Grecia: La torre fantasma (o la desaparición del Estado griego) | Internacional | EL PAÍS

Grecia: La torre fantasma (o la desaparición del Estado griego) | Internacional | EL PAÍS



La torre fantasma (o la desaparición del Estado griego)

Un edificio público abandonado acoge un albergue gestionado por un particular





El edificio conocido como el “rascacielos” en El Pireo. / Y. KARAHALIS (REUTERS)


El edificio, al que los vecinos conocen como “el rascacielos” por ser el segundo más alto de Grecia (84 metros), se alza monstruoso sobre los vendedores ambulantes, los puestos de fruta y las restantes construcciones del Pireo, absurdamente plantado en medio del guirigay de callejuelas que van a dar al puerto. Monstruoso y vacío. Por eso, algunos lo llaman “la torre fantasma”.
La asistencia oficial ya ha sido casi sustituida por la caridad
Su construcción comenzó en 1972, en plena dictadura pero la caída de los coroneles griegos dejó el edificio incompleto. En la década de 1980, las nuevas autoridades socialistas retomaron el proyecto que, al poco, volvieron a abandonar. Desde entonces, el Ayuntamiento del Pireo —que posee su titularidad, junto al Ministerio de Finanzas— ha convocado varios concursos internacionales para renovar el edificio, obteniendo fórmulas innovadoras y hasta osadas, como una que proponía convertir sus paredes en una cascada de agua marina. Sin embargo, aunque varios equipos de arquitectos se repartieron los premios de estos concursos, ningún proyecto se llevó a cabo por falta de presupuesto. Incluso su derribo resulta un gasto excesivo para las devastadas arcas municipales. Hoy, las planchas de vidrio se desprenden de la fachada, dejando al descubierto cicatrices de hormigón, y sólo las dos primeras plantas son utilizadas por algunos negocios.
En uno de los bajos se abre una puerta. Allá, en semipenumbra, decenas de personas se agolpan en una fila que se pierde escaleras arriba. Se reparten tyropitas (empanadas de queso) congeladas. “Pero sólo para aquellos que aún tienen electricidad en sus casas”, puntualiza el encargado, Ioannis Maronitis.


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Interior de "la torre fantasma". / A. M.


Este hombre, que preside un Club de Amigos de la Unesco, decidió el año pasado convertir sus actividades culturales en ayuda social. “Algo había que hacer para ayudar a los ciudadanos”, explica Maronitis. “Al principio repartíamos comida pero no nos parecía bien hacerlo como otras organizaciones que llegan con sus camiones a las plazas y sueltan todo lo que llevan”. Así pues, convirtió un local del abandonado edificio en una casa de acogida. Gracias a una subvención de la Unión Europea contrató a varias trabajadoras sociales y, con buena voluntad, convenció a diversas empresas para que donaran sus productos. Ahora cocinan para 150 personas cada día y reparten comida a otros tantos hogares. Además, ha llenado de literas una sala, en la que duermen 50 personas más.
“Vine aquí cuando ya no pude pagar el alquiler”, relata una desempleada
La crisis en Grecia ha golpeado duramente a la clase media. Los helenos han perdido casi el 40% de su poder adquisitivo, una de cada cuatro pymes ha tenido que echar el cierre, y asalariados y autónomos han tenido que hacer frente a un aumento sin precedentes de tasas e impuestos. Así, muchos no han podido resistir. “La gente que atendemos son personas como tú y como yo. Gente con ordenador portátil y smartphone”, subraya Maronitis antes de relatar la historia de un pequeño comerciante que, siendo donante de su proyecto, terminó ahogado por las deudas al fisco y la pérdida de clientes. Ahora tiene que acudir al comedor social cada día.
“Lo primero que siente esta gente es vergüenza. Muchos no saben a quién pedir ayuda, porque es una situación nueva para ellos”, agrega el presidente del Club de Amigos de la Unesco. Es el caso de Panayota, una mujer de 45 años, decoradora y ahora desempleada: “Cuando ya no pude pagar el alquiler vine aquí, porque me daba mucho miedo quedarme en la calle y que alguien me reconociera”.
Maronitis abre una puerta trasera, que da paso a la zona abandonada del edificio. Los escombros están siendo retirados, los suelos embaldosados y se están construyendo baños. Con ayuda de obreros voluntarios, se está escarbando en décadas de abandono y negligencia. ¿Cuenta con permiso? Maronitis se encoge de hombros: “No. ¿Pero qué voy a hacer?”. Tras el fin de la moratoria sobre los desahucios —una de las exigencias de la troika— “la situación está deteriorándose muy rápidamente”, sostiene: “El otro día nos llegó una mujer embarazada pidiendo techo, pero tenemos una lista de espera de 150 personas. Tuvimos que hacerle una cama con mantas y durmió tras una puerta”.
En los últimos años, el Estado ha desaparecido para amplios sectores de la población. La prueba son los tres millones de griegos que han perdido el derecho a la asistencia sanitaria o los cientos de miles que dependen de la caridad, de iniciativas sociales o de la ayuda vecinal para comer. Panayota no cree que la situación vaya a mejorar con el vuelco electoral. “No creo en ningún político, para mí son todos unos ladrones. Sólo creo en Dios y en él”, dice señalando a Maronitis. “Para mí, él es el único Gobierno”.



