lunes, 21 de mayo de 2018

UN ACUERDO QUE SUPERA LOS LÍMITES DEL ÁTOMO ▼ “Si intentan vincular el pacto nuclear a otros asuntos, perderán el acuerdo” | Internacional | EL PAÍS

“Si intentan vincular el pacto nuclear a otros asuntos, perderán el acuerdo” | Internacional | EL PAÍS

ABBAS ARAGHCHI | VICEMINISTRO DE EXTERIORES DE IRÁN

“Si intentan vincular el pacto nuclear a otros asuntos, perderán el acuerdo”

Araghchi, hombre clave del equipo iraní que negoció el acuerdo nuclear en 2015, cree que la salida de EE UU del convenio amenaza con volver a aislar a su país

El viceministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, en una conferencia en Teherán en 2015.
El viceministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, en una conferencia en Teherán en 2015.  REUTERS
Pivote del equipo iraní que negoció el acuerdo nuclear, Abbas Araghchi está viendo como la salida de Estados Unidos pone en peligro aquel compromiso histórico y amenaza con volver a aislar a su país. “Si intentan vincular el Pacto Integral de Acción Conjunta [PIAC] a otros asuntos, perderán el acuerdo y harán más complicado resolver el resto de los temas”, advierte en su despacho del Ministerio de Asuntos Exteriores durante la primera entrevista que concede tras el anuncio de Washington. Araghchi (Teherán, 1960) es el número dos y mano derecha del ministro Mohammad Javad Zarif; también el hombre que el domingo, antes de recibir a EL PAÍS, defendía las gestiones con los europeos para salvar el pacto ante un Parlamento convertido en cámara de resonancia de las críticas al mismo.
Pregunta. Irán ha pedido a la UE garantías para permanecer en el PIAC. ¿Están satisfechos con las propuestas que les ha traído el comisario europeo Miguel Arias Cañete?
Respuesta. Aún no conocemos todos los aspectos. Estamos esperando que los europeos nos entreguen un paquete económico como nos han prometido y sobre el que estamos debatiendo con ellos. Les hemos dicho lo que esperamos. Por supuesto, no queremos más de lo que ya está en el PIAC. Nos preguntamos si los europeos podrán cumplir nuestras expectativas. Una vez fuera, EE UU va reimponer sus sanciones en los próximos meses. Está en manos de los europeos ver si pueden compensar a Irán por la reimposición de las sanciones.
P. ¿Puede poner un ejemplo concreto de qué buscan?
R. Tiene que ver con lo que esperábamos obtener del PIAC. Por ejemplo, el acuerdo levantó el embargo de petróleo. Ahora si EE UU reintroduce sus sanciones al petróleo, ¿puede la UE garantizar que Irán podrá vender crudo, gas y productos petroquímicos? ¿Puede asegurar que recibiremos los pagos correspondientes? ¿Puede asegurar transacciones bancarias efectivas con Irán? ¿Va a poder proteger a sus propias compañías que trabajen aquí? Si una empresa española decide hacer negocios con Irán, ¿podrá el Gobierno español, o la UE, protegerla? O si es penalizada por Estados Unidos, ¿podrán protegerla? Todo eso estaba en el PIAC. Con las sanciones de EE UU, ¿es aún posible? Es un gran interrogante.
P. La prensa iraní dice que Teherán ha fijado el 8 de agosto como fecha límite para que Europa ofrezca sus contramedidas a las sanciones norteamericanas. ¿Es así?
R. La fecha del 6 de agosto, no del 8, es la que la Comisión Europea ha fijado para lanzar el estatuto de bloqueo porque es el día en que EE UU reimpone las sanciones. En lo que a nosotros respecta, sólo hay unas pocas semanas para que los europeos nos presenten un paquete económico con soluciones prácticas. Entonces, por supuesto, necesitaremos tiempo para ver si funciona.
P. Desde la perspectiva iraní, parece que todo el problema es económico, pero en Europa también preocupa la implicación regional de Irán y su programa de misiles balísticos. ¿Están dispuestos a hablar de esos temas?
R. Esas preocupaciones ya existían cuando nos sentamos a negociar con la UE, EE UU y el resto, pero entonces [todos] decidimos abordar el programa nuclear de forma separada de cualquier otro asunto, centrarnos en él e intentar resolverlo. Por eso tuvimos éxito. Si hubiéramos abordado todas las áreas [de preocupación], no hubiera sido posible. Estados Unidos, la UE, todos sabían que Irán tenía un programa de misiles balísticos y distintas posiciones regionales, y decidieron no mezclar esos cuestiones con el tema nuclear. Ahora si intentan vincular el PIAC con otros asuntos, perderán el acuerdo y harán el resto de los temas todavía más complicados de resolver. Sería un gran, gran, error mezclarlos.
