Esta ha sido una de las semanas más intensas y hermosas de la historia de HazteOir.org y del diario Actuall. Nos hemos batido por la libertad de expresión y el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, desafiando a uno de los poderes fácticos más temibles: el lobby LGTB y sus obedientes tentáculos en la esfera política.
Nos han perseguido, calumniado, amenazado… pero no han logrado callarnos, sino todo lo contrario. Los nuevos censores nos han hecho un favor involuntario: porque ésta ha sido una de las semanas que más nos hemos hecho oir.
Y lo que hemos dicho a los cuatro vientos es... una perogrullada. Pero el autobús de HO y su obvio mensaje: “los niños tienen pene, las niñas tienen vulva” ha demostrado que el emperador estaba desnudo y ha puesto frente a sus contradicciones a la dictadura de lo políticamente correcto.
Uno de los argumentos de Ignacio Arsuaga era que nos hemos limitado a recordar lo que aprendimos en el colegio: pura biología. Decir que los varoncitos tiene pilila y las niñas lo otro es una mera observación de la realidad.
Las ideologías, en cambio, tienden a perder la percepción de la realidad debido a sus interesados apriorismos. El caso más extremo de negación de la evidencia es el del marxismo.
Sustituyó verdad por mentira (aunque irónicamente su periódico presumiera de lo contrario, Pravda es Verdad en ruso) y ciencia por superstición y condujo a medio mundo (la Unión Soviética, el Este, Asia etc.) a la catástrofe.
Recordarás un caso paradigmático: el de Lysenko, el ingeniero que sostenía que las plantas podían ser modificadas únicamente por el ambiente, sin tener en cuenta su herencia genética. Este personaje logró el favor de la cúpula soviética, que consideraba la genética como “ciencia burguesa”, y su disparatada teoría fue doctrina oficial de la URSS durante dos décadas. Consecuencia: el fracaso más absoluto.
Con Lysenko, dos y dos fueron cinco, sí, pero mientras la genética sirvió en Occidente para mejorar las cosechas, en la URSS millones de personas murieron de hambre. Y hasta que cayó en desgracia, Lysenko estuvo en el olimpo de la Academia de Ciencias. Y los científicos que se atrevían a decir que dos y dos no son cinco sino cuatro acababan en Siberia.
Pues bien, la Ideología de Género es una superchería mayor si cabe que el marxismo, porque no pretende acabar con las clases sociales sino algo mucho más insensato: redefinir la naturaleza humana.
Lo que hay que hacer antes de seguir hablando es coger a los nuevos Lysenkos y ponerles delante de la realidad. Miren señores, sólo hay dos formas de ser personas: hombre y mujer. Y el hombre ha sido diseñado psicológica, afectiva, anatómicamente para unirse a la mujer, y viceversa, a fin de que procreen otros hombrecitos y otras mujercitas; y éstos otros a su vez, a fin de crecer y multiplicarse. Como dice el autor francés Fabrice Hadjadj, el ombligo nos indica nuestro origen y lo que hay unos centímetros debajo nos señala nuestra forma de trascendernos. Esa es la verdad del ser humano, criatura trascendente. La familia es la cuna de la humanidad y mientras haya familia habrá humanidad.
La ciencia médica lo corrobora empíricamente. Y así te lo contamos en un informe elaborado por Juan Robles, que publicaremos el lunes y que te adelanto como suscriptor de Actuall
Robles se ha basado en lo que dice la genética y la pediatría. Aclara las verdades y las mentiras sobre la transexualidad, término médico que empezó a usar el endocrino norteamericano Harry Benjamin en los años 50, pero que posteriormente el lobby LGTB ha desvirtuado politizándolo, y arrimando el ascua a su sardina.
Espero que este informe te ayude a formarte una opinión al respecto y te proporcione argumentos para replicar a los aprendices de Lysenko. Porque como habrás visto no hay tanta diferencia entre la superstición del estalinismo y lo que está ocurriendo ahora mismo en la España de Cifuentes y Carmena. El diario soviético Pravda
Gracias por seguirnos. Sin tí querido actualler, sería imposible este pequeño milagro que es Actuall, que es HazteOir.org, que es CitizenGo.
Y ya has visto que tu apoyo surte efecto. Cuanto más nos atacan más cumplimos con nuestra misión: hacernos oir. Si los enemigos de la libertad ladran es que cabalgamos, o mejor dicho que vamos sobre ruedas. Literalmente.
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