sábado, 20 de junio de 2015

RENCORES NO RESUELTOS Y ODIOS PENDIENTES ▼ Ira por una bandera confederada tras la matanza de Charleston | Internacional | EL PAÍS

Ira por una bandera confederada tras la matanza de Charleston | Internacional | EL PAÍS



Ira por una bandera confederada tras la matanza de Charleston

La controvertida bandera continúa izada en la capital de Carolina del Sur donde el resto de banderas ondea a media asta. Obama dice que la bandera debería estar en un museo









La bandera confederada frente al Capitolio de Columbia, Carolina del Sur / MLADEN ANTONOV (AFP)


Las redes sociales en Estados Unidos se llenaron el viernes con una demanda tan corta como precisa: “bajad esa bandera”. “Esa bandera” es la confederada, el controvertido símbolo de los Estados secesionistas del sur. Dos días después del asesinato racista de nueve feligreses negros en una iglesia de Charleston, en Carolina del Sur, a manos de un joven blanco, “esa bandera” seguía izada orgullosa frente al Capitolio en la capital de ese Estado, Columbia. Un fuerte contraste con las banderas federal y estatal erigidas sobre la cúpula del parlamento local, que ondeaban a media asta. Y con cada golpe de viento que la agitaba, aumentaba la discusión sobre si la confederada debía ser retirada o no, uniéndose esta controversia alreavivado debate sobre el racismo en EE UU o el uso de armas.
En el trasfondo está el significado mismo de esta bandera, un debate que lleva dividiendo al país desde el fin de su guerra civil (1861-65). Para sus defensores, se trata de un tributo a los que lucharon en esa contienda y un emblema de la libertad de expresión. Sus detractores la consideran un símbolo de la esclavitud, la segregación racial y el odio de esos supremacistas blancos con los que se identificaba abiertamente el asesino de Charleston, Dylann Roof.
Las autoridades estatales se han mostrado esquivas a la hora de atender los reclamos de arriar la polémica bandera. “Sería como abrir la caja de Pandora”, dijo el congresista republicano Mark Sanford. También la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, lo calificó como un “tema sensible”.
De sensible nada, respondió desde las páginas de The Atlantic el autor afroamericano Ta-Neshi Coates. “El crimen de Roof no puede ser separado de la ideología de la supremacía blanca ni de su potente símbolo, la bandera confederada”, afirmó. Un llamamiento al que se unió el viernes Cornell Brooks, el presidente de la NAACP, la organización afroamericana más influyente del país. “La bandera confederada no puede ondear en la capital del Estado”, zanjó.
También el presidente de EE UU, Barack Obama, tiene claro qué se debe hacer. Tal como ya ha dicho en el pasado, opina que "la bandera confederada debería estar en un museo, y esa sigue siendo su postura", dijo el viceportavoz de la Casa Blanca, Eric Schulz.
La polémica sobre la bandera en Carolina del Sur ha coincidido con una decisión de la Corte Suprema que, el jueves, avaló la decisión del también Estado sureño de Texas de prohibir en 2011 el uso de esa misma bandera confederada en las matrículas personalizadas de los vehículos.
El caso había llegado hasta el máximo tribunal de EE UU después de que la organización Hijos de los Veteranos Confederados (SCV, por sus siglas en inglés) interpusiera una demanda contra el Estado de Texas por esta decisión, que consideró atentaba contra su libertad de expresión.
El Departamento de Vehículos Motorizados de Texas había decidido prohibir el uso de la bandera confederada al considerar que su uso podía ser “ofensivo” para parte de la población.
“Una parte importante de la opinión pública asocia la bandera de la Confederación con organizaciones que expresan odio hacia personas o colectivos”, argumentó en su momento la institución, a la que la Corte Suprema le ha dado ahora la razón.
En una de las fotografías de Dylann Roof que han circulado desde que fuera identificado como el autor de la masacre de la iglesia Emanuel de Charleston, el joven posa sentado en el capó de un coche con la matrícula adornada con “esa bandera”.