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viernes, 30 de enero de 2015

DESPUÉS NO DIGAS QUE NO TE AVISÉ ▼ El eje de la soberanía | Internacional | EL PAÍS

El eje de la soberanía | Internacional | EL PAÍS



OPINIÓN

El eje de la soberanía

Europa se está reconfigurando en torno a un resurgir de los nacionalismos

Grecia es sólo un aviso



¿Qué hace Marine Le Pen, la líder del derechista, xenófobo y eurófobo Frente Nacional francés, felicitando por su victoria a Alexis Tsipras, el líder del primer partido de izquierda radical que consigue llegar al Gobierno en la Europa comunitaria? La respuesta no está en París, sino en Atenas, donde la primera decisión de Tsipras tras ganar las elecciones ha sido buscar los votos de la derecha nacionalista griega. Tsipras podría haber buscado los votos de alguna de las otras fuerzas regeneradoras de la política griega, como los centristas liberales de To Potami, pero ha preferido pactar con los Griegos Independientes, un grupo escindido de Nueva Democracia, el partido de centroderecha desde el que Samarás ha gobernando Grecia en los últimos años, que también articula sus demandas a la UE bajo la etiqueta de la recuperación de la soberanía.
Una de las primeras decisiones de Tsipras, tras reunirse con el embajador ruso en Grecia, que le ha trasladado una carta de felicitación de Putin, ha sido posicionarse en contra de la adopción de nuevas sanciones a Rusia por parte de la UE. Aquí tampoco estamos ante ninguna sorpresa: Syriza, al igual que Podemos y el resto de los partidos de la izquierda europea, vienen sistemáticamente votando a favor de Rusia y en contra de Ucrania desde que en mayo del año pasado llegaran al Parlamento Europeo. Sea por prejuicios ideológicos, ignorancia o por puro cinismo ideológico, Alexis Tsipras, Pablo Iglesias y compañía parecen estar convencidos de que Vladímir Putin, un nacionalista que gobierna con una de las oligarquías más corruptas del planeta, preside un país con desigualdades sociales sangrantes, se apoya en la iglesia ortodoxa y persigue a periodistas, homosexuales y feministas, es de izquierdas.
¿Incomprensible? No. Europa se está reconfigurando políticamente, pero no a lo largo de un eje izquierda-derecha, tampoco separándose entre Norte y Sur; ni siquiera, como a veces hemos imaginado, en torno a círculos concéntricos, con un euronúcleo fuertemente integrado y una periferia con distintos grados de afinidad. Europa se está reconfigurando en torno a un eje soberanista-populista, o lo que es lo mismo, en torno a un resurgir de los nacionalismos (de nuevo cuño, y seguramente compatibles con la democracia, pero al fin y al cabo nacionalismos).
Grecia es sólo un aviso de un fenómeno que no tiene que ver estrictamente con el euro ni con la troika, y que es profundamente europeo. En Reino Unido, donde en mayo habrá unas elecciones que pondrán a prueba el techo de los eurófobos de Nigel Farage, pero también en Suecia, donde no circula ni el euro ni la troika, el auge de estos movimientos y partidos es igual de preocupante que en el corazón del euro. Dentro de la UE, sea en Francia, Alemania, Italia, y ahora también en España, surgen partidos cuyo relato es el mismo: la UE ha ido demasiado lejos, secuestrando la democracia, dicen tanto Marine Le Pen como Tsipras, Nigel Farage o Pablo Iglesias. Es hora de dar la voz al pueblo y recuperar la soberanía, concluyen. ¿Europa es el problema, la nación es la solución? Que no cuenten conmigo.
Sígueme en @jitorreblanca y en el blog Café Steiner en elpais.com