En cuanto, a abordarlos de forma independiente, deberían de saber que ya sellamos un acuerdo y no está funcionando para Irán. Así que antes de siquiera preguntarnos, deberían hacer que el PIAC tenga éxito. ¿Cómo podemos plantearnos negociar un segundo asunto cuando el primer acuerdo no ha funcionado bien? Nuestro mensaje está claro: La prioridad es que el PIAC funcione y, a partir de ahí, podemos hablar.
P. Muchos iraníes dicen que les gustaría que su Gobierno se preocupara menos de los problemas de los países vecinos y se centrara en solucionar los suyos. ¿Son conscientes de ello? ¿Escucharán ese deseo de la población?
R. Es comprensible que la gente se preocupe de su situación económica. Pero al mismo tiempo, nuestra gente entiende que primero necesita seguridad. Estar en Siria es una cuestión de seguridad para Irán porque sabemos que si no combatimos a los terroristas en Siria o en Irak, tendremos que hacerlo en las calles de Teherán, como de hecho tuvimos que hacer hace un año con el asalto al Parlamento, o como han experimentado ustedes en Europa. Tenemos a nuestras fuerzas en Siria a petición del Gobierno de eses país. Lo hacemos no sólo por la seguridad de Irán, sino por la de toda la región. Vemos nuestra seguridad en la seguridad de la región. Por eso combatimos al ISIS y otros grupos terroristas en Irak, en Siria… Todo el mundo reconoce que si no hubiera sido por Irán, hubiéramos tenido al autodenominado Estado Islámico en Bagdad, en Damasco y puede que en Beirut. Hemos tenido éxito en combatirlos. Y creo que nuestra gente entiende que es un asunto de seguridad.
P. En cualquier caso, esas interferencias crean malestar y desconfianza entre sus vecinos árabes. ¿Qué puede Irán para superar esa situación?
R. Nuestros hermanos árabes en la región deberían reconsiderar su evaluación. Irán no ha atacado nunca a uno de sus vecinos. Nosotros fuimos atacados por Sadam Husein y todos le apoyaron, política y financieramente. Hasta que invadió Kuwait y comprendieron quién era. Estamos en una región muy inestable, y muy peligrosa. ¿Quién ha iniciado guerras en nuestra región? ¿Fue Irán o EE. UU., quien lanzó la guerra contra Irak o Libia? ¿Quién está atacando Yemen? ¿Es Irán? ¿Y quién ataca los territorios ocupados y mata a palestinos a diario? ¿Es Irán o es Israel? ¿Quién optó por una solución negociada para su programa nuclear? No hay otro ejemplo de solución diplomática en la zona. ¿Quién ha luchado contra el ISIS y quién lo creó y lo apoyó con armas y dinero? Los hechos hablan por sí solos y prueban que Irán es una fuerza de paz en la región. La paz y la estabilidad regionales son nuestra paz y nuestra estabilidad.
Estamos preparados para trabajar con nuestros vecinos. Mi ministro propuso, en la última Conferencia de Seguridad de Múnich, un foro de diálogo regional de los países del golfo Pérsico. Pero su propuesta cayó en oídos sordos. Esperamos que otros en la zona apoyen la idea y podamos establecer un diálogo.
P. En estos momentos hay en la cárcel una treintena de iraníes con doble nacionalidad que vinieron de visita, a trabajar en la Universidad o por negocios. Muchos ciudadanos con un segundo pasaporte se preguntan si para ellos es seguro viajar a Irán…
R. Por supuesto, que es seguro. Tenemos entre cinco y seis millones de iraníes en el extranjero. Muchos van y vienen a menudo sin dificultad. Sólo unos pocos han sido detenidos por espionaje. No acuso a nadie, pero entiendo que los iraníes con doble nacionalidad constituyen un objetivo fácil para ser reclutados por servicios secretos extranjeros. Y somos muy cuidadosos con nuestra seguridad. Irán es tal vez el país más seguro de la región. Nuestras fuerzas de seguridad son muy cuidadosas y respetamos su trabajo. A la vez quiero decir a todos los iraníes de que no hay una política contra los ciudadanos con doble nacionalidad. De hecho, la ignoramos. Aunque está prohibido por ley, nunca preguntamos a ningún iraní si tiene otro pasaporte. Queremos que vuelvan a casa, que tengan contacto y relaciones con sus familias, que sean económicamente activos, o enseñen en las universidades. Les consideramos un valor para nosotros. Intentamos facilitarles que puedan ir y venir.

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