el dispreciau dice: ¿cómo decir que no es bueno?... ¿cómo justificar la asignatura pendiente de los odios remanentes?... ¿cómo justificar lo injustificable?... ¿cómo explicar lo inexplicable?... Siempre, en todas partes, hay una porción de la sociedad que queda detenida en el tiempo, que no logra resolver sus ideas desintegradoras, que no consigue comprender que el tiempo se lleva por delante a algunas miserias humanas, dejando otras pendientes de debate, de discusión, de resolución, y hasta de discernimiento y explicación...
este mundo globalizado está promoviendo que afloren los "odios", el lado más oscuro de personas que están peleadas con sus propias vidas, los bajos instintos de gentes frustradas que están agobiadas por sus ignorancias, sus incapacidades, y sus fundamentalismos a ultranza... podría decirse que Estados Unidos de Norteamérica es una sociedad enferma, pero la realidad de las rutinas demuestra exactamente lo contrario, los desquiciados sociales son pocos respecto de los sentimientos de los muchos, pero lamentablemente, las víctimas afloran una y otra vez de la mano de intolerantes que desprecian a sus prójimos, a partir de sus propias demencias irresueltas... y los ejemplos se vienen reiterando por todo el orbe humano, sin solución de continuidad, sea a manos de dictadores funcionales a la irracionalidad del imperio nazi-sionista con eje Bruselas-Tel Aviv, sea con la renovada forma nazi del yihadismo europeo, disfrazado de musulmán e instalado en el oriente medio, sea mediante la estrategia narco-tumbera de los maras, avanzando desde México y Centro América hacia el mundo de los asesinos protegidos por los estados ausentes, sea mediante las redes de trata y esclavitud, que se desarrollan al amparo de una rara justicia que favorece a los victimarios para inmediatamente condenar a las víctimas...
la clase política actual es incapaz de hacer algo por los derechos humanos y ciudadanos de las víctimas legítimas, genuinas, y mucho más incapaz de hacer algo por las sociedades cada vez más indefensas, siempre aduciendo razones irrazonables que le dan la derecha a una justicia que procede antojadizamente a ojos descubiertos y a la balanza desequilibrada a favor de los victimarios...
Los reinos se acostumbraron a dividir... y los resultados están a la vista... Bruselas y su estrategia nazi de 1930, ha renacido con fuerza en una Europa medievalizada e inquisidora que cuenta con el guiño de la política extremista y terrorista de Tel Aviv, que nada tiene que ver con el mundo judío... léase, la deuda política se acrecienta a manos de dementes que ostentan un poder que les queda grande, al que no le hacen honor ni tampoco honran, y al que ni siquiera merecen... pero así están funcionando las cosas, al revés... lamentablemente, las democracias han dejado de ser tales para transformarse en dictaduras a escalas, donde unos pocos hacen lo que quieren con los destinos de sus prójimos, sea borrándolos del mapa, hipotecándolos, excluyéndolos, negándolos, o simplemente aislándolos, para luego justificarse en la ausencia jurídica de los estados para seguir forzando hechos cada vez más aberrantes...
la Tierra se ha convertido en una gran campo de concentración donde unos pocos se benefician de las tragedias ajenas de no menos de dos tercios de la humanidad empobrecida, marginada, indigenciada y separada hasta de sus valores culturales... generando un paisaje dantesco propio de los infiernos... donde las banderas justifican las miserias humanas de desquiciados mentales que andan sueltos... mientras los anónimos, inocentes y mortales están condenados a padecer por sus dignidades...
anda mal el coco humano, pero peor andan sus almas... y por este camino, nadie irá muy lejos sin asistir a su propia extinción, mal que le pese a quien sea. JUNIO 20, 2015.-



El asesino confeso de EE UU quería
“una guerra racial”

JOAN FAUS Charleston 67
Dylann Roof se enfrenta a nueve cargos por asesinato y uno por posesión de armas. El juez sitúa la fianza en un millón de dólares


El asesino confeso de EE UU quería “una guerra racial”

Dylann Roof se enfrenta a nueve cargos por asesinato y uno por posesión de armas



Dylann Roof se enfrenta a nueve cargos por asesinato y uno por posesión de armas /REUTERS-LIVE! / AP
Las autoridades judiciales de Carolina del Sur acusaron este viernes a Dylann Roof, el sospechoso de matar a nueve personas negras en una iglesia en Charleston, de nueve cargos de asesinato que podrían acarrear una condena de pena de muerte. Roof, blanco de 21 años, confesó a la policía haber cometido la matanza de la noche del miércoles en una histórica iglesia afroamericana alegando que quería impulsar una guerra racial, según fuentes de la investigación citadas por medios estadounidenses.
El ritual es similar. Tras cada asesinato masivo en Estados Unidos, surgen las mismas preguntas. ¿Qué lleva a una persona a abrir fuego indiscriminadamente? ¿Se podría haber prevenido? ¿Debería ser más difícil adquirir armas de fuego? Tras el caso de Roof, quedan muchas incógnitas por resolver, pero las primeras informaciones esbozan el perfil de una persona reservada, con odio hacia los afroamericanos y que creía estar guiada por un supuesto afán de justicia.
Tras ser detenido el jueves y trasladado a un centro de detención a las afueras de Charleston, Roof confesó a la policía ser el autor de los disparos y reveló que quería iniciar una “guerra racial”, según fuentes de la investigación citadas por la cadena televisiva CNN. Buscaba cumplir una “misión”, según la cadena NBC, pero tuvo dudas hasta el último momento: le dijo a la policía que “casi" no lleva a cabo el ataque "porque todo el mundo era tan amable con él”.

Obama, durante sus palabras. / AP / REUTERS-LIVE!
Al día y medio de la matanza, la familia de Roof emitió un comunicado en que manifestó sus "condolencias" a los fallecidos y su "pena e incredulidad" por lo sucedido.
Un juez decretó que Roof siga detenido y determinó que no tiene autoridad para fijar una fianza para los cargos de asesinato. Estableció una fianza de un millón de dólares para el cargo de posesión de arma. En una comparecencia por videoconferencia desde un centro de detención, el joven se limitó a confirmar al magistrado sus datos personales y se mostró impasible ante las declaraciones, en la sala judicial, de varios familiares de las víctimas que mostraron compasión y perdón hacia él.
Antes de abrir fuego, Roof -que vivía a dos horas en coche al norte de Charleston- estuvo una hora en el interior de la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel, ubicada en el centro de esta señorial ciudad, de 127.000 habitantes y que fue uno de los principales puertos de entrada de esclavos africanos. La iglesia es uno de los centros religiosos afroamericanos más antiguos de EE UU y con un intenso peso histórico al haber sido fundada en 1816 por un líder negro abolicionista.
El joven entró a la iglesia alrededor de las ocho de la noche del miércoles. Se unió a un grupo de una docena de personas que estaban en una sesión de estudio de la Biblia, en una sala en el subterráneo del templo. Una hora después les descerrajó varios disparos. Mató a nueve personas, todas afroamericanas (entre 26 y 87 años), incluido Clementa Pinckney, pastor de la iglesia, senador demócrata en el Legislativo estatal y un reconocido líder de la comunidad negra. Según el relato de una de las supervivientes, Roof le perdonó la vida para que pudiera contar lo sucedido.
La iglesia permanece clausurada y rodeada por cintas policiales. En una sobrecogedora vigilia nocturna, junto a un improvisado memorial repleto de flores y dedicatorias, Peggy Blake, afroamericana de 49 años, decía sentir pena por Roof: “Creo que no se da cuenta de lo que ha hecho. Deberían arrestar a sus padres”.
La policía considera que el joven cometió un “crimen de odio”, es decir, actuó por motivos racistas, pero aún no ha sido acusado de ello. Carolina del Sur es uno de los cinco Estados de EE UU sin una ley que tipifique esos crímenes, en las que normalmente se imponen penas adicionales al considerar que el acusado actuó motivado por la raza, género u orientación sexual de la víctima. Ante ese vacío, el Gobierno federal podría acusar directamente a Roof de un crimen de odio. El Departamento de Justicia investiga el ataque a tiros en la iglesia como un “acto de terrorismo interno”, según un portavoz citado por la agencia Reuters.
La gobernadora de Carolina del Sur, la republicana Nikki Haley, abogó porque la fiscalía promueva una acusación de condena de muerte contra el supuesto autor del peor ataque a una iglesia negra en la historia moderna de EE UU. “Esto es absolutamente un crimen de odio”, dijo Haley a la cadena NBC. “Hemos hablado con los investigadores [...] dicen que vieron pura maldad en sus ojos”.
Los investigadores todavía no han podido determinar cómo consiguió Roof la pistola que empleó en la iglesia. Un tío suyo afirmó que se la había dado su padre como regalo al cumplir 21 años, pero otras informaciones apuntan a que la compró el joven. Lo que sí se ha confirmado es que había sido detenido este año en un centro comercial por poseer ilegalmente un medicamento para adicciones e incumplir una orden de alejamiento tras intimidar verbalmente a trabajadores.



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